Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

La carta.

Capítulo 15: La carta.

 Narrador omnisciente:

Lo que sucedió después de aquella noche fue realmente duro para Ruby, la muerte de la madre de uno de sus mejores amigos le había afectado más de lo que esperaba pues le hizo replantearse muchas cosas. El dolor que sentía hacía la situación en la que se hallaba Scorpius era verdaderamente desgarrador ya que no podía hacer nada por su amigo pues la muerte era algo demasiado complejo incluso para la hija del dios del inframundo. Se sentía mal por no haber estado junto al rubio, por no haberle apoyado en uno de los momentos más difíciles de su vida, su amigo había estado solo y eso era algo que ella jamás podría perdonarse.

Ruby sabía que Astoria había sido una mujer realmente dulce y cariñosa no solo con sus seres queridos, sino que también lo había sido con el resto de las personas que habían tenido el privilegio de poder conocerla, por lo que sabía que Hades sería bueno con ella ya que para él la justicia era algo muy importante. Aunque Ruby estaba segura de tal hecho eso no la consolaba ni lo más mínimo.

Por otro lado Scorpius estaba destrozado, desde el velatorio no había salido de su habitación ni siquiera para ir a comer algo, no obstante su padre, Draco Malfoy había hecho lo mismo. Ambos se hallaban encerrados en su propio mundo y eso iba a terminar de hundirlos por completo.

Con tal hecho la Navidad solo había traído consigo dolor para la familia Malfoy al igual que a la familia Potter/Weasley. Nadie sonreía,nadie se divertía y lo único que hacían era derrumbarse en lugar de intentar luchar. No podían más con tanto dolor. Albus seguía desaparecido y James se encontraba encerrado en sus propios pensamientos, el joven Potter ya no se relacionaba con nadie, se había alejado de todas las personas que más quería, no quería hablar con nadie, él simplemente necesitaba estar solo, necesitaba pensar en todo lo sucedido con su hermano.

La vuelta a Hogwarts había sido aún más dura de lo que habían imaginado, todo el mundo cuchicheaba cuando veía a los hermanos Potter pasar, hecho que a Lily le resultaba aún más duro que al propio James pues era demasiado pequeña como para entender que estaba pasando. Scorpius no había regresado ya que estaba demasiado deprimido por lo que la directora Mcgonagall le había concedido un permiso especial para que volviera cuando se encontrara mejor. Y Rose, bueno, Rose se había encerrado en la biblioteca buscando respuestas para salvar a su primo aunque pasar ser sinceros en buena parte lo hacía porque necesitaba dejar de pensar en Scorpius.

Eran las nueve y media de la noche y casi todo el mundo se disponía a ir al Gran Comedor para disfrutar de la cena. Ruby había pasado de bajar a cenar, y, en un intento de colarse en la sección prohibida de la biblioteca se había escondido entre las sombras a la espera deque no quedara nadie en aquel lugar. Necesitaba saber por qué los jóvenes de la fotografía eran exactamente iguales a James y a ella así como saber el motivo por que cual Hades le había dicho que ella ya sabía la respuesta, y así poder encontrar a Albus. Estaba segura de que todo estaba conectado pero no comprendía la conexión existente entre tales sucesos.

Pasadas las doce Ruby salió de entre las sobras colándose por fin en la sección prohibida, mientras buscaba entre los antiguos y polvorientos libros no se percató de la presencia de Rose:

-¿Qué haces aquí?- dijo esta sobresaltando a Ruby

-Desde cuando Rose Weasley infringe las normas- dijo esta volviendo a buscar entre los libros sin prestarle mucha atención a su amiga

-No me has contestado

-¿Sabes algo sobre almas de magos que vuelvan a nacer?- preguntó alzando la vista para ver la expresión de sorpresa en el rostro de la pelirroja