Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

Cicatrices que queman.

No es de mis mejores capítulos, pero ya estoy trabajando en el siguiente y parece que pinta mejor🤣

Espero que disfrutéis este capítulo y os ayude a hacer más amena la cuarentena. ¿Cuántos días llevo encerrada en casa? Ya ni lo sé, pero al menos me estoy poniendo al día con esta historia. La estoy comenzando a leer desde el principio porque hay cosas que para ser sinceros, ya ni me acuerdo haberlas escrito.

Capítulo 30: Cicatrices que queman.

-Tenemos que decírselo- soltó rendido Frank Longbottom llevándose ambas manos a la cara. 

Las últimas semanas habían sido las más duras de toda su estancia en Hogwarts pues no soportaba más la idea de seguir mintiendo a uno de sus mejores amigos mientras observaba como este sufría en silencio sin poder hacer nada para evitarlo.

Desde su regreso no podía evitar observar a James, veía como las ojeras se tornaban bajo sus ojos cada vez más oscuras marcando una mirada que parecía ser muy lejana a la suya. Su amigo cada vez dormía menos, y cuando lo hacía tenía pesadillas que parecían repetirse impidiéndole descansar con tranquilidad. 

Fred también se había percatado del nuevo estado de James, muchas noches bajaba a la sala común en busca de su primo, pero este se negaba a volver a su dormitorio, decía que necesitaba pensar. 

-Ya oísteis a McGonagall, si le contamos a James todo lo que pasó el año pasado podría enloquecer

-Lo sabemos Rose pero la hoya ya se le está yendo, esta noche lo he vuelto a escuchar susurrando cosas en sueños y luego se ha levantado y ha bajado a la sala común

-¿Desde cuándo le pasa?

-Desde hace una semana más o menos, volver a Hogwarts le ha sentado mal, parece que todos sus recuerdos luchan por salir 

-Esto está mal...todo está mal…-Rose se levantó y caminó inquieta de un lado a otro dando vueltas por la habitación que compartían los merodeadores. Por primera vez durante su corta vida no sabía que hacer, su mente estaba hecha un lío ya que si le contaba a James la verdad este se volvería loco, pero si dejaban que él mismo lo averiguara probablemente también lo haría.

Esa noche, sus dos mejores amigos y su prima Rose se habían reunido aprovechado la guardia nocturna de James como prefecto para hablar sin que este se enterara. Todos estaban preocupados por él y juntos pretendían encontrar alguna solución.

-¿Hay alguna posibilidad de que la recuerde?- Fred habló por primera vez. En su frente se habían formado pequeñas líneas de expresión, estaba realmente preocupado por su primo- porque si le vamos contando poco a poco tal vez...

-No, no creo que Artemisa cometiera algún error, es esa cicatriz...debo reconocer que fue un acto muy valiente e inteligente por su parte, pero al mismo tiempo estúpido, si Artemisa se llega a dar cuenta...no me quiero imaginar que le habría hecho

-James se hizo esa cicatriz a sí mismo para recordar que estaba olvidado algo que no quería olvidar, se está volviendo loco porque lo sabe, sabe que tiene algo que recordar pero no sabe el qué- Fred tenía razón, James inconscientemente sabía que su mente había sido alterada y, por muchas pociones para dormir que le dieran jamás descansaría hasta descubrir que era aquello que le había sido borrado por completo de su memoria

-Hablaré con McGonagall...todo esto se nos está yendo de las manos

-Y mientras tanto qué hacemos- preguntó Frank viendo como la pelirroja mordía su labio inferior pensativa

-Tenéis que guardar el secreto, nadie puede saber nada acerca de las pesadillas y mucho menos de la cicatriz- sentenció Rose

Pasadas las once de la noche, la pelirroja salió de esa habitación con olor a calcetín con un nudo en la garganta que le impedía respirar con normalidad. Y no era solo por el apestoso olor de aquella habitación sino que también le dolía ver a su primo de esa forma. James se había cortado el reverso de su brazo para evitar olvidar a Ruby y eso era algo que su mente estaba intentando contarle.