Capítulo XXXII

2.3K 105 34
                                    

POV MIRIAM

- Se lo tendríamos que haber dicho -dijo Aitana. Cepeda, Roi, ella y yo estábamos sentados en la terraza de mi casa esperando a que mi tía bajara de hablar con Amaia

- Pero prometimos que no lo haríamos -dije 

- Pero sabíamos las consecuencias, y ahora como tontos nos las estamos tragando -dijo Cepeda

- Alfred no me coge el maldito móvil -dijo Roi tirando el aparato electrónico encima de la mesa- ¿Que coño paso entre ellos para que ahora este totalmente desparecido del mapa?

- No lo se, pero cuando salió Alfred de casa estaba hecho una fiera -hice una pausa- me recordó al viejo Alfred el que fue 1 mes antes de que llegara Amaia, a parte las madres estaban completamente destrozadas sobretodo Javiera

- Chicos, podéis podéis subir ya -dijo mi tía

- ¿Cómo está? -pregunté preocupada

- Creo que le he aclarado muchas cosas, pero ahora os tiene que perdonar -dijo acariciándome la mejilla

- ¿Lo hará? -habló Aitana abrazándome 

- Es Amaia, sigue siendo la niña que tiene un corazón que no le cabe en el pecho -miro a los chicos- vosotros ahora más que nunca la tenéis que animar, ya ha perdido a un chico del grupo, no os puede perder a vosotros

- ¿A Alfred? -preguntó Roi confundido

- No me refiero a él -dijo rápidamente al ver que nos habíamos confundido- hablo de Raoul, le he enseñado fotos de cuando eran muy amigos y le he contado alguna historia, le ha afectado el ver que una persona que era tan importante ya no esta con ella y nunca se despidieron como tocaba -todos cambiamos la expresión al recordar la muerte Raoul- por eso necesita a sus dos hermanos mayores traviesos para que la animen

- ¿Y con Alfred que hacemos? -preguntó Cepeda

- ¿Aún no ha aparecido? -dijo Javiera con lástima

- No, no me coge las llamadas -respondió Roi

- Bueno es que lo de Alfred está complicado pero creo que ella ya tiene decidido que hará -miró la hora de su reloj- bueno será mejor que vayáis a hablar ya con ella 


Toqué a la puerta y abrí lentamente, para ver a una Amaia débil, con bolsas en los ojos de tanto llorar y mirando un álbum de fotos. Todos entramos tímidamente, Cepeda y Roi se sentaron en la cama con ella, uno en cada lado, Aitana se sentó a sus pies y yo cogí una silla. Los chicos cada uno le dio un beso y le pidieron disculpas, Aitana se abalanzó sobre ella para darle un cálido abrazo, pero yo no hice nada solamente la miré y ella ya entendió que lo haría más tarde cuando ellos no estuvieran. 

- Lo sentimos -dijo Aitana

- Te lo queríamos decir -empezó Roi

- Pero mi madre os pidió antes de que viniera yo de que no dijerais nada y que os comportaseis como si no me conocierais -terminó mi prima- lo se chicos, no hace falta que os disculpéis. Tendría que haberme dado cuenta, no era normal que tan rápido me cogierais tanta confianza y me tratarais como una más de la familia

- Tu no eres una más, tu eres una chica de la familia, eres la hermana que nos faltaba para estar todos juntos -dijo Aitana

- Pero ahora nos falta uno -dijo Amaia, quitándose una pequeña lágrima traviesa- ¿Cómo se puede echar de menos a una persona, de la cual no te acuerdas casi?

- Porque los recuerdos son tan fuertes que pueden conseguir esto -dijo Aitana

- Pero nos faltan dos -dije sin poderme callar, todos me miraron asustados, menos Amaia que me miró con cara de pena- ¿Nos vas a contar que ha pasado para que no sepamos nada de Alfred desde ayer por la noche? -me enfadé un poco ya que estaba muy preocupada por él

- Nos enfadamos -dijo secamente

- ¿Así sin más? -me levanté de la silla- Por dios Amaia, ayer en la discoteca os estabais comiendo la boca, que un poco más y os llevamos a un hotel. Por fin dejabais atrás vuestros malditos miedos, y vuestra felicidad solamente duró unos minutos 

- No todo es tan fácil -dijo enfadada

- ¿El que no es tan fácil?¿Dejar de ser una niña pequeña y afrontar los problemas de cara? -me quedé callada- ¿Sabes yo creo que lo que paso en esta casa ayer no fue normal? Porque no es normal llegar y ver como Alfred sale de aquí que parece que va a matar a alguien, y luego entrar y ver a todas las madres con los ojos llorosos 

- Vale si la cagué, le dije cosas que no debía -se levantó y lo chilló- me mintió, joder me mintió 

- Y nosotros, pero a nosotros ya nos has perdonado -dije chillando- ¿Quieres decir la verdad por una vez en tu vida y decir las cosas en voz altas para que así tu ya las puedas admitir?

- No -chilló

- Que lo digas, que dejes de ser una cobarde -las dos no bajábamos el volumen

- ¿Que quieres que te diga? -volvió a preguntar encarando a mí

- La verdad -nuestros amigos nos miraban preocupados

- La maldita verdad es que le odio, le odio por haberme enamorado, cada cosa de él me vuelve loca y por eso lo odio, porque soy incapaz de verme separada de él. Porque eso no es bueno, me voy a ir de aquí 4 días y él seguirá con su vida como yo con la mía. Y no puedo estar perdidamente enamorada de una persona a la que no podré ver -terminó de chillar y de mi solamente apareció una sonrisa al ver que le había sacado lo que tanto tiempo había estado escondiendo

- Sabes, aún tenéis cuatro días parad disfrutar del mejor verano de vuestras vidas, porque él mío lo ha sido. Poder volver a estar todos juntos ha sido un sueño hecho realidad. Deja el maldito orgullo y ves a buscarlo porque tú lo encontraras seguro. 

- Madre mía, he sido una completa tonta -dijo dando vueltas por la habitación- dile a tu madre que no vendré a comer -y dicho esto salió de la habitación corriendo 

- ¿Cómo has sabido que lo conseguirías? -preguntó Aitana

- Conocemos a Amaia y todos sabemos que hasta que no suelta sus sentimientos no piensa con claridad -dije mientras todos mirábamos la puerta, por la que una chica había salido a rescatar a su amigo de toda la vida

- ¿A donde va? -preguntó Roi

- No lo se, pero seguro que lo encontrará. Amaia es la única que lo puede hacer.

________________________________________________________________________________

Hola lectores, 

Estoy feliz así que os dejo un regalo de noche, parece que las cosas se están arreglando. Miriam ha sido capaz de abrirle los ojos, pero no os confiéis puede ser que no todo termine como un cuento con un final feliz. Ya lo veremos en el próximo capítulo. ¿Amaia lo encontrará?¿Alfred y ella arreglaran las cosas?¿Olvidarán todo lo malo que se dijeron? 

Muchas gracias a todos, 

Os leo siempre

Un abrazo.

El verano de nuestras vidas -ALMAIAWhere stories live. Discover now