Capítulo XVI.

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   Sabía que todo no era del todo sincero. Más bien sus disculpas era algo raro, y me di cuenta que había algo detrás de ese 'lo siento'.

   —¿Dinero?

   —No —él negó con la cabeza—. Es... es algo más sencillo, por decirlo así.

   —¿Qué es?

   —Pero antes tienes que decirme que sí lo harás.

   —No puedo decir eso sin antes escucharte —refuté—. Dime. Yo haré todo lo posible por ayudarte.

   —Hoy tengo una reunión en el colegio; ya sabes, esa reunión de maestros. La vez anterior llevamos a Mary y a Heather para que la cuidara una amiga de Linda, pero Heather no se la lleva muy bien con su hija, así que pelearon. El favor es... para ver si podías llevar a Heather a tu casa en la tarde. Será sólo un par de horas; prometo que a las cuatro estaré ahí para buscarla, ¿sí? Así ella juega con Julian y no estará aburrida.

   —Oh, claro. Sí. No habrá problema. De todos modos a Julian le va a gustar.

   —Gracias.

   —Pero... me extraña que me pidas eso a mí porque, según tú, yo soy un mal padre.

   —Bueno —titubeó—. Digamos que en las últimas semanas me has demostrado lo contrario. De todos modos sólo serán unas horas y ya. Heather no es una niña que pida mucho, ni que moleste. Mientras tenga unos juguetes y a Jude, estará bien.

   —¿Sólo eso?

   —Sí, sólo eso —frunció el ceño ligeramente—. ¿Qué creías que era?

   —No lo sé—encogí los hombros y solté una pequeña risa—. Creí que tal vez me ibas a pedir el favor de darte una velada romántica —comenté, nada más para verlo molesto.

   Él no tardó en soltar un bufido.

   —Sí, sobre todo eso, John. Qué considerado de tu parte.

   —Me gusta verte molesto —le dije—. Eres muy lindo.

   —Soy lindo de todas formas y maneras... ¡y no te atrevas a negar la realidad!

   —No estoy negando nada.

   —Uhm, bueno...

   —Oye, Paul.

   —¿Qué quieres?

   —¿Qué harás el fin de semana? —formulé.

   —Nada. ¿Por qué? ¡Oh, sí: estar con mi esposa!

   —¿No puedes no estar con ella?

   —¿Para qué?

   —Pues... no sé...

   —Mira, John —hizo énfasis en mi nombre—. Si estás buscando cobrar el favor que te pedí, mejor no lo hagas. Yo busco a otra persona.

   «Dile que no —pensé—. Si él te humilla y te dice un montón de cosas feas, que resuelva él sólo. No lo ayudes. Tienes que hacerte el rogar. Recuerda lo que dijo Denny: no lo llames, ni lo busques. Dile que no de una vez.»

   —No, Paulie. No estoy buscando cobrarte el favor. Tú sabes que lo hago con todo gusto.

   —¿'Paulie'?

   —¿Prefieres que te diga 'nalgón'?

   —¿Sabes qué, John? Mejor cállate, ¿sí?

   Agarré la taza de café y di un sorbo, degustando el agradable sabor que tenía el café expreso y con poca azúcar.

Your Heart is all I have ➳ McLennonWhere stories live. Discover now