Capítulo XXXI

1.5K 116 26
                                    

POV AMAIA

Estaba en mi cama tumbada, con los ojos llorosos, los recuerdos de anoche venían a mi mente como dagas que se quieren clavar en mi pecho. Todo era tan perfecto y bonito para ser verdad, con él me sentía como si estuviera viajando a la luna, pero cuando la realidad hizo acto de presencia, la caída a la tierra dolió más que nunca. Mi guitarra ahora mismo era mi mejor compañera, esa con la que podía expresar mejor mis sentimientos y es que ahora mismo había caído en el pozo más hondo que se pudiera encontrar. Hice los primeros acordes y toqué una canción que nunca pensaba que llegaría a tocar.

 He estado recordando los momentos que te di

Cuántos tu me diste y porque ahora estoy aquí

Los días de playa, las bromas, las cenas, el juego de las cartas, las fiestas del pueblo...

Sentada en el suelo pensando que te quiero

Que te quise tanto, y que tu amor me es necesario

Me había costado pero ahora mas que nunca sabía que le quería y que por eso me estaba doliendo tanto

Déjenme llorar

Quiero sacarlo de mi pecho

Todo el dolor que tengo

Con mi llanto apagar

Este fuego que arde adentro

Olvidarme de todos los problemas

Déjenme llorar

Quiero despedirme en silencio

De lo feliz que he sido junto a él, aunque solamente fuéramos amigos

Hacer mi mente razonar

Que para esto no hay remedio

Me mintieron y me engañaron

Fueron tan bellos encuentros

Amarnos sin miedo

Pero con miedo del futuro

Eres tu la noche y yo tu sueño

Nos complementamos

Tu mi cuenta cuentos

Te olvidare te lo juro, lo siento

Lo conseguiré

Tu amor me hace daño

Y esto no puedes ya arreglarlo

Es imposible cambiar los hechos

Pero amor como el mío no hallarás por ahí

Te has equivacado 

Porque este amor apuesta hasta por mi

Déjenme llorar

Quiero sacarlo de mi pecho

Con mi llanto apagar

Este fuego que arde adentro

Déjenme llorar

Quiero despedirme en silencio

Hacer mi mente razonar

Que para esto no hay remedio

Déjenme llorar

Terminé la canción llorando, como una niña pequeña cuando le roban algo, y es que a mi me habían robado el corazón y el dueño de él ahora mismo debe de estar con sus amigos tranquilo. 

El verano de nuestras vidas -ALMAIAWhere stories live. Discover now