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Un angosto pasillo sin ningún tipo de iluminación despertó su curiosidad en demasía. Se acercó en compañía del sonido de sus botas, atisbando una única puerta al final del recorrido. Yoongi prefería permanecer atento a los movimientos del vampiro más joven, solo en escasas ocasiones había revisado entre los recuerdos también, y Taehyung suponía que era su forma de respetar la privacidad de Jungkook como una persona que no poseía ningún tipo de vínculo con él.

A medida que dejaba atrás las lámparas de aceite en los corredores principales, las sombras le acariciaban los hombros en una atractiva invitación a acercarse más y el color de sus orbes resaltaba al aclararse su visión, atravesando la densa penumbra.

Abrió la puerta cuando estuvo lo suficientemente cerca, pero no le recibió del otro lado ningún evento del pasado, solo un angosto pasillo más que finalizaba en una segunda puerta cerrada. Pasó saliva y se dispuso a continuar, parecía que se trataba de un recuerdo que su mejor amigo había intentado sepultar en el fondo de su mente, y se preguntó qué tan inteligente era desenterrarlo.

Giró el pomo despacio, deseando que se tratara del ataque del sello porque no estaba seguro de poder continuar con eso, y se quedó inmóvil en su lugar cuando reconoció la escena que se desarrollaba frente a sus ojos. Por supuesto, debió suponerlo.

Se veía a sí mismo, confirmando que había llenado las memorias de ese chico, pero no precisamente de momentos que diera gusto recordar. Los ojos de Jungkook ya no le contemplaban como un ser brillante, ahora solo era sangre y terror. Estaba de espaldas, de frente al señor Jeon, la visión del azabache se ennegrecía por momentos, parecía esforzarse por permanecer despierto para descubrir a la bestia en la que su amigo se había convertido. Se observó acabando con la vida de ese hombre, y supo que no había manera de que su menor no le odiara o le temiera desde ese instante, más bien ambas.

Sintió a Yoongi llegar a su lado y dejó que él también conociera al animal hambriento que tenía dentro. Ni siquiera podía apartar la mirada, no soportaba pensar en lo que creería su mejor amigo de él ahora, pero tampoco debía negar el sentimiento de plenitud del que había gozado en ese momento.

—Nunca me lo perdonará —negó, retrocediendo un poco para sentarse en el suelo, apoyando la espalda en la pared—. ¿Por qué lo haría? Soy un monstruo. —Su acompañante permanecía ensimismado observando a través de la puerta, lo que llamó la atención del más joven—. ¿Yoongi?

—¿Lo eres? Yo maté a toda mi familia —dijo, con apenas un hilo de voz que Taehyung pudo escuchar a la perfección.

La sorpresa y la confusión le invadieron por completo, y solo pudo mirarle con los ojos bien abiertos mientras él se acercaba para sentarse a su lado. Jamás creyó que vería a ese muchacho de cabellos mentolados luciendo así de indefenso.

—La noche que me convirtieron. Regresé corriendo a casa, estaba asustado, no sabía qué pasaba conmigo y necesitaba ayuda. Ni siquiera puedo recordarlo bien, estaba tan cegado por la sed... Cuando volví en mí sus cuerpos estaban a mi alrededor en la sala. Mis padres, mi hermana... Todos. Eso pasó hace mucho tiempo, pero a veces creo que todavía escucho sus gritos en las copas de los árboles.

Taehyung estaba como petrificado escuchándole, no podía imaginar que algo así le pasara con Jungkook y su madre, estaba seguro de que no podría soportarlo. Recordó cuando el vampiro a su lado le sugirió mantener distancia con su mejor amigo y las personas que le importaban, le había dicho que en el momento de tenerles enfrente olvidaba su propio nombre, olvidaba que les amaba. No tenía idea de que se lo decía por su propia experiencia, y supo que había sido un idiota por juzgarle.

—¿Tú también fuiste un error? —quiso saber. Yoongi ladeó una sonrisa, con un sonidito que le decía que su pregunta le parecía de lo más divertida.

A media noche •⊰Taekook⊱•Where stories live. Discover now