Capitulo 46-No lo entiendo.

4.1K 138 14
                                    

-¿Es que que Carly?
Suspiro y escondo mi cara entre mis manos.Que difícil se me está haciendo.

-Puedes que tú me tengas que decir algo, pero yo tengo que hacer esto o reviento.
Me sube la cabeza y me da un beso en los labios.
Me coge de imprevisto al principio, pero luego reacciono y me siento en sus piernas sin dejar de besarle.Dios cuanto lo necesitaba.¿Cómo he pasado yo dos años sin besarle?
Mueve su mano y la pasa por dentro de mi camiseta pegándome a él.
OMG.
O paro o esto sigue y vamos a acabar practicando como darle un hermanito a Leire.
Paro de besarle y me mira sonriendo.

-Te quiero piecitas.

-Y yo a ti guapo-digo sobre sus labios sonriendo-Pero volviendo a lo anterior...

-Dime, me da igual lo que sea, ahora mismo soy el hombre más feliz del mundo.

-¿Y eso?

-Porque estoy recuperando a la mujer de mi vida.

-Pues estás equivocado-respondo seria y borra su sonrisa-No la estás recuperando, ya la has recuperado que es diferente.
Sonríe y vuelve a besarme dándome repetidos besos cortos.

Es que lo tengo que perdonar, lo hizo por mi bien y sacrificó el no estar conmigo por mi, y para que mentirnos, es el único hombre que me hace sentir de todo cuando lo veo.
En Londres estuve quedando con algunos, pero que va, o eran unos sosos de la vida o unos estirados o parecía que no le corría la sangre por las venas.Será que en Londres ligan de otra forma, porque siempre que veía a alguno que estaba "bien" en cuanto hablaba con él ya lo veía fatal.Madre mía.
Me separo de Marco y abro el armario para ponerme el pijama, que por mucho tiempo que haya pasado sigue siendo el mismo: camiseta de Marco y pantalón pijama mío.Voy al baño a ponérmelo y cuando salgo, Marco me ve y sonríe.

-No has perdido la costumbre de dormir con mis camisetas¿No?

-No, pero ya no huelen a ti.

-Pues no te preocupes, tengo una montaña de camisetas y sudaderas esperándote.

Nos metemos en cama y nos colocamos como hacíamos hace dos años, abrazados.

=======================================================================

La luz de la ventana hace que abra los ojos, se me olvidó bajar las persianas ayer por la noche.
Nota mental: ir con Sebastián a comprar cortinas.
Noto unos brazos abrazándome por la cintura y sonrío, como echaba de menos esto.
Me giro poco a poco para tenerlo cara a cara, y como no, está con el pelo revuelto y con la boca medio abierta.
Intento separarme de él y responde pegándome más a él, bueno, pues no hay otra opción...
Empiezo a darle besos por el cuello, espero que siga siendo su punto débil.Suelta una especie de gemido y abre un ojo.

-Holis guapo.
Me mira extrañado y echa un vistazo rápido a la habitación.

-Pues no era un sueño-contesta sonriendo-Buenos días piecitas.

-¿Vamos a desayunar?

-Vale pero antes, ¿Tú no me tenías que decir algo ayer?

Mierda...para lo que quiere tiene buena memoria.
Me levanto de la cama y le tiro una sudadera antigua suya que sigo teniendo.No es plan que venga Sebastián y lo vea así, ya pensaría de lo peor y me daría una charlita.Se la pone y me siento a su lado en la cama.Se sienta y apoya la espalda en el cabecero.

-Marco, es serio lo que te voy a decir.

-Vale dime.

-Pues que...-empiezo a decir nerviosa y a jugar con mis dedos-Prométeme que te lo vas a tomar bien.

-Bueno vale, pero dime qué pasa-contesta poniéndose serio.

-Tu sabes que tengo una hija-digo mirando a las sábanas y asiente-Y que se llama Leire-digo y vuelve a asentir-Y que está durmiendo en esta casa-digo y otra vez vuelve a asentir-Y que está en la habitación de al lado.

-Carly, lo he pillado, dime qué pasa con ella-interrumpe Marco riendo.

-Si eso, pues que sabes que no conoce a su padre.

-Aja.

-Y que su padre no es inglés-digo mirándole a los ojos y pone una cara extraña-Es español.

-Vale.

-Leire tiene dos años.

-¿Y?
Es que lo he dicho mil veces y las diré mil veces más, este hombre es un empanado.

-Haz cálculos Marco.
Se queda mirandome pensativo un rato...

-No lo entiendo.
Es que me desespero madre mía de mi vida.Señor dame paciencia, porque como me des fuerza le doy dos ostias.

-¡Marco!¡Piensa un poco coño!

-¡Lo hago Carly pero es que no entiendo a qué te refieres!

-¡Es que es blanco y en botella!-grito levantándome de la cama y él hace lo mismo que yo.

-¡Pues no lo será si no lo entiendo!

-¡Que eres el padre de Leire!

Se queda paralizado y con la mirada fija en un punto.
A lo mejor he sido un poco bruta a la hora de decírselo.
-Voy al baño un momento, vete a desayunar o a hacer lo que quieras.

Va y se encierra en el baño de mi habitación, estupendo lo he acojonado.
Me pongo la bata y salgo de mi habitación.Paso por delante de la habitación de Leire y la veo durmiendo encogida destapada y agarrada a Lupi.Me acerco a ella y la tapo, con todo lo que se mueve al dormir es normal que acabe con las sábanas reliadas en un lado de la cama.Le doy un beso en la frente y salgo de su habitación.Por lo que veo Marco sigue en el baño, a saber que es lo que está pensando ahora mismo.Lo que más pena me da es Leire, no quiero que se entere que su padre no quiere ser su padre o algo peor...
Bajo a la cocina y veo una nota de Sebastián:

Good morning Carla, he salido a comprar y a visitar el barrio, quiero saber cuáles son las mejores tiendas.Voy a ir con Mercedes, puede que no esté para la comida, perdoneme.
Le he dejado la comida preparada para usted, la terremoto y por si acaso, para Marco también...
Good bye Carla.

No tiene porqué pedirme permiso, puede hacer lo que quiera.Lo que pasa es que es demasiado educado a veces.¿Ha dicho que va a ir con Mercedes?Esto me huele a parejita a la vista...la verdad es que pegan mucho y estaría guay que la ayudante de mi hermano salga con mi mayordomo.
Saco las galletas y el zumo de naranja, aunque pasen mil años siempre va a ser mi desayuno favorito, es lo que hay, están los forofos del café y luego estoy yo, la loca de los zumos de naranja y de los cola cao.
Pongo las cosas en la isla de la cocina y me siento en un taburete a pensar en todo y en nada a la vez...¿Que hago ahora?...Está pregunta resume mi vida entera, siempre no tengo ni idea de que hacer.Es que soy...cómo decirlo...bueno, digamos que soy una persona que le gusta vivir el momento pero vivirlo planificarlo, sin cosas de última hora ni nada por el estilo.
Baja Marco las escaleras y viene directo a la cocina, se sienta en un taburete a mi lado y le da un sorbo a mi zumo¿Es buena señal?

-Así que Leire es mi hija-dice mirando el zumo-¿Cómo es posible?

-Si a estas alturas de la vida te lo tengo que explicar vamos mal.

-A eso no me refiero, es que no lo entiendo¿Como?Si siempre era con protección.

-¿Siempre Marco?-pregunto subiendo una ceja-¿Incluso el día ese que se acabaron los condones y estabas con un calentón encima que no era ni medio normal?Los polos se derretían contigo.

-Vale puede que siempre no, pero solo ese día-responde nervioso cogiéndome las manos-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Miedo.

-¿A que?

-A que no la quisieras o a que me la separes de mí.Tu y yo acabamos muy mal Marco, con gritos, insultos y varios guantazos de mi parte.Ya sé que fue por lo que fue, pero en ese momento tenía miedo.

-Mírame Carla-dice cogiéndome la cara con sus manos-Vale que esté un poco molestado por esto, pero no cambia que sea mi hija y tú la mujer de mi vida.

Mi mejor decisión.Marco Asensio.Where stories live. Discover now