Promise This (Versión Español)

49. Renuncia

La agenda de trabajo estaba dejando agotado a Hamdan. Los días antes del Ramadán eran siempre más ajetreados de lo normal y su falta de concentración no le estaba ayudando. No podía sacarse a Sarah de la cabeza, a pesar de que las llamadas y mensajes habían cesado desde la última vez que la vio. Se sentía perdido de nuevo, paralizado por el miedo, algo a lo que no estaba acostumbrado y que no estaba seguro de cómo superar.

Durante el almuerzo, les hizo una llamada de último minuto a sus amigos para invitarlos a un viaje de pesca, pensando que le ayudaría a aclarar su ideas. Pasarían la noche en unos de sus yates para así estar listos temprano a la mañana siguiente. Todos parecían particularmente entusiasmados, dado que Hamdan los había estado relegando durante los últimos días.

Para el momento en que el helicóptero los dejó en el yate, el sol se estaba poniendo y Hamdan estaba exhausto. Hizo una pausa para mirar el cielo color naranja sobre el mar y publicó una foto del paisaje antes de irse a su suite. No tenía planeado quedarse allí, pero no pudo juntar la energía suficiente como para sonreír y salir de nuevo. AJ le envió un mensaje de texto avisándole que la cena estaba lista, pero Hamdan le dijo que se iría a la cama sin comer. Su cena se redujo a una manzana que tomó del frutero en su habitación y una botella de agua.

Después de eso, se quedó dormido y descansó profundamente hasta que el mismo sueño de Sarah en el desierto lo despertó nuevamente. Miró su teléfono y eran más de las 5 de la mañana. Como solía hacerlo, esperó a que su respiración volviera a la normalidad y salió de la cama. Su camiseta interior húmeda se fue al cesto de ropa sucia y salió de la suite para ver el amanecer.

Recargado en el barandal en la espaciosa cubierta delantera, tomó el teléfono y comenzó a ver las fotos de ella una vez más, mientras que los primeros rayos de sol del día entibiaban su espalda. Ya ni siquiera tenía idea de lo que estaba haciendo, no había forma de olvidarla. Necesitaba a Sarah de vuelta pero algo no parecía estar bien. Podría preguntarle de nuevo, aunque pensó que sería una tarea infructuosa, era eso o tendría que hallar la forma de dejarla ir.

"¡Buenos días!" Ali Essa, su fotógrafo personal, sonrió con una cámara que le colgaba del cuello.

Hamdan apagó la pantalla y regresó el teléfono a su bolsillo. "Buenos días."

"¡Pensé que sería el primero en levantarme!" Dijo Ali.

"De hecho, voy de regreso a mi habitación. Ya no estoy de humor para pescar."

La sonrisa de Ali fue reemplazada por un ceño fruncido. "¿Por qué?"

"Está todo bien." Afirmó Hamdan. "Diles a todos que se vayan sin mi."

"¿Estás seguro?"

Hamdan asintió, le dio una palmada en el hombro a Ali y caminó de vuelta a su cuarto. Se dio un largo baño, con él parado bajo el agua tibia casi todo el tiempo. Las cosas no iban a ponerse más fáciles, encontrar la forma de dejar sus dudas y miedos atrás era la única opción. Se puso una camiseta blanca, pantalones deportivos grises y se dejó caer boca abajo en la cama.

Miraba su teléfono cada vez que timbraba, esperanzado en recibir algo de ella, pero todo era acerca del trabajo. Se dio la vuelta, abrió la conversación de Sarah en el teléfono y pensó en qué decir.

¿Cómo estás?

"Que pregunta tan estúpida..." Masculló, borrando las palabras.

Quizás, el simple hola que siempre intercambiaban podría funcionar. Respirando hondo, escribió las cuatro letras, su pulgar flotaba sobre el botón de enviar.

Tal vez debería llamarla...

Hamdan fue interrumpido por un mensaje de Salem. No los recibía muy seguido y sintiéndose tan indeciso acerca de qué hacer con Sarah, optó por revisar el mensaje.