Epílogo.

858 48 11
                                    

Epílogo.

-Harry, Nico por favor no corráis por las escaleras os podéis hacer daño- regañó Ruby a los gemelos mientras arropaba a su pequeña Bianca. Las risas traviesas ambos niños hacían eco a través de la escalera dando por seguro que lo que se traían entre manos no era para nada algo bueno.

La pequeña soltó una carcajada al ver la cara de frustración de su madre. Sus hermanos siempre estaban gastando bromas y haciendo de las suyas. Probablemente antes de que terminara el día estarían castigados nuevamente.

-Estos niños van a acabar conmigo…

-Tranquila mami, papá se encargará de ellos- Ruby soltó una carcajada acompañada de su hija. Ambas chicas tenían cada día más claro que los tres hombres de la casa jamás iban a cambiar- bueno...o tal vez se una a ellos

-Menos mal que te tengo a ti mi pequeña brujita- Ruby abrazó a la pequeña de seis años para seguidamente arroparla entre sus cálidas sábanas color celeste. 

El invierno se había aferrado sobre el viejo barrido del Valle de Godric dando como resultado una fuerte tormenta de nieve. Los copos se posaban en la repisa de la ventana dando una estampa muy navideña a pesar de estar en el mes de enero.

-Mami me puedes terminar de contar esa historia tan bonita- Ruby sonrió dulcemente viendo como la pequeña sonreía con inocencia a la espera de que su madre continuara con su relato

-Lo siento cariño pero ya es muy tarde, si quieres mañana te sigo contando

-Mami porfi...

-Esta bien- cedió rendida ante los encantos de su hija. La pequeña de cabello castaño sonrió ampliamente victoriosa- por dónde iba...

-El chico no podía recordarla pero aún así él sabía que la quería- la mujer asintió sorprendida al ver como su hija no perdía detalle. Sus ojos oscuros brillaban cargados de emoción a la espera de que su madre continuara

-Poco a poco el chico fue recordando todo y su relación se iba fortaleciendo cada vez más. A pesar de todo ello, la joven le exigió una única condición, que solo podrían besarse cuando el chico pudiera recordarla perfectamente. El joven león no estaba muy convencido e intentaba que la chica cediera, pero ella como buena serpiente se mantuvo firme...

-¿Y qué pasó después?- interrumpió exaltada- ¿Cuándo supo la chica que él la recordaba? 

-Simplemente lo supo

-¡Es tan romántico!

-Y eso no es todo- James Sirius entró por la puerta que daba al dormitorio de su pequeña Bianca. Los años también habían hecho estrago en él, sin embargo aunque en su cabello siempre revuelto hubieran aparecido algunas canas, su mirada pícara siempre reflejaría a aquel chico divertido de ideas descabelladas que siempre estaba haciendo de las suyas.

El Potter había estado escuchando a hurtadillas toda la historia y recordarla le había traído muy buenos recuerdos.

-James…- las mejillas de Ruby se tornaron rosadas- aún es pequeña para esa parte de la historia

-No soy pequeña, ya soy una niña grande- rechistó Bianca cruzándose de brazos ganándose una mirada cargada de dulzura por parte de sus padres quienes inevitablemente sonrieron. Su hija, a pesar de aún ser pequeña tenía un fuerte carácter digno de una Weasley

-Buenas noches tesoro- Ruby depositó un dulce beso en la frente de su hija para seguidamente salir de la habitación junto a su marido

-¿Recuerdas nuestro beso? Han pasado muchos años- dijo James nada más hubo cerrado la puerta tras de sí. Su mirada coqueta hizo que Ruby girara a verlo

Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)Where stories live. Discover now