21.

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"¿Donde está Amaia?"

Alfred se sentó cerca de los pies de su madre, en una silla de pedicura, al lado de la mujer que hacia las uñas de los pies y con dos amigas de su madre a la derecha.

Él estaba demasiado concentrado en el móvil como para escuchar lo que decía.

"Alfred."

"¿si?"

"¿con quien hablas?"

Él se encogió de hombros. "con una amiga."

"¿una amiga? ¿quién?"

Alfred se encogió de hombros. "La enfermera del hospital, Paula."

Su madre se sorprendió, "¿es simpática?"

Alfred asintió, "si." suspiró, "creo que voy a ir a ver una película con ella y sus amigos esta noche, estaría bien salir un poco y conocer a gente."

Ella asintió, "¿Amaia irá?"

Alfred negó, "no creo."

"¿donde esta? No he podido hablar con ella"

"Esta bien, creo que hoy trabaja, pero no estoy seguro."

Un suspiró salió de la boca de Xus, "Alfred, no te quiero presionar, pero realmente creo que deberías considerar ir a visitar a un psicólogo si sigues sin recordar. Te falta una parte muy importante de tu vida."

Alfred negó, "recuerdo como tocar el piano, eso es algo."

Ella rodó los ojos, "Hablo sobre algo más grande. Tu vida con Amaia, tus viejos amigos, ¿que hay sobre eso?"

"Solo ponen presión para que recuerden cosas que no sé."

"Eso es por lo que debes ir al psicólogo, Alfred. Ellos solo te quieren ayudar."

Alfred apretó sus labios, mirando a su móvil. "Lo pensaré, ¿vale?"

Ella asintió, "hazlo por favor."

**

"Gracias por el paseo." Dijo Alfred, besando la mejilla de su madre.

Ella sonrió, "Ten una buena noche y asegúrate de avisar a Amaia de dónde estas para que te pueda recoger."

Alfred asintió. "Paula me acompañará dando un paseo." Dijo saliendo del coche, viendo el letrero del cine.

"Llama a Amaia, ¿vale?"

Él suspiró, "lo haré."

"Por favor."

Alfred se despidió, lanzando un beso en el aire a su madre.

En el mensaje, Paula decía que ya estaba con sus amigos.

Ellos verían una película llamada Maléfica.

"¡Alfred!"

Alfred miró a Paula. Ella le saludaba, dos chicos iban a su lado.

Odiaba conocer gente nueva, pero bueno. Enfrenta tus miedos, ¿no?

Alfred se mordió el labio, acercándose a Paula y sus amigos.

Paula abrió sus brazos esperando un abrazo, el cual Alfred aceptó, frotando la espalda de Paula. "Me alegro de verte."

"Alfred, estos son Pablo y Carlos." dijo Paula señalándolos. "Y chicos, este es Alfred."

"Encantado de conoceros." dijo Alfred, tímido cuando apretó las manos de los chicos.

"Igualmente." Dijo Pablo.

Paula asintió, "¿Así que Maléfica?"

**

Justo cuando Alfred sacó su cartera para pagar su entrada, Paula lo detuvo, apoyando su mano en la cartera de Alfred, negando. "Yo invito." sonrió, haciendo que Alfred se sonrojara.

"Gracias."

Paula pagó.

"¿quieres algo de comer o de beber?"

Alfred se encogió de hombros. "me gustan las palomitas."

Paula asintió. "¿quieres algo de beber? las palomitas dan mucha sed."

Alfred se mordió en labio. "claro." dijo sintiendo como su móvil vibraba en su bolsillo, pero lo ignoró.

"¿chicos, podéis ir a coger sitio?" preguntó Paula a sus amigos, señalando la sala.

"Una de palomitas." Le dijo Carlos a Paula, girándose para ir con Pablo a la sala.

Paula miró a Alfred, "¿que tal Amaia?"

"Bien." dijo Alfred mirando hacia fuera, "¿que tal tu mandíbula?" dijo mirándole.

Ella se encogió de hombros. "Podría haber sido peor. Estoy bien, ella no me golpeó muy fuerte."

Alfred asintió, "lo siento, parece que aveces se agobia."

"si, ¿y eso?" preguntó Paula, con un brillo en sus ojos.

"no lo sé."

**

"¿Por que cortó sus alas si fueron amigos e incluso salieron por un tiempo?" preguntó Alfred, acercándose a Paula.

Paula rió, "creo que eres la única persona que no para de hablar durante la película." le susurró.

Alfred se avergonzó, "lo siento."

Paula negó, "no te preocupes, es tierno." susurró, acercándose a Alfred para darle un beso en la mejilla.

La mejilla de Alfred se sonrojó más cuando le besó.

No es que no le gustara, solo se preguntaba que acababa de suceder, no se quejaba. Paula no era una mala chica, en absoluto.

"¿Por que te sonrojas?" sonrió Paula.

Una pequeña sonrisa cruzó el rostro de Alfred. "Para de mirarme." dijo tapándose la cara, chocando su hombro con el de Paula.

"Es tierno." dijo, intentando quitar las manos de Alfred de su rostro.

Alfred rió, "voy a ver si los asientos libre de allí son cómodos." bromeó.

Paula negó "no, no te vayas." dijo cogiéndole la mano a Alfred.

Alfred volvió a reír. "Eres muy rara."

Alfred estaba siendo feliz. Estaba riendo de verdad. Estaba pasando un buen rato.

Y disfrutaría el resto de la noche.

Amnesia│Almaiaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن