𝑴𝒊 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓤́𝓽𝓲𝓶𝓸 𝓝𝓸𝓿𝓲𝓪𝔃𝓰𝓸》

[ Noviembre 1 ]

Pasaron semanas, nuestra relación mejoró, tanto en noviazgo como en amistad. Las cosas entre Marinette y Adrien se acabaron y decidieron terminar con cualquier lazo que tuvieran a excepción con el del trabajo, pues ella era su diseñadora personal y eso ella no dejaría que se lo arrebataran.

Seré breve con todas las cosas que pasaron desde el desfile de modas. Alya y Nino se van a casar finalmente. Cuando fuimos a almorzar los seis en un fin de semana, Nino preparó una canción para ella, rapeándola de manera improvisada, pues quería verla reír por su ocurrencia. Al final de éste, se arrodilló ante ella y Adrien depósito la cajita con el anillo dentro en la mano del moreno, de manera divertida.

Alya aceptó entre risas y terminó abrazándolo y besándolo.

Adrien se la pasa más tiempo en mi casa que en la suya, y cuando yo pasaba tiempo en su casa no podíamos evitar sobrepasarnos de cariño. Pero siempre hubo momentos en los que nos detuvimos antes del acto por Nathalie o su padre llamándolo, o yo deteniéndolo por no querer hacerlo hasta que me casara.

Algo que suele hacer, es pasar por mí al trabajo, significaba hacer algo en su trabajo para después ir a mi casa. Algo que era gracioso y malvado de su parte, pues le recalcaba a Marinette que estaba ocupado.
Y el día de hoy era una ocasión de esas.

—¿Te parece mañana, entonces?

—No lo sé, Leonard. Adrien tiene compromisos sin avisar y me perjudican un poco a mí.

—¿Como citas? —Me miró sonriente.

—Sí. —Reí.

Escuché el sonido de claxon, causando que girara hacia él. Adrien recargaba sus brazos sobre el techo del auto, teniendo seriedad en su mirada. Rodeó el auto y abrió la puerta del copiloto antes de recargar su espalda en la puerta de a un lado, cruzando sus brazos. Rodeé los ojos, volviendo a Leonard.

—A alguien tampoco le gusta que estés conmigo. —Dijo Leonard, bajando la mirada.

—No te preocupes. Yo arreglaré eso y verás que será efectivo.

—¿Le dirás?

—No me dejará en paz si no se lo afirmo. —Me encogí de hombros.

—Bien, cuídalo que te lo robo. —Me guiñó el ojo. Nos despedimos de beso y giré hacia mi novio para caminar hasta él, siendo recibida por un beso en los labios mientras tomaba mi cintura.

Me ayudó a subir al auto y cerró mi puerta. Observé por la ventana como Leonard lo miraba, descaradamente, hasta que Adrien entró al auto me miró a mí, riéndose por haberlo hecho enojar con sólo verlo. Rodeé los ojos, despidiéndome de él ahora con un movimiento de mano.

—¿Por qué siempre te veo con él? —Encendió el motor, haciendo después que el auto avanzara.

—¿Porque es mi amigo? —Contesté con obviedad. —¿Qué tiene de malo? Tú te la pasas con Chloe y no te digo nada.

—Sí, pero eso es diferente. A ella la conozco desde niños y no me gusta.

—¿Crees que me gusta? —Reí. —Awww, estás celoso.

—No.

—No, claro que no. —Pellizqué su mejilla, haciendo que despegara la mirada de el frente y la llevara a mí, volviendo a la carretera. —Bien, te diré la verdad. —Apretó los puños en el volante. —A él le gustan los hombres. —Soltó un suspiro de alivio, relajando la presión en sus manos. —Ya, lo dije. Siento habértelo ocultado. —Sonreí de lado, mirándolo de reojo para ver su rostro, ocultaba una sonrisa. —¡Yo debería ser la celosa! Te quiere alejar de mi lado el muy desgraciado. —Me crucé de brazos, haciendo un puchero con mi labio inferior y mirando hacia la ventana.