Capítulo 11

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 POV ALFRED

La veo allí tirada en el suelo, desmayada y todos a su alrededor y siento que estoy a punto de acabar como ella. Intento relajarme dando vueltas de un lado para otro sin parar quieto hasta que siento como Javi se acerca y me da un abrazo, entonces es cuando me rompo y me pongo a llorar como un crio.

-Estoy bien, estoy bien-la oigo y me separo rápidamente del abrazo para mirarla.

-Ya viene el médico para...

-No, que estoy bien, no he desayunado ni nada, será eso-dice nerviosa y yo quiero acercarme y darle un abrazo, pero me mantengo en mi sitio sin dar ningún paso, mi cabeza gana a mi corazón, ¿desde cuándo he cambiado tanto?

-Van a hacerte un par de pruebas para estar tranquilos-dice Noe ayudándola a levantarse-el resto con los Javis y con los tonos.

Nos quedamos allí con los Javis hablando de la gala anterior, pero yo no puedo quitarme la imagen de Amaia cayendo al suelo, tanto que he olvidado que me toca cantar con ella esta semana y entonces siento de nuevo que todo se me viene encima de nuevo.

-Alfred, ¿Esta bien? -pregunta Javi y yo solo asiento, pero sin poder evitar las lágrimas.

- ¿Puedo salir un momento?

-Claro, ¿quieres que te acompañe?

-No, gracias-digo saliendo disparado de allí hacia el baño donde me encierro mientras dejo libre caer mis lágrimas, mientras intento tranquilizarme para que no vuelva esa presión como ayer, aunque no sé si voy a ser capaz.

Entonces escucho como golpean la puerta y me limpio las lágrimas.

- ¿Sí?

-Abre, soy yo-dice Ana al otro lado y aunque no quiero que nadie me vea así, tampoco quiero estar solo. Abro la puerta y Ana entra sentándose a mi lado.

-Estoy bien-miento antes de que pregunte y la veo asentir.

-Todos estamos preocupados. Pero estará bien, veras como dentro de poco esta aquí con sus tonterías-dice sacándome una sonrisa-Alfred, no sé qué os pasa a los dos, pero sé que te importa, verte ahora como estabas me ha demostrado que no me equivocaba contigo eres una gran persona Alfred y me alegro que poco a poco vayas mostrándolo.

-No quiero que le pase nada, tengamos el problema que tengamos que no tenemos ninguno-digo enseguida, pero veo una sonrisa en su cara-no quiero que le pase nada-digo bajando la mirada, porque tengo mucho miedo de que algo malo pudiera pasarle.

-Sera mejor que volvamos, verás como todo va bien-dice y yo asiento con la cabeza, pensando en cómo estará, pensando en que quizás me equivoque al quedarme el primer día, quizás si me hubiera ido, este dolor podía habérselo ahorrado a los dos.

Seguimos con la clase lo más tranquilos posibles y todos pasan a tomar tono menos yo, porque Amaia sigue sin llegar.

Nos sentamos a cenar y siguen sin llegar y la preocupación sigue aumentando y mi estómago se cierra por completo, pero no soy solo yo, todos estamos igual.

Cuando de repente veo como Aitana se levanta y sale corriendo enseguida por instinto me levanto dándome la vuelta, y la veo allí de pie, blanca casi como la pared, visiblemente agotada, pero si estaba aquí es que estaba bien ¿no?

-Hola chicos, Amaia está bien-dice Noe-solo está agotada y tiene que descansar, así que os pido que no la agobiéis mucho y la dejes descansar, mañana volverá a la rutina. Mañana tomaremos ya los tonos y os comentaré algo-dice mirándome y yo asiento mientras no dejo de mirarla, como si con ello pudiera ayudarla.

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora