Capítulo 25

1.2K 92 10
                                    


 POV AMAIA

Acabamos de comer y pensamos en ir a ensayar, pero aparece Luis y Aitana se va a escucharlo dejándome sola. No sé que hacer y acabo sentándome en el sofá, al otro extremo de donde se encuentra él con Roi con su pequeña guitarra cantando una y otra canción. La verdad es que me encantaría sentarme allí con ellos, pero me alejo porque lo necesito, estar cerca de él es demasiado complicado sin que me salga esa sonrisa tonta. Cojo mi móvil y hago como que estoy mirando cosas, aunque en realidad no tengo apenas nada, la realidad es que estoy pendiente de su voz de cómo me hace sentir.

-Joder tío eres increíble-dice Roi mirándole con admiración.

-Venga cantemos otra, ¿Cuál quieres?

-Una tuya señor de los tres discos.

-No he sacado tres discos-dice sacándole una sonrisa a Roi.

-Venga déjalo ya y cántame alguna-dice colocándose para poder verlo mejor y yo no puedo evitar levantar mi mirada y fijarla en él. Nuestras miradas en ese momento se encuentran, veo como me mira con tanta intensidad que siento como mi corazón se acelera sin poder evitarlo, entonces lo veo tomar aire y sin apartar la mirada de mí, empieza a tocar, una melodía que a pesar de solo haber podido escucharla un par de veces, hace que mi corazón se encoja y las lágrimas amenacen con caer.

Me pierdo en su mirada, durante toda la canción no puedo dejar de mirarle ni él a mí. Siento como mi corazón va a explotar en algún momento, y siento como mis lágrimas ya no pueden más y empiezan a caer por mi cara. Pero, aun así, no puedo irme, me quedo allí mientras él canta, hasta que la última nota sale de su guitarra, y entonces oigo como todos los presentes aplauden y le felicitan, y entonces yo ya no puedo más y me levanto y salgo casi corriendo de allí hacia la habitación, donde me dejo caer sobre mi cama sin poder evitar que las lágrimas empapen las sábanas.

Recuerdo el día que me la enseño por primera vez, recuerdo lo que sentí, recuerdo que era uno de los últimos días allí juntos, recuerdo como el corazón casi se me sale cuando me dijo que yo le había inspirado, recuerdo su mirada y recuerdo los besos de después. Es como un golpe fuerte en el estomago de todo lo que he perdido, de todo lo que pudo ser y no será. En ese momento, siento como alguien me toca el pelo y me tenso, pero entonces siento como poco a poco voy relajándome con su contacto, no necesito levantar la cabeza para saber que es. Cierro los ojos y dejo que siga acariciándome mientras siento como la cama se hunde algo más, sintiendo como se ha sentado y poco a poco, mi pulso se va estabilizando.

-Lo siento...no tendría que haber elegido esa canción, pero...no he podido...no he podido evitarlo-dice casi sin voz, y yo me muevo para poder mirarlo quedando boca arriba mientras su brazo para apoyarse queda al otro lado de mi cuerpo, quedando él casi por encima de mi consiguiendo que me pusiera nerviosa.

-Es tu canción...puedes cantarla cuando quieras-digo intentando quitarle hierro al asunto, aunque la voz me sale algo tomada por el nudo que sigue ahí en mi garganta.

-No es mi canción, es tu canción-dice mirándome con la cabeza algo ladeada, haciendo que estuviera tan mono que casi me da un infartito, ¿Cómo puede ser tan mono? -Lo digo en serio Amaia, es tu canción, tanto es así que...-dice bajando la mirada antes de volver a posarla de nuevo en la mía-desde que te fuiste no he sido capaz de volver a cantarla, y hoy, hoy lo he hecho-dice mirándome con una sonrisa y vuelvo a sentir como me pican los ojos- ¿sabes qué significa? Que estoy en paz con todo lo que sucedió...que he dejado atrás lo malo, que te he perdonado-dice mientras siento como su mano toca la mía dejando pequeñas caricias en el reverso de mi mano y siento un cosquilleo por todo mi cuerpo. Lo miro fijamente a los ojos y veo como brillan más que nunca y veo como sonríe mientras siento que se acerca un poco más a mí, tanto que puedo sentir ya su aliento sobre el mío, y cierro los ojos a la par que él, y siento que estoy en una nube, que vamos a besarnos y que todo será como antes. Pero eso es lo que es, una nube, no es real, no lo es porque yo aún no he dado el paso que él ha dado. Y antes de darme cuenta, estoy colocando mi mano sobre su pecho impidiendo que el contacto sea total, y siento un fuerte vacío en mi cuerpo que se intensifica cuando abro los ojos y tengo los suyos tan cerca, puedo ver dolor en ellos y eso me está matando, y antes de que él pueda decir algo, antes de que piense algo que no es, por primera vez me abro a él impidiendo que las dudas puedan matarlo, puedan herirlo aún más.

-No puedo...no puedo porque...yo aun no me he perdonado-digo bajando la mirada-estoy intentándolo...pero tengo miedo-digo volviendo a mirarlo-tengo miedo de que eso malo vuelva, tengo miedo de hacerte daño, tengo miedo de volver a cagarla...te quiero-sigo mientras siento como las lágrimas ya caen por mi cara-te quiero pero tengo tanto miedo que aun...los Javis tenían razón, tengo que perdonarme por lo que paso y aun no puedo hacerlo.

-Déjame ayudarte Amaix, déjame demostrarte que se puede perdonar, que se puede olvidar. Déjame demostrarte que merece la pena intentarlo, que merece la pena luchar por esto. Me ha costado darme cuenta y esperaré lo que haga falta para que tú también lo hagas, pero no me dejes fuera Amaix, no me dejes fuera-dice con lágrimas en los ojos-recuerda, juntos somos mejores, somos más fuertes-dice con una sonrisa sacándome a mi otra-te quiero, y como dice la canción, yo amare por los dos mientras tu no puedas hacerlo. Voy a estar aquí, voy a estar aquí siempre-dice mirándome y ya no puedo más, me incorporo un poco antes de tirarme a su cuello abrazándole con fuerza haciendo que caiga sobre mí. Y allí estamos los dos, sobre mi cama y simplemente abrazos, pero un abrazo nuestro decía mucho más que cualquier beso.

Cuando nos separamos, ambos estamos llorando, pero solo mirarnos hace que ambos nos pongamos a reír mientras nos limpiamos las lágrimas. Nos quedamos así mirándonos un rato, y me doy cuenta de la suerte que tuve de encontrármelo, pero sobre todo, la suerte fue poder volver a encontrármelo, soy la mujer con más suerte del mundo de poder encontrármelo dos veces en la vida, y aunque sé que ahora no estoy lista, aunque sé que me va a costar un poco estar bien para dar ese paso, sé que merece la pena intentarlo, darlo todo para poder estar bien, para poder luchar por esto que tenemos juntos, para poder luchar por tenerlo siempre en mi vida. Tengo mucha suerte, pero sé que tengo que ser mejor, que tengo que estar mejor para merecer esta suerte, pero voy a luchar por él, por nosotros, aunque sea lo ultimo que haga en la vida.

- ¿Estas mejor? -dice mirándome mientras deja su mano en mi pelo apartándolo de mi cara haciendo que me sonroje por su ternura.

-Si, gracias a ti.

-Yo he estado miles de veces mejor gracias a ti así que...-dice sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa-voy a dejarte sola yo...

-Esta bien-digo apartando la mirada, porque la verdad lo que quería era que se quedara aquí conmigo, que no se fuera, porque tenia miedo de que todo esto hubiera sido solo un sueño.

-Amaix-dice llamando mi atención antes de que salga por la puerta.

- ¿Sí?

- ¿Podrías luego escuchar como me queda la canción? -dice casi con timidez y yo asiento emocionada y lo veo sonreír antes de salir. Me dejo caer de nuevo en la cama y cierro los ojos, aun tenia miedo, mucho miedo, pero sabia que al final del túnel se encontraba él y por eso, solamente por eso, iba a sacar todas las fuerzas de donde no las tenía.

Continuará...

Bueno pues hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os haya gustado, no es el final del camino, pero si es un buen principio, creo que les ha venido bien por fin hablarlo, por fin sacar esos sentimientos, y creo que ahora si, ahora están preparados para intentarlo, despacio, sin prisas, pero sabiendo que el amor que se tienen lo puedo con todo.

Mañana más, XXOO

Twitter: tamyalways

Nos volvemos a encontrarWhere stories live. Discover now