Capítulo 46

10.2K 586 72
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Capítulo 46 | ¿Le guardarías rencor?

El lugar estaba cargado de ese ambiente en el que es imposible respirar. Mirar para un costado significaba dolor. Girar al lado contrario significaba tristeza. Voltearte era darte por vencido y echar un vistazo hacia para delante era una triste esperanza.

Solo me quedaba una opción, mirar a mi bonita. Esa chica no paraba de moverse de un lado a otro y prácticamente se había comido todas las uñas de sus dedos. Buscaba encontrar la manera en la que decirle que no se frustrara más, que el médico no saldría hasta que Jayden hubiera salido vivo o...

No quería ni imaginármelo.

Jayden había estado toda la vida a mi lado. Cuando éramos unos niños fuimos los amigos más envidiados del colegio, aquellos con los que nadie podía meterse de por medio y romper la relación, aquellos que ni por la chica más preciosa del universo se separaría. Ahora, después de toda esta mierda que se ha convertido en la peor sensación de mi vida, compruebo que, una vez más, Jayden vuelve a estar en ese pedestal de mi corazón guardado únicamente para él.

Esa figura se hace más grande cada vez que me muestra que es una persona en la que confiar, se queda corto y que hermanos es lo más próximo a lo que siento. Es una parte de mí, una parte de mis pensamientos, de mi corazón, que permanecerá conmigo hasta que me salgan cien canas y se me ponga el cabello blanco.

«Tan blanco como el rostro de mi chica que terminará por desmayarse», pienso.

Suelto un suspiro intentando que la bola que tengo en la garganta se disipe pero recibiendo justo el efecto contrario. Incrementa su tamaño y tengo la sensación de que vomitaré si sigo pensando en ello, los ojos me escuecen y debo agarrarme a los bordes de la silla para no salir corriendo hasta el baño más cercano para descargar lo poco que queda en mi estómago.

Tan solo recordar el instante en el que Jayden estaba en el suelo, con la sangre saliendo a litros de su abdomen, manchando su camiseta negra y pegándola a su cuerpo como una segunda piel. Trago saliva. Cierro los ojos. El sonido del disparo rebota en mi mente como un aviso de lo que habría acabado haciendo, no solo con Nora, sino con todos nosotros, de no ser que la policía hubiera intervenido.

Miro un punto fijo a través de todo el desastre transformado en forma de silencio. Escucho las fuertes pisadas de mi novia caminando sin cesar, de la misma forma que si tuviera un petardo en el culo a punto de explotar. Aprieto mi mandíbula hasta que músculo que no creían que existían me causan dolor y tengo que disminuir la presión. Noto un cosquilleo que llega hasta mis oídos.

— ¿Cuándo van a salir? — pregunta Nora. Su voz es nerviosa, sin embargo, habla tan bajo que repito la pregunta en mi cabeza ocupando los huecos que no había escuchado. Le echo un vistazo. Con sus ojos cubiertos por esa fina línea rojiza, su mano derecha elevada hasta que sus dedos rozan sus labios y pellizca su piel.

¡No me beses! (U.D.S.#4)Where stories live. Discover now