Nuestro amor es animal.

Capítulo 3.

NARRANDO DANIEL.

El chico traga saliva, mete la mano en su bolsillo y eso me hace reír, me gusta que se sientan atemorizados.

— Dame el dinero y no tendrás que vértelas con mi hermano nuevamente. —Le advierto.

— Si. —Acepta nervioso entre un tartamudeo.

Saca el dinero, me lo da y le indico el camino para marcharse, cuento el dinero, Jesús me sonríe y guiño el ojo.

— Que tenga que venir para ayudarte. —Me burlo.

— Ya casi lo tenía. —Me hace reír.

— Si, seguro. —Se ríe.

— Dame el dinero. —Pone la mano.

— Debería ser mío. —Bromeo haciéndolo reír.

Paso el brazo por sus hombros, los dos reímos, saca un cigarro y me ofrece.

— Trae —Se lo quito— Me voy, quiero ducharme, apesto y por tu culpa no he podido meterme en la ducha. —Acuso.

De repente suena un timbre, quizás el de cambio de clase, fumo el cigarro mientras observo con la mano izquierda metida en mi bolsillo, Jesús está haciendo negocios, saco las gafas de sol y me las pongo, debo tener una cara horrible.

NARRANDO LEDRA.

Salgo para ir a la cafetería, Alícia me acompaña, las dos reímos por la estúpida clase que han dado hoy, bueno, si se puede llamar así, ha sido la típica clase que enseña a tomar precauciones con el sexo.

— Que pesada con el preservativo. —Se ríe.

— Si me preocupara por tener relaciones ya habría dejado de ser virgen. —Me río.

— Algún día dejarás de serlo y quiero detalles. —Me advierte.

— Algún día —Se ríe— pero será con un chico que me vuelva loca, que me consuma, que me haga sentir cosas increíbles sin tener que tocarme.

— Si claro, cuando encuentres uno así me lo prestas, están en peligro de extinción. —Bromea.

Las dos reímos, seguimos caminando para llegar a la cafetería, de repente un chico llama mi atención, no sólo la mía, también la de Alícia. Él tiene un cigarro entre sus labios, unas gafas de sol que tapan sus ojos, mantiene la mano izquierda en su bolsillo, no puedo evitar fijarme en sus tatuajes, son tan llamativos como sexis. Él termina dándose cuenta de que lo estoy mirando, me sonríe y aparto la mirada rápidamente.