17.

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Aitana.

No era la segunda vez pero podía tomarse como tal ya que era nuestro segundo encuentro, y fue tan hermoso como la primera vez, incluso lo superaba en sensaciones. De a poco nos íbamos conociendo y nos demostrábamos lo que nos gustaba y lo que no, Santiago era como un pedacito de cielo exclusivo para mí y mirarlo, tocarlo, besarlo y sentirlo era como sentirme parte de él. No entendía cómo lograba hacerme olvidar de todo, mi cansancio por la semana era agobiante y llevaba de una carga emocional mucho peor, pero volver a verlo y tener nuestro momento para disfrutarnos me hacía sentir plena y que no tenía que pensar en más que no fuera nosotros.

—Hoy Lupe me preguntó qué era una mamá. —me contó y yo abrí los ojos perpleja. —Fue rarísimo.

— ¿Y qué le dijiste?

—Que ella solamente tenía papá, y sí fue un poco estúpido pero no sabía qué decirle.

—Pero está bien, es la verdad ¿no?

—Sí pero siento que tendría que haber sido más... sensible y no tan directo, ella igual no lo tomó así, no creo que lo haya entendido y eso es lo que me preocupa.

—No la subestimes, quizá lo entendió y no le causó gran impacto, no es tan malo... yo crecí sin un papá y nunca me pareció necesario, mi mamá abarcaba todo lo que podía y eso hizo que yo no sintiera la necesidad de tenerlo.

—Pero vos sabías que tu papá estaba en el cielo, sí tenías un papá que te quería y deseaba conocerte, fue un accidente que no se dieran así las cosas.

—No hay diferencia con lo que le pasa a Lupe, no sabe lo que es tener una mamá, yo no sé lo que es tener un papá, y es mentira que necesitas la imagen, porque vos nunca vas a entender lo que les compete a cada uno si siempre lo viste de uno solo. —le dije pero hablaba desde mi experiencia, yo no lo sentía una necesidad y puede que Lupe tampoco, menos teniéndolo a él como papá siendo que era perfecto.

— ¿Y en el jardín, en el colegio, cómo hacías los días del padre o cuando tus amigas hablaban de sus papás?

—En el jardín ni me acuerdo y en el colegio... no sé, no es nada extraño tampoco, muchas personas no tienen papá o mamá, ya no hay mucho de la familia tradicional porque hasta hay parejas con hijos separados y es sumamente normal.

—Sí puede ser, es que me preocupa que ella la pase mal cuando sepa que su mamá no la quiso tener, y no tengo ningún contacto tampoco por si quiere saber de ella.

— ¿Te acordas el momento en el que tus papás te dijeron que te adoptaron? —pregunté para intentar hacérselo ver con la misma normalidad, él frunció el ceño y negó. — ¿nunca te sentaron y te dijeron que te adoptaron?

—No recuerdo que me hayan sentado, desde que tengo uso de razón sé que no estuve en la panza de mamá porque es lo que ella decía, pero que aún así llamaron a la cigüeña como todos los papás.

—Y bueno ves, nunca fue un trauma para vos enterarte que tus papás biológicos no te pudieron tener, lo que tenías te bastaba y no lo sufriste porque nunca te hicieron sentir diferente, sos su hijo sin importar qué... Estoy segura que a Lupe se lo vas a hacer vivir con la misma normalidad y el día que ella pregunte por su mamá, o qué pasó con ella, va a entender que no la necesita, que no fue, es ni va a ser necesaria en su vida porque vos siempre ocupaste todo y no dejaste ningún huequito para que se dude de eso.

—Supongo que lo va a entender, yo creía que lo tenía asumido y lo iba a tratar con toda la naturalidad posible, pero no te puedo explicar lo mucho que me asusté cuando ella lo preguntó... o sea, tiene tres años, ¿cómo puede ser tan inteligente y asimilar las cosas sin sentirse mal o... no darse cuenta de la magnitud que quizá tiene?

Más de Dos.Where stories live. Discover now