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El tiempo ahí parecía que avanzaba más lento, se sentía como en una espera eterna, tortuosa e implacable. La ansiedad y la angustia le tenían con un tic nervioso en la pierna, su espalda estaba lejos de entregarse a la comodidad del respaldo acolchado del pequeño sillón y el suelo de madera ya estaba aburrido de su mirada penetrante.

Taehyung estaba aturdido por tanto silencio; Yoongi y Seokjin le brindaban una compañía distante, ahí, en la habitación del líder, cada uno se mantenía sumergido en sus propios asuntos. Fue cuando la puerta metálica se abrió que los tres dedicaron la misma atención al recién llegado. El menor de los vampiros no tardó en levantarse.

—¿Cómo está él?

—Cerré su herida y físicamente se encuentra en perfecto estado, pero todavía no despierta. Es normal, necesita tener reposo —le explicó Jimin. Taehyung suspiró de alivio, cerrando los ojos después y negando despacio con la cabeza.

—¿Cómo es que no notamos que estaba ahí? —se lamentó.

—El bosque consume todo lo que entra en él, está vivo y es más poderoso que nosotros. No debe sorprenderte que ahí incluso seamos fáciles de atenuar —intervino Yoongi, sin apartar la mirada del globo terráqueo sobre el atiborrado escritorio.

—Los vampiros que estaban de guardia reportaron presencias desconocidas a una peligrosa cercanía del pueblo, pero por más que trataron de dar con ellas no lo consiguieron —les hizo saber el de cabellos anaranjados, con una inminente preocupación decorando su verdosa mirada.

—Es todo, no puedo continuar así —musitó Taehyung, llevando ambas manos hasta su cabeza—. No creo que pueda seguir siendo parte de esto.

—¿Qué estás diciendo ahora? ¿Te parece razonable dar marcha atrás en este momento? —inquirió Jimin, escéptico.

—No sé si lo entiendes, ¡pero algo hirió a mi mejor amigo en el bosque! —exclamó, comenzando a perder la calma, el agobio le generaba la irrazonable sensación de sentirse acalorado, sentía el palpitar de la vena en la sien.

—¡Entonces deberías saber que ya es demasiado tarde! Tal vez quieras pensar que puedes renunciar ahora, pero sabes bien que no puedes escapar de lo que eres. —El menor no respondió de inmediato, clavó sus ambarinos ojos en los contrarios con una expresión ambigua, haciendo a Jimin bajar la guardia.

—Otra vez te crees con el derecho de no dejarme decidir —masculló, con la mandíbula tensa. Seokjin suspiró con fuerza.

—¿Se te ocurre alguna razón por la que tu amigo pudo terminar ahí? —La primera vez que el mayor intervenía y ya hacía que su corazón diera un vuelco, creía que le estallaría la cabeza de los nervios—. Le conoces, vamos, piensa.

—Jungkook está muy asustado por todo lo que está pasando ahora en el pueblo —dijo, negando mientras sus pensamientos rodeaban cada posibilidad—. Si yo mismo no le hubiese visto ahí, no lo creería.

—Entonces —resopló Seokjin—, si nuestras sospechas son ciertas, significa que Jungkook entró al bosque siendo atraído por lo mismo que la chica a la que encontraste muerta.

—Pero no tiene sentido —terció ahora Jimin—. No era su marca. Lo que le atacó solo abrió una vieja herida en su abdomen que ya estaba sanando, no creó una nueva.

—Y un licántropo no se tomaría la molestia de ser tan cuidadoso —completó Yoongi, asintiendo al comprender su punto.

—Se suponía que esto no le pondría en peligro a él. Me aseguraste que estaría a salvo —dijo Taehyung, de una manera casi desesperada, dirigiendo su mirada al de abrumados ojos verdes.

A media noche •⊰Taekook⊱•Where stories live. Discover now