One shots Michaentina

Regreso a Madrid 🔥

Leer despertar y aclarando las cosas.

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Pov Valentina.

—Mamá segura que traje todo?— pregunte mientras revisaba mi lista.
—Si mi amor, tranquila. Apuremosnos antes de que perdamos el avión—dijo.

Después de mi semana en Madrid y París, regrese a Argentina con el propósito de aclarar mi mente, poner en orden mi vida para poder irme de trabajar sin ningún asunto pendiente. El único que quedaba estaba allá esperando por mi.
¿Que paso? Después de mi noche pasional con Michael, no pudimos separarnos por el resto de los días que me pase en España.
Flashback
— No quiero que te vayas— me decía mientras me tenía prisionera en sus brazos.
— Yo tampoco, pero en unos meses me tenes acá para molestarme— dije jodiendo, poniéndole un poco de humor a la despedida. 
— Pásala lindo, sácate muchas fotos haciéndote la linda como vos sabes— dijo riendo, y se llevo un golpe de regreso — Te voy a escribir todos los días, porque soy un pesado y porque no quiero que te olvides de mi y de lo que tenemos pendiente. Te quiero mi amor— dijo besando mis mejillas, y yo me colgué de su cuello rápidamente para besarlo donde quería. A todo esto, Juana observaba la escena riéndose. —Dale par de enamorados, que vamos a perder el vuelo— grito, y no nos quedo otra que separarnos. 

Lo primero que hice en Argentina, fue terminar mi relación con Marcos. Por suerte, terminamos pacíficamente, y entendió que lo mejor era que seamos amigos, preservar todos los años compartidos y no arruinar la relación de amistad que teníamos. Cada uno debía seguir su camino, y el mio no era con él. 

Respecto a Mike, hablábamos casi todos los días. Siempre me levantaba con un mensaje suyo de buenos días y una foto de él haciéndose el lindo. Las noches que coincidíamos, hacíamos videollamada por horas, incluso una noche me quede dormida, y otra le pedí que me cantara una canción para dormir.  Hoy, tres meses y medio después vamos a volver a vernos. 

— Podes dejar de mover el pie? me pones nerviosa Valentina— dijo mamá riéndose —Estas muy ansiosa por verlo?— mirándome con esa cara de mamá babosa. Le conté lo que paso con Michael cuando íbamos camino a casa de regreso del aeropuerto, tuvimos una charla profunda donde me aconsejo y deseo que sea muy feliz, aparte de su "yo sabía que iban a terminar juntos". 
— Va a ir a buscarnos al aeropuerto, le dije que no, que llegábamos muy temprano pero insistió, ya sabes como es.. si mamá, muero por verlo—dije suspirando, moría de ganas de ver esa sonrisa y sus ojitos color café personalmente. 

Después de buscar nuestras valijas, nos pusimos a buscar a Mike entre la multitud. Escuche que mamá rió y — que paso?— pregunte sonriente. 
—Mirá, allá esta— dijo señalando detrás mio.
Me gire y lo vi, sus ojitos brillosos me miraban con esa sonrisa perfecta, mientras movía un cartel que decía "Pedee y Nadia", lo quería llenar de besos, y luego retarlo por seguir difundiendo públicamente ese apodo. Caminamos hacía él, mamá fue la primera en saludarlo con un abrazo fraternal, lo quería como si fuera su sobrino. Y este fue el momento donde entre en crisis, como debíamos saludarnos? no sabía que hacer, quede petrificada. 
— Hola pede— me dijo sonriendo y abriendo sus brazos para que lo abrazara.
— Te voy a matar— dije riendo mientras lo rodeaba con mis brazos fuertemente.
— Lo sé, mi intención era molestarte— dijo riendo, se separo de nuestro abrazo, tomo mi rostro con sus manos y sentirlo fue hermoso, me miro sonriente y beso mis mejillas. Al separarnos, mamá nos miraba con ternura, los dos nos sonrojamos. 
—Vamos?— dijo tratando de desviar la atención. 
Caminamos al auto mientras hablábamos de cosas triviales.
— Nadia vos subí tranquila. Valu ayúdame con esto— dijo mientras caminaba hacia el baúl. Mamá se subió al auto. Con Mike acomodamos las maletas, estaba a punto de caminar para subirme y me jalo del brazo. Tomo mi rostro con las manos y me beso. —Ahora si, hola— dijo sonriéndome. Antes de que pudiera contestar agrego — No sabía como actuar frente a tu mamá, no quería incomodarte pero no aguantaba más no besarte— decía mientras dejaba besos cortos en mi boca, y yo me derretía de amor.
— Hola— susurre embobada mientras lo observaba — yo también quería besarte—. El rió y me beso nuevamente. — Va a ser mejor que vayamos subiendo o va a sospechar—, yo asentí y el cerro la puerta del baúl, la cual funciono como escondite para nuestros besos.