Capítulo 37

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POV ALFRED

El día ha pasado tranquilo hasta que todos hemos gritado felices cuando nos han dicho que nos van a poner esta noche una película. Cualquier cosa que cambie la rutina es bienvenida. Nos sentamos todos a cenar sin parar de hablar sobre cual va a ser la película que nos van a poner. Yo me siento al lado de Amaia y no puedo dejar de mirarla, desde la conversación del otro día todo ha ido genial entre nosotros. Ya sabia los reparos que tenía de que ser cariñosa delante de la gente, pero ahora ha pasado a otro nivel, entiendo que piense en la gente que estará al otro lado de esas cámaras, aunque a mi me cuesta un mundo no tocarla o besarla, porque he estado demasiado tiempo sin hacerlo como para conseguir frenarme ahora.

Coloco mi mano en su pierna y enseguida me mira con una sonrisa y me quiero morir, ¿Cómo era tan guapa? Aprieto aun más mi mano sobre su rodilla y acerco mi boca a su mejilla dejando un beso sacando una sonrisa de su cara y luego me mira y no hace falta que diga nada sé lo que se esta preguntando ahora mismo, y yo solo niego con la cabeza para que no se preocupe, no quiero nada en concreto, solo estar con ella.

Cuando nos dijeron que íbamos a ver una película, mil imágenes pasaron por mi cabeza. Aunque dijimos que íbamos a dejar el pasado atrás y que todo iba a ser como nuevo, no puedo dejar de pensar en aquel día que fuimos al cine, miles de imágenes vienen a mi cabeza...

Nos sentamos en las filas de atrás, apenas hay gente en el cine, pero casi lo prefiero, lo hace más intimo. La verdad es que yo quería ver una película en casa, algo tranquilos, sentados en el sofá de mi casa, pero ella prefirió venir al cine, decía que era mejor, que todo se veía distinto, pero los primeros problemas vinieron ya cuando yo insistí en que sin palomitas no era lo mismo y ella se quejaba porque no le gustaba la gente que comía en el cine. Al final gané y compré una de palomitas aunque ella estaba con los morros puestos, a pesar de decirme que le daba igual, sabia que no le daba igual. Eso me hacía pensar en que yo tenia razón y era mejor habernos quedado en casa.

Todavía no ha empezado la película y ya siento que podíamos estar mejor fuera. La miro con mi bote de palomitas encima he Intento bromear para hacerla sonreír.

-Amaix toma comete una-digo lanzándole una palomita.

-Alfred-se queja.

-Vamos coge alguna son muchas para mi.

-Pues no las hubieras pedido-dice cruzándose de brazos.

-Venga, aun no ha empezado la película, no vas a molestar a nadie-digo con voz de bebe y veo como su cara cambia, como se muerde el labio, sé que se muere por coger algunas pero solo por mantener su fachada aguanta-venga, aunque solo sea una por mi-digo acercándola a su boca y veo como me mira mordiéndose el labio hasta que una sonrisa vuelve a aparecer en su cara y abre la voca dejando que meta una palomita en ella y veo como la muerde sin dejar de sonreír, y me siento ganador, pero no porque haya comido, sino por haber podido ver esa sonrisa en su cara.

Al final termina cogiendo algunas más, hasta que empieza la película, entonces se pone recta y mira fijamente la pantalla sin quitarle la vista de encima. Yo en cambio, no puedo dejar de mirarla, era tan guapa. Entonces veo como se ríe por algo de la peli que me he perdido, pero aun así me río con ella mientras sonrió, verla reír es lo más bonito del mundo.

Me quedo toda la primera mitad de la película mirándola, como se echa el pelo hacia un lado, como sonríe, como se muerde el labio, como ladea su cabeza como cruza sus piernas, y me doy cuenta de que me esta volviendo loco con los gestos más simples del mundo. Miro a mi alrededor y apenas hay gente a esa hora en el cine y me hago el tonto mientras estiro mi brazo colocándolo sobre su respaldo consiguiendo que me mirara y la miro con inocencia. Veo como me sonríe antes de volver a la película. Y yo, lo intento, de verdad que lo intento, pero no consigo centrarme ni dos minutos en la película cuando de nuevo la estoy mirando. La veo morderse el labio y reírse y entonces no puedo aguantarme más. Me pego un poco más a ella y dejo un beso en su mejilla, veo como me mira sin entender nada y entonces dejo un beso en su cuello consiguiendo que se encoja y me mire pidiendo que me este quieto. Sonrió ante su mirada y vuelvo a lo mio. Me acerco dejando una caricia con mi nariz en su cuello sacando un suspiro de su boca y luego vuelvo a besar y morder su cuello consiguiendo que se altere por como su respiración cambia.

-Alfred-dice quejándose.

-Vale, ya paro-digo apartándome de ella e intentando centrarme en la película, pero ya estaba demasiado excitado como para lograrlo, pero no quería que ella se molestara así que hago todos mis esfuerzos para no mirarla. Hasta que de repente, siento su mano en mi rodilla y la miro y la veo con una sonrisa que me relaja, al menos no esta enfadada.

Estamos así un rato hasta que empiezo a sentir como su mano va poco a poco subiendo por mi pierna y la miro, ella está mirando hacia la pantalla pero puedo ver una sonrisita en su cara, sabe lo que está haciendo. Tomó aire me remuevo un poco y sigo mirando la película pero entonces su mano vuelve a descansar por mi pierna dejando un pequeña caricia y posándose en mi muslo en la parte de dentro y muy cerca de donde se estaba empezando a acumularse toda la sangre de mi cuerpo.

-Amaix-le advierto con un susurro que se parece más a un gemido que a un reproche, veo cómo se muerde el labio y se que es mi perdición, ya puedo hacer poco para que no se note lo que se está formando dentro de mis pantalones. Me remuevo algo incómodo y veo como ella hace lo mismo echándose un poco más hacia mí y moviendo de nuevo su mano por mi pierna. La miro de nuevo sin entender su juego, ¿Cómo había pasado de no querer ni un beso a esto? Me iba a volver loco. Cierro los ojos y vuelvo a intentar concentrarme en la película pero ella sigue a lo suyo acercándose cada vez más hacia donde más lo necesito y entonces cierro los ojos y disfruto de su contacto y me imagino que estamos solos, ella y yo tumbando en ese sofá que ahora más que nunca añoro y entonces su mano desaparece de mi pierna y escucho mucho ruido, cuando abro los ojos la película ha acabado y todo el mundo está saliendo. Veo como ella se levanta y mira con descaro hacia el bulto de mi pantalón con una sonrisa.

-¿Estás bien? ¿Puedes levantarte o...?-dice riéndose.

-Jaja, muy graciosa, está te la guardo-digo levantándome algo incómodo mientras me tapo como puedo con la chaqueta y ambos salimos de allí sin dejar de mirarnos y sonreírnos, con ganas increíbles de llegar a casa y acabar con lo que habíamos empezado.

Ese recuerdo hace que me ponga nervioso y cuando nos ponemos el pijama. Me acerco a ella para susurrarle al oído.

-¿Te vas a sentar conmigo?-digo poniendo morritos y veo como asiente con una sonrisa y yo ya estoy pensando en una manera para devolverle aquel día, y una sonrisa traviesa aparece en mi cara, una sonrisa que no pasa desapercibida para ella que ya me está pidiendo con la mirada que me comporte, aunque para nada sabe lo que le espera ni si quiera yo sabía lo que me esperaba a mi. 

CONTINUARÁ...

Mañana, la segunda parte, ¿Se vengará Alfred? ¿Le saldrá bien la jugada?

XXOO

Twitter: tamyalways

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