Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

De Albus y Ruby.

Capítulo 4: De Albus y Ruby.

A pesar de estar en el mes de noviembre, el sol reinaba aquella mañana de sábado inundando por completo los terrenos de Hogwarts lo cual provocó que casi todos los alumnos disfrutaran del día por fin fuera de sus salas comunes.

Albus y Ruby no eran la excepción pues estos se encontraban sentados bajo el viejo roble que tanto amaba Ruby. Era su lugar favorito de todo el castillo. A pesar de ello,Scorpius no se encontraba junto a sus dos mejores amigos pues este se hallaba en medio del entrenamiento de quiddich ya que jugaba como golpeador desde hacía un par de años y, desde el primer momento había entregado toda su dedicación para convertirse en el mejor y,para ser sinceros era bastante bueno.

-¿No hace un día maravilloso?- dijo finalmente Ruby mientras se apoyaba desperezándose en el tronco del árbol. Le molestaba el hecho de que su amigo la ignorara pues este se mantenía en silencio con la miraba perdida. Conocía a Albus también que podía jurar cuando su amigo estaba preocupado y en ese momento lo estaba- dime

-...Eh...qué...¿decías algo?

-Dime que te pasa y ni se te ocurra decir que nada porque nos conocemos Severus- sentenció Ruby mientras el azabache había dejado de mirar a la nada para centrar su atención en ella

-No es nada importante Ruby- dijo con un hilo de voz preocupando a la morena. Esta se aproximó a su amigo para mirarlo más de cerca. Con Albus todo era diferente pues ella sabía que podía confiar en él y, además de eso Ruby estaba dispuesta a hacer lo que fuese por Albus sin importar el coste.

-Al...por favor, si no me lo dices no podré ayudarte- hizo un breve puchero provocando una mueca por parte del joven

-Es Anna...creo que me engaña

-¿CÓMO?- Ruby elevó el tono de voz sin darse cuenta lo cual llamó la atención de varias miradas curiosas- perdón, quiero decir que...¿cómo llegas a esa conclusión? ¿la has visto o?- Albus suspiró apesadumbrado

-Últimamente nos hemos distanciado y ya casi ni nos vemos y el otro día sin ir más lejos vi a Anna muy cerca de un chico de Hufflepuff

-Eso no significa nada Al, yo estoy siempre contigo y con Scop y eso no significa que seamos algo más que amigos

-Te recuerdo que esta mañana le has tocado el culo a Scop- por primera vez en el día a Albus se le dibujo una leve sonrisa se dibujó en el rostro

-Es porque los uniformes de quiddich me matan, no puedo controlarme- puso una mano en su pecho fingiendo ofensa, no obstante no pudo evitar soltar una carcajada.

El silencio volvió a instaurarse entre ambos jóvenes hasta que finalmente, pasados unos minutos Albus habló con un deje de voz que enterneció a Ruby. En esos momentos Albus se sentía vulnerable y necesitaba sentirse querido por alguien aunque ese alguien era parte de su problema pues Albus creía saber la razón por la que se había alejado de Anna, y esa razón estaba sentada muy cerca de él.

-Prométeme que te quedaras conmigo siempre, que nunca me abandonaras

-Jamás volveré a dejarte. Te lo prometo.

Albus y Ruby se abrazaron como solo ellos sabían hacer. Ruby no iba a dejar que nadie le hiciese daño a su mejor amigo y haría lo necesario para ayudarlo a descubrir la verdad aunque eso implicara meterse el líos ya que los problemas tenían cierta fijación sobre Ruby.

*********

James había formado junto a sus amigos una nueva banda de merodeadores los cuales habían adquirido los viejos motes que sus antecesores utilizaron. James era cornamenta, Fred Weasley era canuto y Frank Longbotton era lunático. No había un cuarto pues el sobrenombre de este estaba manchado por el deshonor y la traición.

Los merodeadores se encontraban al lado del Lago Negro ideando un plan para salir de sus dormitorios a las tantas de la madrugada sin ser vistos con el objetivo de colocar un par de bombas fétidas en la entrada de la sala común de Slytherin para que así cuando alguien saliera por la mañana provocara que una nube de gas fétido inundara toda la sala común al igual que al resto del pasillo que conducía a ella. Sería genial ver a los Slytherin gritar de ira sin tener un lugar a donde escapar.

-¿Y si utilizamos la capa de tu padre?- inquirió un chico moreno de piel

-Ya te lo he dicho Fred, porque la tiene mi hermano y el muy traidor no nos la va a dejar

-Lo más lógico sería utilizar el mapa del merodeador para vigilar todo el perímetro mientras vamos avanzando por el pasillo- dijo Frank, el cual tenía el cabello ondulado de un brillante rubio- es eso o robarle la capa a tu hermano y como ya hemos comprobado anteriormente robarle la capa a Albus es prácticamente imposible

-Primero mi querido lunático no hay nada imposible para los merodeadores y segundo, utilizaremos el mapa y caminaremos por los pasillos más oscuros e intransitados vigilandonos las espaldas- dijo James.

-¡Eh James!- exclamó Fred de repente al ver a una chica de cabellos rubios y ojos azules pasar a unos pocos metros de donde se encontraban ellos mirando al castaño insinuadamente- esa chica te esta mirando- dijo pícaro guiñándole un ojo

-¿Y?- James le restó importancia ignorando las caras de sorpresa de sus dos amigos

-¿Cómo qué "y"?- le espetó el Weasley- ¿a qué estas esperando Cornamenta, ataca?

-No me apetece, además- miró a ambos con superioridad- me lié con esa chica en segundo año

-Me parece que alguien se está transformando en un Albus- canturreó Frank ganándose una mala mirada por parte de James- y apuesto lo que sea a que la razón tiene nombre y apellido y es Ruby Macmillan.

James golpeó a Frank en el hombro intentando contenerse. Simplemente no le apetecía ir con una chica y ya tenía que ser por la mejor amiga de su hermano. James había ignorado a esa chica porque quería y no porque desde que había visto a Ruby no había podido pensar en otra chica que no fuera ella y sus preciosos ojos. O al menos eso se dijo James para autoconvencerse pues ni el mismo sabía que le estaba ocurriendo.