Promise This (Versión Español)

47. Frágil

¿Qué ganas con decirme que soy yo?
Si ya partiste en dos mi corazón.
¿Qué ganas con pedirme que me quede?
Si cuando esté ahí tú no estarás...  

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"¡Se te acabó el tiempo, señorita!" Anunció Bri desde el otro lado de la línea.

Sarah estaba acostada en la alfombra, sosteniendo el teléfono en su oreja y cubriéndose los ojos con el brazo libre. No quería recibir la llamada de su madre sabiendo que aún no podía contarle la verdad.

"Lo sé, mamá." Sarah arrastró la voz igual que los minutos se arrastraban en el reloj desde que volvió a Dubái.

Una semana más de absoluto silencio de parte de Hamdan. De acuerdo con sus publicaciones más recientes, aún seguía en el Reino Unido y Sarah se había mantenido reclusa en su apartamento. Esta vez, sus amigas no habían podido convencerla de salir, pero al menos sus diseños habían dejado sufrir debido a su miseria. Era lo único que tenía para pasar el tiempo y decidió enfocarse en ello. Después de todo, necesitaba asegurar por lo menos uno de sus trabajos.

"¿Entonces?" Insistió Bri.

"Nada salió como lo había planeado, ¿de acuerdo?" Explicó Sarah. "Y ahora toda mi situación está en espera."

Bri suspiró profundamente. "¿Qué situación, Sarah? ¡Me está costando trabajo dormir por esto! Tienes suerte de que tú papá esté tan ocupado estos días."

"Lo siento, mamá. De verdad." Sarah descubrió sus ojos y apretó el moño con el que había sujetado su cabello. Se sentía mucho más pequeño desde su visita al salón con la abuela Fay. "Te prometo que serás la primera en saber cuando todo se arregle."

Bir gruñó y Sarah casi podía ver a su mamá negando con la cabeza, siempre hacía ambas cosas para mostrar descontento. "¿Cómo va tu entrenamiento, entonces? ¿Podemos hablar de eso?"

"¡Genial!" Mintió Sarah, en realidad no planeaba regresar a entrenar hasta hablar con Hamdan primero. Todos en los establos creían que ella seguía en Texas. "Princesa es un amor, como siempre."

"Que bueno. ¿Por qué no me mandas una foto mañana?" Solicitó Bri, en forma casi desafiante.

Sarah quedó boquiabierta.

¿Acaso ella sabe algo? ¡Argh! Las mamás siempre saben...

El llamado a la puerta la salvó de la incómoda situación.

"¡Llegó mi cena!" Le dijo a Bri, poniéndose de pie para buscar su cartera.

"Okey, te dejo entonces." Retrocedió Bri. "Solamente ten--"

"Tendré cuidado, mamá." Interrumpió Sarah, buscando en su bolso.

"Te quiero."

"Yo también te quiero. Saluda a papá de mi parte." Dijo Sarah, sacando por fin la cartera.

Rooster hacía círculos por la puerta, nunca se había visto tan emocionado por comida china. Sarah abrió la puerta y la respiración se le cortó cuando lo vio ahí parado. Hamdan miraba al piso y le tomó un par de segundos el levantar la cabeza. Llevaba puesta su gorra F3 favorita, camiseta negra y shorts grises.