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La brisa arrastraba las hojas caídas de los árboles en aquella noche cerrada, las ráfagas de viento se sentían gélidas sobre la piel, causando escalofríos que les sacudía hasta casi ponerles a tiritar. Le sujetó con fuerza contra su pecho, intentando que entrara en calor, el cuerpo del chico se sentía tembloroso entre sus brazos, pero bien sabía que la principal causa no era el clima.

Había prometido que le protegería, que nada iba a pasarle mientras él estuviera para cuidarle, pero de nuevo le habían hecho daño y no había podido impedirlo. Había llegado tarde otra vez.

—Todo estará bien, Kookie —murmuró, repartiendo suaves caricias confortantes a lo largo de su espalda, y cerró los ojos con fuerza. Le rompía el alma verle de esa manera. El menor siguió sollozando sin contenerse, aferrándose a la sudadera de su mejor amigo.

—Tae —musitó apenas, con su voz quebrada y abatida, había tantas cosas que deseaba decirle. Se apartó solo un poco para mirarle a los ojos a través de sus encharcadas pestañas, percibiéndose seguro en su abrazo. Siempre encontraba la calma que necesitaba en los orbes marrones del muchacho de cabellos violeta, ese día no iba a ser la excepción. Su llanto se fue calmando de a poco, a la vez que Taehyung le consolaba con sus tiernos y cálidos gestos, consiguiendo que su pecho dejara de doler. Porque era ahí donde más dolía.

—Estoy aquí —le susurró de vuelta, limpiando con ambos pulgares sus mejillas, sintiéndose derretir ante el puchero que formaban los labios del más pequeño. Se acercó para dejar un duradero beso en su frente, las manos de Jungkook se afirmaron en sus hombros, apretando con delicadeza—. Vamos, hay que ir a casa a atender eso, ¿sí? Si nos quedamos aquí podrían atacarnos los vampiros —bromeó, con la intención de animarle un poco, y sonrió satisfecho cuando el azabache exhaló una risita, aunque con la voz ahogada por todo lo que había llorado.

Le ayudó a levantarse del césped y le mantuvo bien cerquita a su cuerpo mientras caminaban lejos de aquella zona específica del bosque, donde solían encontrarse cada vez que pasaban ese tipo de cosas. La distancia entre sus casas no era mucha, por eso habían escogido ese punto intermedio, al que los altos árboles y espesos arbustos volvían su lugar seguro.

Llegaron sin más complicaciones a la vivienda del mayor y subieron las escaleras a su ritmo hasta el dormitorio, donde le dejó sentado en la cama mientras iba a buscar el botiquín de primeros auxilios, casi que lo tenía especialmente para él. Se reunió de nuevo con el muchacho y se arrodilló en el suelo enfrente suyo, el ambiente se percibía melancólico, demasiado lánguido y silencioso, aunque Taehyung estaba esforzándose para que no se le notara lo increíblemente molesto que se sentía. En ese momento solo le interesaba tranquilizar a su bonito mejor amigo, ya habría tiempo para desquitar su furia después.

—Tienes que quitártela —le dijo, indicándole su camiseta blanca, que había comenzado a mancharse de sangre a un costado. El contrario solo asintió y se la sacó con cuidado, sin ser capaz de mantener el contacto visual.

Kim se encargó de limpiar y coser la herida de su abdomen con mucho cuidado para luego vendarla. Había aprendido a hacerlo casi a la fuerza, por las incontables veces en las que debió correr al encuentro del menor para hallarlo con moretones, rasguños o, como en ese caso, heridas sangrantes y feas. Jungkook ya ni siquiera se quejaba mientras le curaba, era como si hubiese terminado acostumbrándose al dolor.

Fue a su guardarropa, buscando algo para prestarle con lo que se sintiera más cómodo y abrigado. Se decidió por una sudadera ancha de color rojo, la que le ayudó a ponerse para que no se esforzara tanto y el corte no volviera a abrirse. Finalmente, le dejó recostado en la cama y se sentó a su lado en el colchón.

—Él no te hará daño de nuevo —prometió, acariciando sus oscuros cabellos para que se quedara dormido—. No se lo permitiremos. —El menor le dedicó una diminuta sonrisa triste y asintió un poquito, como solía hacer cada vez que le escuchaba decir ese tipo de consuelos. Eso es lo que eran, solo consuelos.

A media noche •⊰Taekook⊱•Where stories live. Discover now