Mesa para dos (tontos)

893 112 53
                                    


Solo quisiera felicitar a todos por la paciencia en el relato, pues me emociona mucho más a mi que a ustedes el que PRONTO llegue a su climax.

Hago referencia a que en una ocasión Alan menciona que Flug tiene 24, y en otra 27.

Los quiero infidades, lectores ♡ y les deseo un día estupendo.


. . . . .


Flug se sostuvo de las rodillas al reir, no paraba, y no quería que acabara tampoco. No se había reído así en tanto y mucho menos escuchado a su jefe carcajear de una forma más sincera que maligna.

Era una risa ronca, grave y le parecía que calzaba a la perfección con su semblante de villano. Su entrecejo no estaba tan fruncido como siempre, su rostro se había ruborizado al igual que el suyo y el doctor solo lo dejó de mirar al notar que este ya había abierto los ojos, y lo miraban embobado.

Flug sintió que su corazón iba a estallar, escuchaba solo sus latidos cual película de suspenso en el cine. Sus blancas pupilas se movieron nerviosas, su respiración se normalizaba al igual que la de su jefe, este riendo mucho más calmado y áspero.. desviando su cálida mirada al suelo antes de sentarse de regreso a la colcha.

La sonrisa del demonio no dejaba su rostro, incluso ahora que este se aclaraba la garganta y tosía fuerte, haciendo todo lo posible por recobrar su compostura de villano y jefe maligno, frunciendo punzante.

—Te doy un 4 por tu imitación a Cthulhu, ahora cúbrete rápido y no te quites la cochinada de bolsa, ¡¡que tiENES MIL COSAS QUE HACER Y TU CARA ME DA NAUSEAS!!. —culminó con un grito hostil, que fue recibido bastante bien, pues Flug le rió enternecido por su referencia al monstruo.

—¡PERO CLARO QUE SÍ, jefecito de mi vidasa!. —saludó con un gesto militar, recibiendo una mueca de su jefe. El doctor caminó rápido a su habitación, silbando como caricatura rubber hose.

Ya al llegar y practicamente entrar bailando a su habitación, cerró y empezó su festejo. Celebró su victoria saltando, dando golpes al cielo y pateando, como si hubiese ganado el premio gordo de una convención para ñoñ--ejem, científicos.

Mientras lo hacía, susurraba en gritos ahogados todo lo que se le venía a la mente:

—¡¡LO AMO TANTO!! ¡SU SONRISA, Y SU RISA ES--ES LO MÁS LINDO QUE--! ¿CREO QUE ME MIRÓ CON GUSTO? PSSHT, ¡FLUG, NO SEas tan BOBO! — empezó a caminar en círculos, gesticulando con los brazos y manos, reía nervioso mientras paraba para jugar con sus dedos.

—... Yyy si le pregunto ¿¡jefecito, y YO le gusto!? — se llevaba las manos al corazón con un respiro enamorado, balanceándose los pies.

Riendo, empezó a imitar la voz de su jefe. —¿Y si me dice "¡sí, idiota, pero CLARO que me gustas!"? — se rió aún más, dirigiendo sus pasos a su baño personal, abrió la puerta y empezó a bailar solo un poquito entre sus dulces tarareos. —... Me gusta tanto, lo quiero, lo quiero abrazar tanto y luego--. — se puso la bolsa encima, luego sus googles, viéndose finalmente al espejo. Deslizó sus dedos por la bolsa hasta llegar a las puntas, los meció con sus dedos como teclados y rió como un niño jugando.

Se sentía muy bien que se abrazó el pecho de tanto amor que sentía, giró para ir a su cama y se lanzó allí como si fuese una suave nube. Pero claro que le ganaba un poquito el miedo y tensión de no saber qué pensaba en verdad su jefe. Necesitaba un plan... y recordó los dibujos que aún tenía dentro de su bata.

Teorías de Amores Villanos pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora