¡Atrapados! (Ppg y Rrb)

Capítulo 1: Atrapados.

Las Powerpuff Girls y sus personajes NO me pertenecen.
Escribo esto con el fin de entretener.
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Las cinco de la tarde marcan el fin de la jornada laboral y todos los empleados de Him Company recogen sus cosas para marcharse, listos para el fin de semana.
Todos excepto el jefe, que planea quedarse allí como mínimo hasta las nueve, o hasta que considere que ha terminado su trabajo.

Observa desde la puerta de su despacho cómo la gente abandona a toda prisa la planta, unos por el ascensor, otros por las escaleras sin importar que estén en un sexto piso. El tiempo es oro los viernes por la tarde.

Su mirada roja se para a su derecha, a tres metros de él, donde su secretaria de cabello pelirrojo termina de ordenar unas carpetas, a todas luces impaciente por marcharse también.

— Utonium, usted se queda — le suelta de repente. — El lunes tengo una reunión con Peterson & Hijos S.L. y necesito que revise, ordene y pase a limpio al ordenador todo esto — explica antes de soltar encima de su mesa un grueso sobre lleno de papeles, post-its y apuntes.

La susodicha examina por encima el contenido del sobre bajo la atenta mirada de su jefe, Brick Him, el hijo mayor del dueño de la empresa. Se acerca, cabizbaja, y carraspea antes de enfrentar la mirada del hombre de cabello rojo.

— Disculpe señor, pero hoy tengo un poco de prisa. Podría hacerlo mañana y enviárselo por correo.

— Solo son las cinco, hágalo rápido y márchese.

No admite discusión, Brick Him se da la vuelta y le cierra la puerta de su despacho en las narices. Su secretaria gruñe por lo bajo y regresa a su mesa de trabajo. Saca su teléfono móvil y marca un número de su agenda.

— Hola, ¿Burbuja? ¿Puedes hablar? — pregunta.

— Sí, Bombón. Acabo de bajar del avión, estoy en el aeropuerto.

— ¿Todo bien en el viaje?

— Perfecto. ¿Y por allí? ¿Bellota ya ha llegado?

— No lo sé, ahora la llamaré. Os quería avisar de que aún estoy en la oficina, saldré más tarde de lo que esperaba así que cuando estéis listas podéis ir directamente al restaurante sin mí.

— ¿Pero la reserva no era para las siete? Aún tienes tiempo.

— Me temo que me llevará más de dos horas terminar la faena. Ya sabes cómo es mi jefe... — añade susurrando.

— Siento oír eso, pero no te preocupes. Las chicas y yo te esperaremos en el restaurante hasta que vengas.

— Nos vemos luego, hermanita.

— Oh, ¡Bombón! Feliz cumpleaños.

— Gracias, un beso — dice antes de colgar.

La pelirroja busca otro número y marca. Tarda un rato en responder, pero finalmente oye la voz de su otra hermana al otro lado del teléfono. Se oyen unos pitidos de vez en cuando.

— ¿Bellota? ¿Me oyes bien?

— A medias, aquí no hay mucha cobertura.

— ¿Ya estás en Townsville?

— Qué va, estoy en el aeropuerto de Megaville. Aquí hay una tormenta y de momento han cancelado varios vuelos, entre ellos el mío. Nos han dicho que saldrá otro avión para Townsville en una hora, voy a cogerlo y espero llegar a tiempo.

— Seguro que sí, a lo mejor hasta llegas antes que yo. Tengo trabajo en la oficina y saldré un poco más tarde de lo que pensaba, así que tendréis que empezar sin mí.