One shots Michaentina

Simbar - Dejarte ir.

Los extraño entonces decidí hacer un especial simbar..tengo muchos one shots en mente pero no tengo mucho tiempo últimamente. Este one shot será una continuación a la escena en que Simón se va de cita con Emma. Les dejo el video acá abajo para contextualizar. 

Estaba agotada, me dolía la cabeza de tanto leer papeles de los cuales entendía la mitad de cosas que leía, ser la encargada del roller era más difícil de lo que había pensado pero me encantaba mi trabajo y no iba a renunciar por nada del mundo. Alce la vista comprobar si todavía había gente, ya que en pocos minutos cerrábamos, y me encontré con las parejitas del momento. 

Ya me había enterado que Delfi y Pedro saldrían de cita porque eran novios y era lógico, aparte de que Jazmín se encargo de divulgarlo por todo el roller, lo que me sorprendió fue ver que era una cita doble donde Emma y Simón eran participes. No podía creerlo, —mentiroso— pensé internamente, me había dicho en el open que no le gustaba y ahora estaba por salir a una cita con ella.  Me puse a observarlos mientras saludaban, los cuatros se habían vuelto muy amigos este último tiempo, se la pasaban riendo y cantando. Centre mi atención en Simón, lo note feliz, sonriendo como pocas veces lo hacia últimamente, sus ojos brillaban y su cuerpo se notaba relajado. Parece que mi mirada le quemara porque paro de reír y fijo su atención en mi, nos miramos por unos segundos y luego el marcho con su cita. Si dijera que no se me estrujo el corazón y que tenia ganas de tirar todos los papeles que tenia en la mesa mentiría, pero no podía demostrar esta actitud, así que como siempre, guarde mis sentimientos en lo profundo de mi corazón y seguí trabajando. 

 Estaba tan concentrada revisando papeles que no me di cuenta que ya era hora de cerrar el roller e irme. Al llegar a la mansión, abrí la puerta y me dirigí automáticamente a mi habitación, necesitaba bañarme y descansar. Tras una larga y relajante ducha, me puse el pijama y decidí bajar a buscar un chocolate, infaltable antes de dormir. Cuando estaba llegando a la cocina escuche murmullos y me acerque cuidadosamente.

  — Y que tal tu cita eeeeeh?— decía Luna mientras pellizcaba a Simón

 —Muy divertida, neta. Fuimos al cine y luego a cenar, nos la pasamos muy bien— contesto él riéndose 

 — Emma es muy bonita, divertida y buena persona, me encanta para ti. Tu que dices eh?— 

 — Si la verdad que si, es una persona muy bonita. — dijo el riéndose

 — Vas a intentar algo con ella? Porque de mi parte ya tiene aprobación — dijo Luna riendo.

Sentí como mi cuerpo se tensaba ante semejante conversación, la sangre se me congelo y mi estomago se retorció, quería seguir escuchando pero mi alma no necesitaba más dolor, ya había sufrido demasiado, no soportaría un golpe más y mucho menos ese, uno tan fuerte que el corazón se me partiría en mil pedazos. Mis piernas reaccionaron automáticamente y subí rápidamente a mi habitación.  Daba vueltas en la cama intentando dormir, pero mi mente no paraba de pensar. Una parte de mi decía que no me rindiera, que luchara por el amor de Simón, pero la otra me decía que esto era una señal, que tenia que dejarlo ir.
Pensé en todas las veces que discutí con Simón, cuantas veces le mentí, lo hice llorar y sufrir, le hice daño a sus amigos, lo obligue a mentirle a su mejor amiga, escondí su afinador, y podría seguir nombrando hechos horribles mucho tiempo más. Entre más lo pensaba más clara estaba mi decisión. Yo Ámbar Smith, era una persona tóxica para Simón, no podía darle lo que el necesitaba, como podía dar o recibir cariño si mi alma estaba rota por dentro, y lo último que quería era arrastrarlo a él a mi oscuridad, porque estoy segura que al intentar "sanarme" se herirá el y no me lo perdonaría nunca. No podía ser tan egoísta, tenia que dejarlo ir, dejarlo ser feliz, el se lo merecía más que nadie, y creo que Emma era la persona indicada para eso. Nunca lo había visto reír como hoy, o quizás si pero mi mente en estos momentos me estaba jugando una mala pasada. Mi cabeza no paraba y mi llanto no cesaba, continúe así por horas hasta que en un momento me dormí.