Capítulo 36

1.3K 84 5
                                    


POV ALFRED

Entro en la habitación y las encuentro a las dos tumbadas en la cama sin parar de reír, y no puedo evitar sonreír, pero entonces me doy cuenta de que hace demasiado tiempo que no la veo así, y la culpa es mía, yo no he ayudado a que esa risa retumbara en esta Academia y eso me hace sentir mal. Pero entonces veo como mira hacia donde me encuentro y una sonrisa aparece mientras grita mi nombre.

-Alfreeeddd.

Me acerco con una sonrisa a la vez como veo como Aitana se levanta con una sonrisa pícara y sale de la habitación corriendo mientras se escucha su risa todo el camino y Amaix y yo nos miramos sin poder evitar reírnos también.

Me acerco mientras ella estira sus manos hacia mí con una sonrisa en la cara, parecía un bebe. Me siento a su lado mientras siento como nuestras manos se entrelazan.

-Me he despertado y no estabas-dice poniéndome morritos y no puedo evitar acercarme y besarlos consiguiendo una sonrisa por su parte.

-No quería despertarte, estabas muy mona. Tenía ganas de ducharme...en realidad era una necesidad-digo mirándole con una sonrisa y veo como se muerde el labio.

-Puf...a veces odio tener que compartir habitación con tanta gente.

- ¿A veces?-digo haciendo que un suspiro salga de su boca.

-Alfred...yo...-dice de repente poniéndose seria y me acerco más a ella casi pegándome a ella mientras coloco mi mano sobre su cintura. -Cuando volviste dijimos que íbamos a hablar...que teníamos una conversación pendiente...y aunque tengo miedo...creo que tenemos que hablar. No quiero dejar de decir algo y que eso al final lo joda todo-dice bajando la mirada y sé que aún tiene miedo, sé que a pesar de todo aún no se ha perdonado del todo por lo que paso.

-Vamos a hablar, tienes razón, no hemos sido muy bueno con las palabras...pero tenemos que hacerlo, aunque no quiero que nunca dejemos de hablar con la mirada-digo consiguiendo que levante la cabeza mirándome a los ojos y no puedo evitar sonreír-vamos a hablar pero nunca, nunca dejes de hablarme con la mirada ¿sí?-digo mirándola fijamente y veo como me sonríe con los ojos y eso me hace sentir mejor, porque su mirada siempre, siempre me diría mucho más de los que sus palabras lograrían nunca decir.

-Estoy nerviosa-dice mordiéndose el labio.

-No tienes que ponerte nerviosa-digo apretando su mano-si quieres puedo empezar yo-digo con una sonrisa y la veo asentir mientras vuelve a morderse el labio-primero quiero que sepas que te quiero, que te quiero como no he querido nunca a nadie-digo tragando saliva mientras la miro a los ojos y tomando aire para poder seguir-luego yo...hemos pasado por cosas duras...y ha sido muy difícil todo, pero lo importante que eso ya ha pasado, y yo al menos, he conseguido quedarme con lo mejor de lo que paso. Pero si no, no pasa nada, podemos empezar de nuevo, solo con esto-digo colocando mi mano sobre su pecho. -Podemos olvidar todo y solo dejarnos guiar por el corazón, si lo hubiéramos hecho antes...todo esto no hubiera pasado. No quiero nada de reproches porque no sirve para nada y porque creo que ya no tengo nada que reprocharte Amaix, en realidad nunca debí reprocharte nada-digo con una sonrisa mientras aprieto su mano-te quiero y voy a estar ahí siempre, pase lo que pase, porque sin duda junto a la música, eres lo mejor que me ha pasado en la vida-digo mientras siento como dos lágrimas caen por su mejilla. Se las limpio con una sonrisa y sin dejar de mirarle a los ojos continuo para que no le queden ninguna duda-Amaix, te quería antes de entrar, te quiero aquí dentro y te voy a querer fuera. Sé que no va a ser fácil, pero juntos sé que podemos hacerlo, déjame ser tu compañero en la vida, déjame estar a tu lado, y no, no necesitaré nada más-digo visiblemente emocionado y veo como se lanza para abrazarme.

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora