Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

Gringotts

Capítulo 12: Gringotts

Narra James:

Y ahí estaba. Imponible e impenetrable se alzaba ante nuestros ojos el único banco del mundo mágico. Bajo una alta e impresionante fachada recubierta de un impoluto mármol blanquecino se hallaban unas escaleras flanqueadas por un duende a cada lado, los cuales llevaban un uniforme color oro con pequeños adornos escarlatas.

Con cada paso que daba podía sentir como la ansiedad se hacía con el control de mi mente, hecho que Ruby pareció notar:

-Todo irá bien- dijo dedicándome una breve sonrisa mientras entrabamos por la puerta principal la cual daba al vestíbulo.

Dentro del vestíbulo, una enorme mesa cruzaba cada extremo de la sala en la cual había más de una docena de duendes escribiendo en enormes pergaminos. Se podía escuchar como la pluma rasgaba el papel con cada palabra y número dibujado en este.

Mientras nos adentrábamos en la sala podía sentir como las miradas de los duendes pertenecientes a la gran mesa se posaban en nosotros como analizando cada milímetro de nuestra piel en busca de algún punto que nos hiciera vulnerables o simplemente peligrosos. A pesar de que la llave se encontraba guardada en el interior de mi mochila podía sentir su frío tacto calarse entre mis huesos como si de magia se tratara.

-¿En qué os puedo ayudar?- dijo un viejo duende el cual llevaba unas gafas de media luna en la punta de su ganchuda nariz. No dije nada,me limite a observar como Ruby sacaba la llave del interior de mi mochila para luego entregarsela al duende el cual la tomo entre sus arrugadas manos algo curioso- Señorita Mcmillan la estábamos esperando- dijo pasados unos minutos mientras despegaba su mirada dela llave para finalmente posarla en mi. El duende dio un brinco dela silla y empezó a caminar dirección a las cámaras-acompáñenme.

El frío seco se hacía notorio en los oscuros pasillos mientras caminábamos dirección a la Cámara. Subíamos y bajábamos, girábamos a la izquierda y luego a la derecha y luego otra vez a la derecha por un estrecho pasillo que me recordaba más bien a estar en un laberinto que en el propio banco.

-¿Puedo hacerle una pregunta?- dijo Ruby de manera directa pasado un rato-¿Cómo sabía quién era?

-Sé muchas cosas señorita Mcmillan además, nunca olvido una cara- dijo el duende caminado ágilmente entre la oscuridad

-Pero... yo nunca antes había estado aquí- susurró esta algo confundida

-Aquí es- el duende señaló la puerta de una de las Cámaras a la vez que introducía la llave dentro de la cerradura. Se escuchó un crack que retumbó en todo el pasillo.

Nada más abrir la puerta el duende desapareció entre las sombras dejándonos a los tres solos. La luz de las antorchas se prendieron inmediatamente iluminando toda la estancia dejándonos ver el interior de la Cámara la cual estaba repleta de oro y joyas así como de monedas antiguas tanto mágicas como muggle.

-¿Y qué se supone que tenemos que buscar?- dijo Albus mientras se adentraba en el interior de la Cámara a la vez que analizaba cada rincón de la estancia con su mirada

-No tengo ni idea-dijo Ruby- busquemos por ahí a ver lo que encontramos.

Y dicho comenzamos a buscar por toda la Cámara en busca de alguna pista o de algo que pudiera decirnos que hacíamos en ese lugar.Levanté a vista y vi como Albus y Ruby se encontraban uno a cada lado de la sala buscando entre las joyas algún indicio de algo mágico.

Y de repente algo llamó mi atención, se trataba de una pequeña caja de manera algo desportillada y desgastada por los años que rompía con todo el lujo que había en aquel lugar. La tomé entre mis manos sintiendo como su magia recorría todo mi cuerpo, como un antiguo sentimiento de nostalgia inundaba todo mi ser.