Capítulo 45

1.1K 83 6
                                    


POV ALFRED

En cuanto nos separamos los Javis dan la clase por finalizada y yo se lo agradezco a los dos porque ahora mismo necesitábamos estar solos. Agarro a Amaia de la mano y así juntos y sin pararnos vamos directos a la habitación, donde podamos estar tranquilos y solos para poder hablar de lo que acababa de pasar.

Nada más cruzar la puerta ya estamos abrazándonos de nuevo, fundiéndonos en uno mientras sus lágrimas siguen mojando mi camiseta, y sé que tiene miedo de que yo me enfade o algo, pero para nada estaba enfadado no tenía derecho a estarlo.

Tiro de su mano sentándome en su cama apoyando mi cabeza contra la pared y ella hace lo mismo, pero apoyando su cabeza sobre mi hombro y aunque me gustaría mantener este silencio, sabía que teníamos que hablar, no hacerlo nos separo la otra vez y esta vez no iba a dejar que eso pasara.

-Amaia, sé que tienes miedo, lo entiendo porque yo...a veces también lo siento, no estoy enfadado por ello, lo entiendo. Esto esta cambiando...esto va a cambiar...pero vamos a seguir juntos y si estamos juntos...te prometo que podemos lograrlo. Yo confiaré por los dos, lucharé por los dos si hace falta...te prometo que merecerá la pena yo...-digo sin poder evitar las lágrimas y veo como ella las limpia con delicadeza y veo una pequeña sonrisa en su cara que me sorprende.

-No es eso Alfred...-dice mirándome-la canción no habla del miedo que siento...habla sobre el miedo que sentí...he elegido la canción porque necesitaba gritar ese miedo que había sentido, necesitaba sacarlo para poder por fin dejarlo atrás...Claro que ahora tengo miedo...pero no miedo a estar contigo, no miedo a ser feliz-dice con una sonrisa-tengo miedo a perderte...y no pienso hacer nada para que eso pase...te lo prometo, voy a luchar tanto o más que tú, te lo prometo. Lloro por el dolor que ese miedo te causó, nos causó, pero ya no tengo miedo a ser feliz, ya no tengo miedo de que esto no sea real, porque sé que es real porque sé que esta felicidad es real y tú eres el causante de que lo sea-dice con una sonrisa y parece que estoy en un sueño, esto es increíble-necesitaba sacarlo...era una manera de dejarlo atrás de por fin poder perdonarme-dice acariciándome la mano mientras algunas lágrimas caen por su cara y enseguida me incorporo un poco para limpiar ese reguero de lágrimas de su cara con miles de besos que le saquen una sonrisa.

-Gracias por contármelo-digo mirándola con una sonrisa y enseguida se lanza a mis brazos abrazándome con fuerza.

-Gracias por escucharme y por querer luchar por los dos...y por haberlo hecho durante un tiempo...pero ya estoy lista, y no me voy a ir a ningún lado.

-Yo tampoco...

-No dejemos...que la distancia nos separe ni nuestras carreras si es que tenemos alguna.

-La música no nos puede separar nunca Amaia, la música nos unió y la música es el conductor de nuestras vidas, así que la música nunca, nunca nos va a separar-digo con una sonrisa antes de que ella se acerque juntando nuestros labios en un tímido y tierno beso.

POV AMAIA

No puedo dejar de disfrutar de verlo con su trombón como el primer día que lo conocí. No puedo dejar de pensar en todo lo que ha pasado desde ese día y como me impresionó verlo cantar, verlo tocar, ver como él y él instrumento eran solo uno, me sentí de repente tan identificada con él. Vi el gran músico que era, y aun puedo seguir viéndolo, y aunque todos hemos mejorado en cosas desde que entramos, a él veo que le ha servido para aún poder formar mejor esa imagen de la clase de artista, de músico que quiere ser, aunque sin duda era una de las personas de los que entramos aquí que más seguro estaba de lo que quería hacer cuando saliéramos de aquí.

Sabía que iba a ser una semana complicada cuando elegí el tema, pero sentí que no podía elegir otro tema que no fuera este, lo sentía en lo más profundo de mi ser que tenía que ser este. Sé que va a ser una semana dura llena de recuerdos malos, de esos días después de volver a casa, de esos días encerradas sin querer salir de casa, esos días en los que la culpabilidad no me dejaba seguir adelante.

Sé que va a ser difícil, pero necesito pasar por ello, necesito sacarlo de mi interior para poder terminar de perdonarme y entonces, poder dejar todo ese lastre atrás y poder por fin ser felices juntos sin importarnos nada, porque como él dice, juntos somos más fuertes, juntos somos mejores.

Es la hora de comer y siento como el estómago lo tengo cerrado, llevo unos días así y supongo que la presión de la semana, de la canción y de que todo salga bien me tiene así.

-Amaia ¿solo vas a comer eso? -pregunta Ana preocupada.

-Es que no tengo hambre.

-Últimamente comes muy poco-dice él apareciendo de la nada y abrazándome por detrás sacándome una sonrisa.

-He desayunado mucho por eso ahora no tengo mucha hambre.

- ¿Seguro?-pregunta preocupado.

-Si-digo con una sonrisa relajándolo y lo veo irse para coger su comida y se sienta a mi lado, cuando lo hace yo ya he acabado con lo poco que me había echado, pero aun así me quedo allí sentado para disfrutar de verlo comer, uno de mis placeres.

-¿Quieres?-dice ofreciéndome un cacho de su comida y aunque no tengo apetito, verlo comer hace que mi apetito se recupere un poco y abro la boca dejando que él me dé de comer con una sonrisa.

-Esta bueno-digo mirándole mientras me relamo los labios mirándole con picardía y veo como sus ojos brillan con fuerza mientras coloco mi mano sobre su rodilla moviéndola hacia arriba por si no le había quedado clara mis intenciones.

Veo como mira a las cámaras para ver si alguna nos estaba enfocando, aunque lo hicieran era imposible que vieran lo que pasaba debajo de la mesa y él se da cuenta de eso porque veo como se acerca aún más a la mesa pegando la silla lo máximo con una sonrisa en la cara antes de seguir comiendo como nada, pero entonces veo como su mano empieza a bajar uniéndose a la mía que sigue sobre su rodilla. Lo veo sonreír mientras mastica y entonces siento como agarra mi mano colocándola justo sobre su polla que estaba empezando a ponerse dura solo con estos pequeños juegos.

Sonrió y me muerdo el labio mientras empiezo a pasar mi mano por encima de su pantalón, dando la presión justa para que poco a poco se fuera poniendo cada vez más duro y veo como su respiración, empieza a alterarse tanto que tiene que beber agua para intentar mantener todo bajo control.

Lo veo tragar saliva y entonces su cara cambia a una sonrisa picarona, lo miro intentando averiguar qué estaba tramando, y entonces, siento como su mano se cuela por debajo de mi falda y empieza a subir poco a poco acercándose a donde más lo necesito. Noto su mano juntos por encima de mis bragas, y lo veo sonreír cuando nota esa humedad que él mismo está provocando. Y entonces noto como separa mis braguitas metiendo su mano dentro y lo miro, no puedo creerme que estemos haciendo esto estando nuestros compañeros en la misma mesa, lo miro pero él no me mira, sigue comiendo con una mano como si nada mientras con la otra se abre paso haciendo mi interior, haciendo que me remueva en la mesa soltando un pequeño grito que no puedo parar.

-¿Estás bien?-pregunta Ana mirándome y siento como mis mejillas están ardiendo por lo que me está haciendo sentir y por la maldita vergüenza que estabas pasando.

-Si, solo me he dado un golpe con la mesa-digo a modo de excusa y escucho como se ríe y quiero matarlo, pero entonces siento como su mano se mueve de nuevo golpeando en mi clítoris mientras sus dedos entran dentro de mi vagina y siento como un calor está recorriendo mi cuerpo y me agarro con fuerza a la mesa y me muerdo los labios para evitar que algún gemido salga de mi boca, y cuando estaba cerca muy cerca de ese deseado orgasmo, siento una perdida cuando su mano desaparece de debajo de la mesa, me cuesta reaccionar y cuando lo hago veo como se levanta recogiendo sus cosas y como me mira con una sonrisa. Lo veo fregar los platos sin dejar de mirarme a través del espejo y yo no puedo evitar sentirme frustrada y cachonda a partes iguales, y entonces...

-Creo que voy a darme una ducha-dice como si nada con una sonrisa y espero allí paciente en la mesa, contando hasta diez, antes de levantarme y salir corriendo detrás de él para acabar lo que habíamos empezado. 

CONTINUARÁ...

Espero que os haya gustado el capítulo jaja. Solo quedan cuatro capítulos más para el final, estoy triste pero feliz de ver que os ha gustado. Deseando poder empezar con una nueva historia, aunque tardaré un poquito más en subirla. 

XXOO

Twitter: tamyalways

Nos volvemos a encontrarWhere stories live. Discover now