41. Esencia

2.4K 240 23
                                    

Cuando Sarah despertó de su siesta, ya era de noche. Le sorprendió lo mucho que había dormido dadas las circunstancias, pero su encuentro con el Jeque Mohammed la había dejado agotada física y emocionalmente. Revisó la hora en su teléfono y encontró un nuevo mensaje.

Hamdan
Llegué a casa pero estás dormida. Estaré en la terraza.

Sarah se refrescó en el baño y fue a buscarlo, completamente dividida entre lo que tenía que decirle y querer abrazarlo como nunca lo había hecho antes. La puerta de la terraza estaba a medio abrir y empezó a escuchar la voz de Hamdan mientras se acercaba.

Lo vio hablándole al teléfono como si estuviera en modo de altavoz, pero no estaba hablando, estaba recitando un poema, probablemente grabándolo. Sarah solo alcanzó a escuchar los últimos versos antes de que terminara. Sin que él notara su presencia, salió a la terraza.

"Es hermoso." Le dijo ella.

"Hola." Él sonrió, viéndose gratamente sorprendido.

"Hola." Sarah lo abrazó por la cintura, dejando que el lado de su cara descansara sobre el pecho de Hamdan.

Hamdan le besó la cabeza mientras su mano le acariciaba la espalda a Sarah.

"¿Para quién es ese poema?" Preguntó ella, escuchando los latidos de su corazón.

"Para una chica que me gusta."

Sarah rió y levantó la mirada para verlo. "¿Escribiste un poema sobre mi?"

"He escrito varios poemas sobre ti." Admitió él.

"¿Y cómo es que nunca he escuchado ninguno?" Protestó ella, dando un paso hacia atrás.

"Bueno, pues ahora puedes." Mitigó Hamdan, revisando su teléfono.

"¡No!" Exclamó Sarah, empujando el aparato hacia abajo. "Quiero escucharlo de ti."

"De acuerdo." Hamdan la tomó de la mano y la llevó hacia la orilla de la terraza.

La luna llena brillaba sobre la hermosa Dubái mientras Sarah colocaba ambas manos sobre el barandal. Hamdan se puso detrás y posó sus manos sobre las de ella.

"Cierra los ojos." Instruyó Hamdan.

Sarah lo miró sobre el hombro. "¿Por qué?"

Él se inclinó hacia atrás. "¿Quieres escucharlo o no?"

"Está bien." Contestó ella molesta.

Sarah cerró los ojos mientras que Hamdan pasó su largo cabello al hombro izquierdo y Sarah sintió la barba junto a su mejilla derecha. Él comenzó a recitar los versos con la cara posada sobre el hombro de Sarah y su voz profunda la envolvió como una suave brisa de verano.

¿Quién te ama igual que yo?
¿Quién trata de amarte igual que yo?
No, no hay nadie excepto yo.
Eres la luz de mis ojos
Y eres mi vida y mi placer.
Eres el cuerpo de mi esencia
Y la esencia de mi cuerpo.
Eres mi mirada, mi haz de luz y mi esplendor
Y eres el fuego cuando mi amor se estanca.
Eres mi tiempo, mi desvelo, mi aflicción y mi paciencia.
Eres mi consuelo, mi aliento y mi amada.
Y eres tú el primer amor,
No existe nadie antes de ti
Y no hay nadie después de ti.
El amor nos une y si estás aquí,
Acércate, yo nunca estaré muy lejos.

Pequeños escalofríos subía y bajaban por la espalda de Sarah con cada verso. Cuando Hamdan terminó, ella se recargó sobre su pecho y los brazos de él la envolvieron.

Hamdan le besó la sien. "¿Te gusta?"

"Es lo más increíblemente hermoso que has hecho por mi, Hamdan."

Promise This (Versión Español)Where stories live. Discover now