Insurrección (James Sirius Potter Y Tú)

Boggart

Foto: Scorpius Malfoy.

Capítulo 5: Boggart.

Albus junto con Scorpius y Ruby caminaban por los pasillos de Hogwarts rumbo a su próxima clase. Defensa contras las artes oscuras era sin duda la peor clase para el azabache ya que por mucho que se esforzase no conseguía nunca superar las nuevas técnicas que Teddy les enseñaba. Albus se sentía superado por dicha clase ya que aunque el metamórfogo le ayudara y centrara casi toda su atención en él no conseguía ver muchos progresos. No obstante lo peor no era eso sino que a Albus siempre se le estaba comparando con su padre pues su gran parecido físico hacía que todos esperaran volver a ver al "Gran Salvador del Mundo Mágico" y eso era algo que Albus odiaba lo cual le provocaba cierto resentimiento hacía su padre.

Ted Lupin era el ahijado de Harry Potter y, desde hacía un año se había convertido en el nuevo profesor de DCAO. Esto aún presionaba más al hijo menor de los Potter ya que para él Teddy era como un hermano y sus constantes palabras de apoyo hacían que se sintiera peor. No quería que sus esfuerzos fueran en vano. No quería avergonzarle.

En la clase de hoy se enseñaría a defenderse de un Boggart, esto es un no ser amortal cambiante capaz de trasformarse en aquello que más teme su espectador.

-...Como ya les he explicado...-dijo el profesor Lupin dirigiéndose a cada uno de sus alumnos. La clase era impartida tanto para los alumnos de Slytherin como para los de Ravenclaw- la única forma para defendernos de un Boggart es mediante el encantamiento Riddikulus. Se pondrán en fila y uno por uno irán enfrentándose a este no ser.¿Alguna pregunta?

Al no haber ningún comentario por parte de los estudiantes, la fila se empezó a formara empujones provocando que una chica de rasgos hindúes de Ravenclaw quedara primera. Esta, de forma titubeante se enfrentó al boggart venciendolo finalmente. Su miedo eran los insectos.

Poco a poco la fila fue avanzando hasta llegar a Scorpius. Lo último que hizo fue mirar a sus amigos pudiendo distinguirse en sus ojos un deje de temor así como de tristeza. Ruby y Albus se miraron extrañados pues conocían demasiado bien al rubio como para saber que esa mirada era nueva. En todos los años que habían pasado juntos, Scorpius nunca había mostrado ese miedo que ahora su mirada reflejaba.

Dio un paso al frente provocando que el boggart cambiara de forma convirtiéndose en una tumba. Frente a esta se alzaba una lápida donde aparecía grabado el nombre de Astoria Malfoy. Su madre. Scorpius dio un paso hacía atrás intentando contener las lágrimas pero finalmente fue lo suficientemente fuerte como para lanzar el encantamiento y salir de clase dejando a todo el mundo sin habla.

-...eh...sigamos-dijo el profesor Lupin mirando hacía donde segundos atrás había desaparecido Scorpius.

Ahora fue el turno de Albus, Ruby le dijo que no pensara que se dejara llevar y que así su propia magia saldría disparada en la forma que él eligiera. Y eso hizo.

Dio un paso hacía delante sintiendo como las miradas se clavaban en su nuca. Levantó la varita y esperó a que el Boggart cambiara de forma.

Frente a Albus apareció otro Albus, aunque este mucho más demacrado y triste. La soledad y el silencio se adueñó de toda la sala a la espera de que el azabache lanzara el hechizo. A Albus le aterraba la soledad, el hecho de no sentirse querido por nadie le aterraba y por un momento parecía que no sería capaz de vencer tal sentimiento. No obstante levantó la varita y con un grito lanzó el hechizo. Lo consiguió y estaba orgulloso de si mismo.

Ruby dio un paso hacía delante, estaba decidida a vencer sus miedos aunque no se imaginaba de que forma podían atacarle. A su corta vida había sufrido mucho, tanto que ya creía que el dolor era un parte de ella,una parte persistente de ella que nunca jamás se marcharía.

Delante de ella apareció una chica un par de años mayor que Ruby, su cabello largo y oscuro y su mirada vacía indicaba que la joven ya no pertenecía a este mundo. Junto a la joven, en el suelo, había un chico cuyos ojos eran exactamente igual a los de Ruby. Este gritaba y rogaba a los dioses que hicieran algo. Parecía un recuerdo.

El nombre de Bianca fue lo último que la slytherin logró articular antes de que su varita cayera al suelo al mismo tiempo que la joven caía de rodillas con lágrimas en los ojos.

Teddy intervino lanzando un Riddikulus. La clase había acabado.

*****

Los rumores sobre la clase de DCAO habían corrido por todo el castillo como si de espuma se tratara. Ruby había desaparecido al igual que Scorpius mientras que Albus se encontraba caminando solo y sin rumbo por los pasillos. Estaba preocupado por sus amigos aunque para ser sinceros se sentía algo molesto con ellos pues gracias a la clase de defensa se había dado cuenta de que las dos personas que consideraba sus mejores amigos guardaban secretos muy oscuros. Estaba empezando a pensar que no los conocía tan bien como siempre había creído.

Mientras vagaba se percató de una presencia conocida: Anna. La pelirroja se separó bruscamente del chico de Hufflepuff

-¿Qué está pasado aquí?- gritó Albus al ver los labios rojos e hinchados de ambos

-Al yo...- intentó explicarse Anna sin poder contener las lágrimas. Estaba sorprendida a la vez que avergonzada

-Cállate Anna. Hemos terminado- y dicho esto se alejó sintiendo como una parte de su corazón se partía al mismo tiempo que se sentía liberado.

***************

-¿Cómo supiste que estaría aquí?- preguntó Scorpius con un hilo de voz

Estaba en la lechucería.  A estas horas no había nadie por lo que era el mejor lugar para estar solo. Ruby se sentó junto a él en el suelo sin importar que sucio estuviera pues su amigo la necesitaba y eso era lo que realmente importaba.

-Simplemente lo supe

-Ruby yo...

-Tranquilo- le interrumpió al ver a su amigo al borde de las lágrimas- no tienes que contarmelo si no quieres, solo quiero que sepas que pase lo que pase yo estaré a tu lado.

Scorpius la abrazó fuertemente mientras intentaba contener el llanto. Para él Ruby era como su hermana, la quería con toda su fuerza y, que su presencia lo acompañara en ese momento tan duro le hacía sentir mejor. Cuando se separaron empezó a hablar:

-Lo sé desde hace un mes-soltó un suspiro ahogado- mi madre esta muy enferma y los médicos dudan que se recupere y eso es algo que me quita el sueño por las noches porque no puedo perder a mi madre Ruby

-Se lo que se siente- dijo la morena pasados unos minutos de pleno silencio entre ambos- yo también perdí a mi madre y te puedo decir que llega un día en el que te despiertas y sabes que realmente nunca se fue, que sigue contigo aunque no te des cuenta y ese día Scor volverás a ser feliz.

***********

-Necesito que dejes de mentir- Albus estaba alterado. El hecho de ver a Ruby ahí parada sentada en uno de los sillones de cuero de la sala común sin decir nada le hacía querer gritar

-Albus dejala en paz- intervino Scorpius protegiendo a su amiga -si no lo quiere contar esta en su derecho

-¿Enserio la defiendes Scor? Te recuerdo que se marchó sin decir nada y ahora vuelve después de tantos años y tenemos que creer que sigue siendo aquella niña de once años que no escondía nada más que ranas de chocolate bajo la cama. No Scor, la amistad no es así

-Albus no lo entenderías jamas- dijo Ruby con un hilo de voz mirando fijamente los ojos verdes del azabache

-¡¿Cómo lo voy a entender si no confías en mi lo suficiente como para contarmelo?!

-Me voy a dormir-Ruby subió las escaleras que conducían al dormitorio de las chicas mientras escuchaba de fondo los gritos de Albus y Scorpius. Se sentía horrible en aquel momento y lo único que quería hacer era darse una ducha para así poder llorar sin que nadie se enterara.