Amnesia│Almaia

9.

Presente

La madre de Alfred había ido a dormir a casa esa noche, Alfred se encontraba lo suficientemente bien como para dormir solo en la habitación. Temprano llego al hospital y tocó a la puerta de él.

Alfred se había pasado toda la noche pensando.

"Hola." Dijo su madre entrando a la puerta de su habitación.

"Hola, mamá."

"Te acaban de dar el alta. Los médicos piensan que ya puedes ir a casa. ¿Que te parece?"

Alfred asintió. "Voy a ir."

"¿Dónde?" Preguntó su madre confusa.

"Si tu y Amaia me decís que haga mi rutina diaria, supongo que iré con ella ¿no debería? Si eso hace que recupere la memoria... puedo intentarlo. Si luego me arrepiento, ¿podré volver contigo a casa?"

Xus asintió. "Claro que si, cariño." Dijo abrazándole.

"Creo que es lo mejor que puedo hacer en este momento."

*

Amaia le abrió la puerta del coche a Alfred, sonriendole.

"Gracias." Le dijo Alfred, sentándose en el asiento delantero junto al copiloto, y miró hacia su madre. "Adiós mamá."

"Llámame si necesitas cualquier cosa, ¿vale?" Le dijo mirándole con cariño.

"Por supuesto." Le contesto Alfred.

"Yo te llamaré esta noche y te mantendré informada, Xus." Le dijo Amaia dándole un abrazo antes de meterse en el coche.

"Muchas gracias, Amaia."

Amaia arrancó el coche, y cuando entraron en la carretera miró a Alfred de perfil.

"Debes ponerte el cinturón, Alfred." Le dijo cuando pararon en un stop.

Antes de lo que había ocurrido, Alfred nunca se solía poner el cinturón.

"Se me había olvidado." Dijo Alfred, mirando por la ventana.

"¿Dónde estamos?" Preguntó Alfred sin familiarizarse con su entorno.

"En Madrid." Dijo Amaia.

"Nunca he estado aquí asentado, si para viajes cortos, pero no para vivir."

"Bueno, de hecho tenemos una casa aquí desde hace cuatro años." Le recordó Amaia.

"¿Enserio? ¿Tenemos una casa?" Le preguntó sorprendido.

"Bueno, si. Una pequeña casa, tu solías decir que era nuestro refugio." Le dijo Amaia sonriendo al recordarlo.

"Y, ¿trabajo?" Preguntó Alfred intentando desviar la conversación.

Amaia sonrió. "Si, pero no debes preocuparte. Tu disco esta preparado, llamé a Nil y le conté todo lo que paso. No importa retrasar unos meses la fecha de salida."

"Vaya, no recordaba que fuera cantante, pero que bien, ¿no? Siempre había querido sacar un disco con una discográfica." Dijo Alfred.

Estaba claro que no recordaba nada de su éxito tras Operación Triunfo. Las aguas se habían calmado y sus conciertos no eran como los de antes, de 17.000 personas, ahora no llegaban a las 9.000, pero podía vivir perfectamente de ello.

*

"Aquí vivimos?" Preguntó Alfred saliendo del coche.

Amaia asintió, acercándose a Alfred. "Hogar dulce hogar."