Amnesia│Almaia

31.

*contenido explícito*

"que fría." se estremeció alejando la mano del grifo de la ducha.

Amaia le había preguntado como estaba el agua, mientras ella cogía dos toallas.

"Alfred, la estás girando en lado contrario." le informó, refiriéndose al regulador de la temperatura, entrando al baño. Dejó las toallas, acercándose a Alfred para poner el agua caliente. "Ya esta." dijo echándose para atrás, "¿quieres entrar tú primero?"

"Vale." Dijo Alfred mordiéndose el labio. "Cierra los ojos."

Amaia sonrió, tapándose los ojos con las manos.

Alfred se acercó a la cara de Amaia para asegurarse de que no le veía.

Tras comprobarlo, se deshizo de sus pantalones y su bóxer, dejándolo en la esquina del baño.

Alfred volvió a mirar a Amaia para confirmar que no le veía.

Después se quitó la camiseta, entrando en la ducha. "ya estoy." dijo intentando calmar su respiración, mirando al techo. Alfred no se podía creer que estaba a punto de darse una ducha con Amaia... pero al mismo tiempo, no le apetecía tomarla con nadie más, por muy extraño que sonara.

Amaia se quitó las manos de los ojos, deshaciéndose rápidamente de toda su ropa.

Si hubieran hecho una competición, Amaia habría ganado por goleada.

Cuando estuvo desnuda entró al lado opuesto de la ducha en el que estaba Alfred, quedando frente a él.

"no mires." dijo Alfred tímidamente, girándose hacia Amaia.

Cometió un error al darse la vuelta.

Dios, Amaia se veía demasiado bien, pensó.

Gran, gran error Alfred.

Alfred se volvió a girar, quedando de espaldas a Amaia. Ella recorrió su cuerpo con la mirada, mordiéndose el labio. Estaba un poco desesperada. Para ser sinceros, hacia semanas que no tenían relaciones y esto era tentador.

Si pudiera hacerlo, haría el amor con Alfred, aun que sus padres estuvieran bajo.

"ven aquí." dijo Amaia, tocando la espalda de Alfred con sus fríos dedos, arrastrándole hasta el chorro de agua caliente. "Aquí se esta más calentito."

Alfred se giró mirando a Amaia. "si." rió tranquilamente, poniéndose frente a ella.

Estaba muy cerca de Amaia.

Su pecho y el de Amaia estaban a punto de tocarse.

Amaia sonrió, "¿me pasas el jabón?" dijo, señalándolo detrás de Alfred.

Alfred asintió. Se giró, cogiendo el jabón.

Amaia tenía la oportunidad delante de sus narices y no se pudo contener. Colocó suavemente su mano en el trasero de Alfred.

Alfred se movió, cubriendo rápidamente su parte trasera con sus manos. "no toques mi culo, es raro." dijo mientras se le escapaba una pequeña sonrisa.

Amaia sonrió descaradamente llevando su mano al pelo mojado de Alfred. "Pues yo creo que en realidad te gusta..." dijo, dejando que su mano se deslizara explorando la espalda de Alfred hasta llegar a su culo, dejando que sus manos se extendieran por las curvas de su suave piel.

De momento, Alfred no hizo nada para apartarle. Buena señal.

"Creo que simplemente te gusta mi culo e intentas decir que a mi me gusta que me lo toques para excusarte..." dijo apoyando sus manos en la clavícula de Amaia, bajando hasta su pecho, con jabón en las manos.