Amnesia│Almaia

4.

Las palabras de Alfred retumbaban en la cabeza de Amaia.

"¿Quién eres?"

"¿Que acabas de decir?" Le preguntó Amaia, pensando que sería una broma de muy mal gusto.

Alfred se estaba agobiando, y se le empezaron a aguar los ojos. Miró a su madre buscando refugio. "Mamá." Susurró abrazándole.

"Roi, por favor, ve a decirle al médico que venga." Dijo el padre de Alfred, depositando un beso en la cabeza de su hijo.

Roi asintió, saliendo corriendo a buscar a algún médico.

"Alfred..." Dijo Amaia sin poder creérselo.

Aún no asimilaba lo que Alfred le acababa de decir.

"¿Qué esta pasando?" Dijo Alfred, llorando en el pecho de su madre, mientras esta le abrazaba.

Pronto, el doctor con dos doctoras más interrumpieron yendo directos hacia Alfred.

"¿Hace cuanto que despertó?" Preguntó.

La madre de Alfred iba a hablar cuando Amaia se le adelantó. "Hace aproximadamente ocho minutos." Dijo Amaia con exactitud.

El doctor asintió apuntando algo en una hoja, y fue a tomar el pulso a Alfred.

Alfred seguía muy asustado, sin saber que hacia en esa camilla de hospital, ni el por que.

"¿Por qué estoy aquí?" Preguntó Alfred, limpiando las lagrimas que hacia un momento salían de sus ojos.

"Has tenido un accidente." Le comentó el doctor con naturalidad, como si dijera esta clase de cosas todos los días.

Los ojos de Alfred se abrieron como platos. "¿Qué clase de accidente?" dijo Alfred desconcertado.

"¿Me estas tomando el pelo? Por que no tiene ninguna gracia." Dijo Amaia molesta.

Los ojos de Alfred se dirigieron a Amaia, observando su pelo caer por sus hombros y como se mordía el labio con desesperación.

Amaia miró suavemente a Alfred. "Lo siento." Se disculpó al ver que Alfred no entendía nada.

"Alfred, ¿sabes quien son las personas que hay en esta habitación?" Le preguntó el doctor.

Alfred asintió. "Se quien son mis padres, las otras dos personas no."

Roi miró a Amaia.

A Amaia se le comenzó a acelerar la respiración.

Esto no podía estar pasando, no podía ser.

El doctor asintió escribiendo notas en su libreta. "Creo que se trata de amnesia." dijo el doctor. "Se golpeo la cabeza con mucha fuerza."

"¿Amnesia?" Alzó la voz Amaia, sin creérselo.

Todos los presentes en la sala enmudecieron. La madre de Alfred le apretó la mano con fuerza. Roi se llevó las manos a la cabeza pensando que todo esto era culpa suya.

Amaia empezó a llorar.

"Señorita, es mejor que abandone la habitación. No queremos que el paciente se desestabilice." Le dijo el doctor a Amaia.

"¡Alfred! Soy Amaia, Alfred. ¡Tu novia!, dime que me recuerdas." Amaia estaba desesperada, sus lágrimas caían sin parar. Roi le abrazó.

"¿Que eres mi qué?" Dijo Alfred en shock.

Los ojos llenos de lágrimas de Amaia se dirigieron a Xus, la cual le miro dulcemente intentando consolarla.

Esto parecía una pesadilla, una broma de muy mal gusto.

"Alfred, ¿estás bromeando?" Pregunto Xus a su hijo, empezando a desesperarse ella también.

Alfred miró a su madre. "¿Por que tendría que estar bromeando?"

Roi sacó a Amaia de la habitación y una vez en el pasillo del hospital ella se derrumbó en el suelo. Amaia no sabía que hacer.

"Roi, dime que todo esto no ha pasado. Dime que has dejado a Alfred en casa y que me esta esperando con una pizza y la película de Harry Potter para verla por milésima vez. Dime que todo va a estar bien." Dijo abrazando a Roi, más fuerte que nunca.

"Amaia, ojalá pudiera decirte eso, pero creo que no es posible." Le dijo Roi llorando en su hombro. "Todo es mi culpa. Mi puta culpa. Si no hubiera estado hablando por teléfono esto no estaría pasando."

"Roi, nada de esto es tu culpa, ¿me oyes?" Dijo Amaia.

Roi llamó a Ana para que fuera a recogerles, no querían dejar sola a Amaia en su casa, la cual compartía con Alfred, así que decidieron que esa noche la pasara con ellos en el piso de Ana.