One shots Michaentina

Egoísta

Otra vez la mala suerte de mi lado, había venido a Argentina por un mes a vacacionar y pasar tiempo con la familia y amigos, —maldito coronavirus—grite sollozando en mi almohada, una semana de cuarentena y ya iba atravesando cinco crisis.

Mi mente colapso entre el estrés no laboral, si... porque primero se pospusieron las grabaciones por motivos de los directores y cuando por fin veía la luz en mi trabajo surge una pandemia mundial —mundo 1, valentina 0—. El encierro, no poder ver a mis amigas tampoco ayudaba, y para no mencionar las historias de un señor que se puso de novio —aaaay lo odio—.

Después de veinte minutos de llanto y crisis, opte por abrir el cajón de chocolates y levantar un poco, sino me iba a volver loca. Entre a instagram y subí una foto a mejores amigos —Chocolate para animar la crisis de cuarentena—. Deje el celular mientras buscaba una serie en netflix, eran las doce de la noche y por casa no volaba una mosca, ni siquiera podía molestar a Luciana porque estaba durmiendo. 

A los minutos siento el móvil vibrar, miro ilusionada pensando que Mia me contesto pero no, era el mismísimo Michael contestándome la historia —que anda pasando pede?—, reacia y malhumorada le contesto —ahora te importa?— dramatizando, como siempre. Él no me da tiempo ni a bloquear el celular que me clava el visto e inmediatamente me manda para hacer videollamada, y si, mis ganas de verlo fueron más fuertes que mi enojo y mi crisis, deslice el dedo confirmando la videollamada y ahí estaba él, con sus pelos alborotados y mostrando sus pectorales... él siendo él. 
—Cuando se trata de vos siempre me importa— dice y sonríe.
—Bueno bueno pero si ya esta él queriendo mostrar su físico, te falta dar mensajitos para el planeta nomás— digo esquivando el tema, lo que menos necesito es colapsar con él y decir cosas que no debo. Él sonríe más y la piel se me eriza. —Como vas con esa cuarentena pede? que tal todo por argentina?— pregunta interesado y yo le comento las medidas que se tomo en el país y la cantidad de casos que hay, también hago catarsis comentándole lo de mis proyectos y mi convivencia con la familia. —Y nada, básicamente me voy a volver loca con la cuarentena, pero no queda otra que cumplirla no como otros que se la pasan en la playa— suelto la bomba.
—Yaaa, que me han retado bastante por todos lados, y tienen razón. Ayer arranque la cuarentena pero de verdad— dice incomodo y sé porque. Silencio y miradas interrogantes. —Me gusta— digo mordiéndome la lengua. Ríe sin entender y contesta —Que cosa?—, respiro profundo y suelto la cruda verdad —Tu novia, es muy linda, me gusta— suelto rápidamente y observo su reacción, como era de esperarse se rasca la nuca, siempre hace eso cuando esta nervioso. Ríe nervioso —Si, nosé, digo si nos estamos conociendo e intentándolo— y caemos en otro silencio incomodo. 
—Espero que esta vez sea la indicada— suelto y el sonríe incomodo y rápidamente contesta —quizás si, quizás no—
—Lo afortunada que es al pasar la cuarentena con vos... — pienso, pero mi cerebro me traiciona diciéndolo en voz alta.
—Valentina— susurra él.
— Te extraño — digo y mis ojos se llenan de lagrimas —ya lo sé, soy una egoísta... otra vez buscándote cuando vos estas bien, pero que cuando vos me buscas yo no me animo a jugármela, y no sabes como odio mis inseguridades y mucho más cuando se trata de vos. Definitivamente estamos destinados a no ser— digo secando rápidamente la lagrima que cae por mi mejilla.
— No digas eso, quizás...— él iba a seguir hablando pero en el fondo apareció una chica caminando con la camisa de él, los pelos alborotados y preguntan —mi amor, venís?— y otra vez sentí ganas de hacerme un bollito en el suelo y llorar. Corte rápidamente la videollamada y le escribí perdón. 

Y esa noche me fui a dormir llorando, recordando los momentos con él y todos los momentos que perdí vivir por cobarde.

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Tenia ganas de escribir algo pero al final no quedo como quería...