¿Qué siento? pt.2

4.4K 264 68
                                    


Continuación del primer fic "Teorías de Amores Villanos".

La de arriba es una portada alternativa, no la utilicé debido a que no se tratará de esta escena en particular, pero si tendrá importancia en el relato más adelante.

Referencia a Black Hat como la peste negra, por "bloody-ho" en twitter / "bloodalchemist" en tumblr:

Referencia a Black Hat como la peste negra, por "bloody-ho" en twitter / "bloodalchemist" en tumblr:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y una posible en el show:

Gracias por abrir la obra y disfruten su estadía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Gracias por abrir la obra y disfruten su estadía. ♡

. . . . .

Su cálido cuerpo de humano... su ESTRESANTE voz..

—¡¡YA DESPERTÓ!!! —El científico gritó sollozando, estrujaba la gabardina de su señor apretando su cuerpo contra el otro con fuerza, estaba tan contento de saber que su jefe y persona de admiración y cariño se encontraba ahora bien. Y por fin, consciente.

—Pero qu- ya-...¡SUÉLTAME! ¡¡SUÉLTAME!! ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! —Black Hat vociferó, inmóvil y no sabiendo qué hacer en ese momento. Nunca se había sentido en un abrazo cálido..así, de esa manera que lo hacía sentir de una forma completamente nueva. Su subordinado se desprendió y respondió con alegría.

—¡SÍ- sí señor! ¡Perdón! estoy muy feliz de v-verlo--VERLO vivo... — rió nerviosamente, tratando de contener su sonrojo y emocionada voz.—..Ah q-que.. que susto me dio.

—¿Q-QUÉ? Claro que estoy viv--..vivo. — el demonio respondió con algo de inquietud, desviando su mirada para su pecho, con vergüenza abotonando su camisa.—Mi pecho..qué--

—¡ERA! E-era un artefacto para medir su ritmo cardiaco, mi señor. Black Hat. — su nervioso doctor respondió, ganándole la incómoda interrogante.

—Pues.. mi pecho, se siente extraño. Y seguro es debido a ESA cosa. -Exclamó por, llamemosla, 'aquella cálida y nueva sensación en su pecho difícil de identificar'. Volvió la mirada a los ojos del científico, bastante punzante y penetrante como era de costumbre para Flug, otro día tal vez hubiese salido corriendo o rogado por su vida pero esta vez el doctor se le acercó, haciendo que el demonio pestañée y abra los ojos en sorpresa ante la acción fuera de lo común.

—¿Qué siente? —Genuinamente, Flug estaba concentrado, preocupado y dispuesto a ayudar en cualquier cosa para remediar la condición de su jefe, lo cual confundió a Black Hat.

—¿Q-qué? Pues siento maldad, ¿qué más? —Contestó engreído, causando al doctor que rodara los ojos incredulamente con una pequeña risa.

—Eso no, me refiero a cómo se siente físicamente, ¿qué siente en su pecho?. —Le preguntó una vez más, señalando a su interrogante.

—Pues ni puta idea, ¿no se supone que tú eres el doctor aquí y debes saberlo? —Respondió encogiéndose de hombros y alzando los brazos en tono de burla. Solo causando otra risa de parte del doctor, de nuevo confundiendo a su jefe. —¡¿De que TANTO te ríes?! No es gracioso que seas tan incompetente.

—Le traigo su desayuno enseguida ¿si? pídame lo que guste jefecito. —Flug le cambió el tema tiernamente y sin reclamarle, desde hace mucho ni le importaba que le dijese incompetente u otra cosa similar, ya sabía quién era el más listo de la mansión y su jefe implícitamente lo había admitido. —Espero esté cómodo en la cama que le traje.

El sabía muy bien que Black Hat solo se había encontrado enfermo un par de veces, pero no de la forma en que estaba ahora. Era de cierta forma adorable, que no supiera ni explicar lo que sentía, que estuviese tan confundido con sus sensaciones. Exactamente lo mismo le pasaba al doctor en la parte sentimental.

Su jefe, efectivamente, estaba más confundido que nunca. —Me..¿me trajiste aquí? ¿y esto? ¿y me estas cuidando? —Le preguntó perplejo, haciendo una pausa para mirarse a sí mismo, a la cama con gráficos de nebulosa y estrellas, y luego de vuelta a su subordinado.—¿Por qué?

—Pues le mandaron una carta, la inspeccioné y parece que estaba perfumada junto con una rosa sembrada por un héroe. — hábilmente el científico sacó de su bolsillo el objeto al que se refería. No había interpretado la pregunta de su jefe de la forma en que este esperaba, pero no le dijo nada y dejó al doctor continuar. —La carga de bondad y afecto de esta flor parece haberle causado una reacción alérgica aguda, jefecito.

—¿Es en serio? No seas idiota. -Se burló, haciendo que el científico frunza el ceño y lo mire con la misma expresión burlona e incrédula de su jefe. -Una tonta flor no puede hacer tal cosa en mi ser, ¡YO era la mismísima peste negra! soy un demonio todopodero--.

Las palabras de Black Hat fueron interrumpidas por un aroma fuertísimo, Flug ya había sacado la flor de su plástico y agitado frente al "demonio todopoderoso".

-¡Maldita sea, cómo apesta!- Tosió el ensombrerado, sintió su garganta ajustada y tapó su rostro con su gabardina para no aspirar más de ese aire que le causaba alergias.- ¡COÑO, YA ESTA BIEN! ¡¡TE CREO!! ¡ALEJA ESA COCHINADA!

El doctor se ocultó una risa al comprobar su teoría satisfactoriamente, volviendo la flor a su contenedor y se levantó para darle espacio a la incrédula criatura. -Lo destruiré enseguida, ¿va a querer lo de siempre para su desayuno?

—¡Pero claro, y apurate! —Le exigió, el doctor ya estaba apunto de abrir la puerta de salida cuando este le dio otra orden. -El café que sea bien cargado, amargo y caliente. Y si le pones azúcar, te lo LANZO encima.- Amenazó levantándose de la cama y avergonzadamente sosteniendo sus pantalones para buscar su correa de nuevo y dirigirse al baño, se estaba guardando preguntarle al doctor por qué su correa estaba tan lejos en el suelo para luego interrogarlo.

-A mi me gusta así también. -Sin pensarlo le respondió, volviendo su mirada hacia su jefe quien ahora estaba torpemente acomodándose su correa con gruñidos molestos y algo que parecía un sonrojo en su rostro. El rostro de Flug se puso colorado, de un rojo intenso que hasta se notaba a través de su bolsa, abrió la puerta apuradamente y se retiró del laboratorio antes de que Black Hat le respondiera o siquiera le devolviera la mirada. Aquella escena, inevitablemente, le hizo pensar cosas sucias... muy, muy sucias .

El pobre genio malvado ahora estaba agitado, y muy frustrado sexualmente . Sus piernas temblaban y sus pensamientos iban por lugares recónditos de su imaginación.

Teorías de Amores Villanos pt.2Where stories live. Discover now