Capítulo 3: Libros, café y azar

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 Se encontraba metido en un lío, JiMin estaba embarazado, si bien en un principio no quería cachorros, imaginar uno entre el de regordetas mejillas y él no sonaba tan mal. Pero había un problema, su omega en lazado.

Luego de que se enteró de la noticia se debatía internamente entre dar a su cría padres enlazados, pues eso solía ayudar en la gestación, o evitar a su mejor amigo de toda la vida el mayor sufrimiento que en algún momento podría llegar a tener.

 Primero hablemos del bebé, si no se enlazaba con JiMin, este podría sufrir depresión y abortar involuntariamente, también existía la posibilidad que el lobo omega intentara llamar la atención del alfa provocando vómitos y vértigo, era muy común y en esos casos necesitaba de una conexión con el pelirrosa para calmarlo. Otra complicación era el probablemente no estar para el en caso de algún accidente. Las posibilidades de que algo saliese mal eran infinitas.

 Por otro lado, JungKook, quien siempre estuvo allí apoyándolo, quien lo cuido es sus enfermedades y situaciones mas difíciles. Si cortaba el lazo que los unía podría enfermar, enloquecer, e inclusive morir, y por su puesto que Yoon no quería eso para su amigo de la infancia.

 Tal vez debería haber tomado el condón de su cartera aquella noche...

_____

 El castaño se encontraba arreglándose para la noche,  se colocó jeans rotos, una remera blanca con un estampado simple en negro, y una chaqueta blanca sobre ella, se veía bastante bien a su gusto, además era una buena manera de sentirse mejor consigo mismo, pues desde que su alfa dejó de prestarle su atención, su frágil omega comenzó a buscar cada mínimo defecto para excusar aquel comportamiento porque ¿acaso no era suficiente para él?. Tomo su bolso y salió del cuarto, se miró en el espejo del pasillo antes de llegar a la puerta y se despeinó un poco el cabello, algunos reflejos naturales en tonos claros se podían observar, se detuvo a observarse detenidamente, quizá ya no era lindo como antes pensó, tenía leves ojeras rodeando sus ojos, estos mismos ya no brillaban como en su juventud, poseía ligeras arrugas debido a sonreír y sus labios a pesar de ser carnosos y rosas, no tenían aquel tono carmín pasional. En su deprimida mente no se dio cuenta el paso del tiempo hasta que el tono de su celular timbró, SeokJin se encontraba fuera esperando impacientemente unicamente con Hobi, Nam los alcanzaría a donde sea que terminaran luego. Una vez que dejó la casa y subió, arrancó para encontrarse en el aeropuerto en menos de media hora a pesar de la lejanía de este.

  Al bajar HoSeok disparó rápido seguido por el beta al recibir un mensaje de su primo comunicando que ya había aterrizado, y que también se encontraba perdido. Su llegada parecía más el juego de las escondidas que el reencuentro con un familiar. JungKook al no conocer al susodicho, simplemente se dedicó a caminar detrás de sus hyungs perdiéndolos de vista más temprano que tarde en el enorme lugar. A su alrededor predominaba el sonido de maletas siendo arrastradas, música de fondo demasiado sutil como para captar algún ritmo en concreto y varios aromas que no llamaban su atención.

 A excepción de uno.

 Con la mirada comenzó a buscar el causante del placer que sentía cosquillar su nariz, cada vez se sentía más y más cerca, rotó sobre sí mismo topándose de frente con un pelinegro alto que podía deducir olfateaba a su alrededor, al percatarse de la mirada del más bajo quedó estático y un ligero rubor cubrió su piel canela, se miraron a los ojos por unos segundos, aquel aroma a libros viejos y café era del alfa frente suyo. Ambos quedando atrapados dentro de su burbuja que en su silencio podía sentirse la atracción el uno del otro.

 Pero todo lo que empieza debe acabar, y en su situación lo que ocurrió fue que Hope saltó sobre Tae provocando la inevitable caída de ambos y carcajadas contentas.

Restart of the soul ~VKOOK~PAUSADAWhere stories live. Discover now