Capítulo 1

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Había muchas cosas malas que se podían realizar en una noche de absoluto descontrol. Cuando Melody abrió los ojos solo para encontrarse en una habitación de hospital supo que tal vez había cruzado la raya de desorden la noche pasada. Enseguida encontró a su madre sentada en una silla al lado de su cama y quiso pretender que seguía inconsciente pero fue demasiado tarde, su madre ya la había atrapado. Hizo una mueca sin poder evitarlo al ver el serio semblante de su madre que competía con la preocupación por el estado de su hija. El rimel estaba corrido alrededor de sus oscuros ojos, las lágrimas manchaban sus regordetas mejillas y su vestido estaba tan arrugado que Melody se preguntó qué tanto lo habría retorcido por preocupación.

—Hola allí —dijo Melody con una mueca.

—¿Ebria? ¿Realmente? ¿Tienes idea de lo que me has preocupado? —exclamó su madre en un ataque de histeria previsible de su parte—. ¡Casi tuve un paro cardíaco cuando el hospital me llamó! Yo estaba en casa como una inocente e ingenua madre, preparando con amor tus cosas para la escuela, mientras tú señorita andabas bebiendo y haciendo quién sabe qué en esa endemoniada fiesta.

Melody puso los ojos en blanco y resopló con resignación, echando la cabeza hacia atrás y mirando el techo mientras su madre despotricaba entre arrebatos de furia y lágrimas de preocupación maternal. Está bien, tal vez ella se había sobrepasado un poco con el alcohol. No era tanto el tema de su salud lo que le preocupaba sino que el hecho de haber sido atrapada por su madre. Y prefería no imaginar todo lo que le diría su padre, quién por suerte se encontraba fuera de la ciudad por su trabajo. De lo contrario, Melody dudaba que volviera a sentir el aire libre en su vida. Sí, ella definitivamente la había jodido.

Tampoco era como si fuese la primera vez que ella se pasaba tal vez un poco con la bebida, pero sí era la primera vez en ser atrapada por su madre. ¡Y todo por un maldito zapato! Si su tacón no se hubiera roto entonces ella no habría caído por las escaleras, y definitivamente no habría terminado en el hospital donde todo el maldito pueblo sabría lo que había sucedido. Consecuencias de vivir en Elyisum, no se podía estornudar sin que todos estuvieran al tanto. Increíblemente, los adultos llegaban a ser más chismosos que sus propios hijos, cotilleando a cada ocasión.

Tal vez ella debió dejar de beber al quinto vaso de vodka cuando se dio cuenta que el alcohol ya no ardía y bajaba demasiado fácil por su garganta. ¿Acaso no había una regla para eso? Pero había sido la última gran fiesta del verano antes de tener que volver a la academia y Melody no había querido desaprovecharla. Por supuesto, tampoco había querido despertar en el hospital y con una madre histérica y encolerizada. Ya veía que sus últimos días de verano no serían exactamente de ensueño. A los diecisiete años, ella tan solo podía pensar que estaba a días de comenzar su último año escolar y sobrevivir hasta el final. Y en lo posible no volver a caer por las escaleras. Debió de haberse dado un buen golpe para terminar en el hospital.

Un doctor corrió la delgada cortina que las separaba del resto de la sala y cogió la tableta a los pies de la cama de Melody. Su madre calló al instante mientras el joven médico leía las observaciones y asentía para él mismo. Melody suspiró. Genial, lo único que le faltaba, tener que escuchar a un doctor hablar sobre lo que había hecho. ¡Era simplemente una adolescente más! ¿Era la única en todo el maldito mundo que había bebido siendo menor? La humillación simplemente no podía ser peor o al menos aquello era lo que ella quería decir.

—Bueno, básicamente, te has dado un buen golpe en la cabeza —dijo el doctor—. Pero fuera de eso parece somos si todo estuviera en orden. Personalmente, recomiendo una tarde de descanso y reposo durante los siguientes días, tal vez algunos medicamentos para el posible dolor por la caída. Puede que tengas algunos golpes en el cuerpo pero nada lo suficientemente grave. Y si quieres una sugerencia, tal vez deberías mantener alejada de las fiestas por un rato.

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