7.

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Alfred salió de la habitación buscando a la chica. Cuando la vio despidiéndose de su mejor amiga Marta, la cual ya estaba saliendo por la puerta del hospital, suspiró.

Cuando Amaia perdió de vista a Marta y se giró para ir a dar un paseo por el hospital, visualizó a Alfred caminando hacia ella. El corazón le latió rápido.

"¿Que hacías?" Preguntó Alfred al llegar a su lado, intentando iniciar una conversación.

"Acababa de desayunar con Marta, el médico me había dicho que necesitabas tranquilidad para unas pruebas médicas." Dijo Amaia nerviosa. "¿Te encuentras bien, Alfred?"

"Eso creo." Le respondió él mirando al suelo.

Amaia asintió. "Te he traído algo de ropa de casa, y un cepillo de diente eléctrico." Le dijo Amaia.

"Oh.. gracias." Dijo Alfred cogiendo la mochila que Amaia le había traído. "Siempre me han gustado los cepillos de dientes eléctricos." Dijo sonriendo.

"Si, lo sé, siempre te lo compro." Dijo Amaia agachando la cabeza.

Alfred frunció el ceño. "¿Enserio?"

"Si." Dijo Amaia tras soltar un suspiro.

Alfred asintió con la cabeza. "Bueno... vengo a preguntarte algunas cosas sobre ¿nosotros?"

"¿Cómo que?" Preguntó Amaia.

Ella y Alfred se dirigieron a un banco que había en el patio del hospital.

"Así que tu eres Amaia, ¿verdad?" Preguntó Alfred.

Amaia empezaba a sentir lágrimas en sus ojos.

Alfred no sabía su nombre.

Amaia cerró los ojos intentando controlar las lágrimas. "Si, lo soy."

"Y, ¿tú dijiste que yo era tu novio?" Preguntó Alfred.

Amaia volvió a asentir. "Si, desde hace cinco años."

Los ojos de Alfred se abrieron como platos. "¿Hemos estado juntos cinco años?"

"Y lo seguimos estando." Le recordó Amaia.

Alfred sacudió su cabeza, mirando hacia sus manos. "¿Hay alguna prueba de eso? No recuerdo nada."

"Alfred, nos conocimos en el ot. ¿Cómo te lo puedo demostrar?"

Alfred puso una cara extraña. No tenía ni idea de lo que significaba OT.

Alfred se encogió de hombros. "No se... yo..."

"Alfred, no puedes salir de la habitación, tenemos que hacerte las pruebas y tienes que descansar mucho." Dijo el doctor apareciendo en el patio.

"Lo siento, solo hablaba con Amaia." Le contestó Alfred, mirando al doctor.

"Vale, necesitas descansar, si no tu cabeza no te dejara de doler." Le recomendó el médico.

Alfred asintió, levantándose y pasando por el lado del doctor, sin ni siquiera mirar a Amaia.

"¿Que va a pasar con Alfred? Sigue sin recordarme." Le preguntó Amaia a el medico, una vez Alfred había desaparecido de su vista.

"Solo han pasado veinticuatro horas desde el accidente, he hablado con su madre y le he dicho que solo necesita volver a su rutina del día a día y probablemente visitar a un psicólogo."

"¿Su rutina diaria?" Preguntó intentando asimilarlo. "Eso significa conmigo."

"El estaba contigo antes, ¿no?"

"Llevamos viviendo juntos cuatro años."

El doctor asintió. "Entonces si, creo que es lo mejor. Eso ayudará a su recuperación y como le dije a su madre, si sigue sin recordar nada traerlo de vuelta."

Amaia asintió cogiendo la mochila de Alfred, se había olvidado de llevarla con él a la habitación.

Amaia interrumpió en la habitación de Alfred sin llamar a la puerta, haciendo que él y su madre se sobresaltaran.

"Parece ser que viene a casa conmigo." Dijo Amaia dejando la mochila de Alfred en el suelo y respirando profundamente.

Alfred puso mala cara. "¿qué?"

"El doctor dijo que lo mejor para ti era volver a tu rutina diaria. Y tu rutina diaria era junto a mi."

"¿Que quieres decir?" preguntó Alfred.

"Que vienes a casa conmigo." Le respondió Amaia temblando.

Alfred miró a su madre y después miró a Amaia. "Yo... no te conozco."

Amaia se estaba empezando a derrumbar. "Si me conoces"

Alfred negó con su cabeza. "No puedo ir contigo a ningún sitio, ni vivir en tu casa. Ni siquiera te conozco." volvió a repetir Alfred.

"También es tu casa, Alfred." Dijo Amaia, sintiendo como una lágrima caía por su mejilla.

"¿Hay alguna prueba de eso?"

"Alfred, cariño, el doctor ha dicho que tienes que volver a tu vida normal, y tu vivías con Amaia." Le dijo Xus a su hijo.

Alfred se cubrió la cara con sus manos. No podía ir a vivir con una extraña, el quería irse con sus padres.

"¿Puedo estar solo un rato?" Preguntó Alfred a su madre y a Amaia.

"Claro." Dijo la madre de Alfred, se acercó a Amaia, le abrazó y salieron juntas de la habitación.

"Xus." Habló Amaia cuando salieron de la habitación. "Necesita volver a casa conmigo." Dijo llorando.

"Lo se Amaia, pero el no te recuerda. El médico me dijo que lo importante era el, y si no se sentía cómodo no podíamos obligarlo, cariño." Dijo Xus abrazando a Amaia.

Amaia limpió las lágrimas que le caían por los ojos.

"Pero... yo le amo."

Amnesia│AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora