𝑴𝒊 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓛𝓾𝓴𝓪 𝓒𝓸𝓯𝓯𝓪𝓲𝓷𝓮》

Al llegar a casa de Alya, solté un suspiro, tranquilizando mis grandes deseos de llorar. Golpeé con suavidad la puerta y esperé a que fuera abierta.

-Niña. -Solté un suspiro, queriendo decir algo, de no ser por su interrupción. -¿Qué pasó? ¿Qué te hizo? ¿¡Quieres que lo mate!? -Sostuvo mis hombros, desesperadamente.

-N-No. No pasó nada... O... al menos eso creo. -Desvié la mirada. -S-Sólo quiero darme una ducha.

-Claro que sí, pasa. -Nino se encontraba sentado en el suelo, frente al sofá, viendo la televisión.

-Hola, chica. ¿Te divertiste anoche? -Preguntó, sin despegar la mirada del televisor.

-Nino. -Exclamó.

-Oh, claro. -Se volteó hacia mí. -¿Todo bien?

-Eso creo. -Fui directo al enchufe para conectar el cargador a mi teléfono. Sin embargo, me pareció extraño que éste tuviera el 100% de batería. -Que raro. -Encendí por completo el teléfono, para después ver algo que me sorprendió bastante.

-¿Qué pasa?

-¿Por qué tengo más de noventa y nueve llamadas pérdidas de Luka?

-¿Tenías el teléfono apagado? Con razón. Ayer no dejó de llamar preguntándonos por qué no contestabas. -Contestó Alya. Llamé a su número, para poder disculparme. Pero mi crédito se había acabado.

-Lo que faltaba. -Reclamé.

-Ah, por cierto. Verifica ahí un número desconocido. Adrien rechazó la llamada. -Obedeciendo, fui directo a llamadas perdidas para percatarme de ello. -Fue entre las siete y media, creo.

-Las únicas llamadas desde entonces fueron de Luka y un par de las suyas. No hay ningún número desconocido aquí.

-¿Sabías que Adrien odia a Luka? -Comentó Nino.

-Ahí está. Es la única respuesta que se me viene a la cabeza. -Continuó Alya.

-Entonces... ¿Fue Adrien quien apagó mi teléfono?

-Probablemente. -Solté un suspiro, desconectando mi teléfono. Lo dejé sobre la mesa de la sala y fui directo a darme una ducha.

No quería creer que Adrien había hecho eso. Pero, si Alya tenía razón, Adrien era la única persona en la que podíamos pensar. Tallé mi rostro con ambas manos, bajo el agua que caía sobre mí.

"¿Por qué no puedo recordar nada?"

"¿Por qué me pasa todo esto a mí?"

Cuando terminé de bañarme, fui a mi habitación para cambiar mi ropa. Cepillé mi cabello para por fin regresar a la sala de estar con los chicos. Me senté en el sofá tras Nino, recargando mi cabeza sobre mis manos. Ambos se sentaron a mis lados, Alya rodeando mis hombros con ambos brazos.

-Iba a quedarme a dormir allá.

-¿Por qué? ¿Qué fue lo qué pasó?

-No quería toparse contigo, por eso. Pero... cambié de opinión al toparnos con ella. -Mis ojos se humedecieron. -N-No entiendo, Alya. ¿Por qué está con ella? No lo entiendo. -Bien, no pude contenerme. Las lágrimas comenzaron a salir. -Ella no lo va a soltar- Ella-Ella no lo quiere como yo lo... -Tapé mi rostro.

-¿Lo sigues amando? -Preguntó Nino.

-N-No lo sé. Es que... Tengo que dejarlo ya. Si él la quiere a ella, debo soportarlo, debo resistir en que... -Sollocé, deseando no decirlo. -en que prefiere estar con Marinette que conmigo. -Me partía el corazón con tan sólo imaginarmelos juntos.