One shots Michaentina

La diva de la escuela II

Pov Valentina

  — y.. terminamos. Bravo chicos— dijeron los productores y aplaudieron. Rápidamente abrace a Mike y le dije — Terminamos chiquito, va a quedar increíble— el me abrazo más fuerte y no se canso de agradecerme, lo repetía una y otra vez.  

  — Mike veni un ratito, vamos a chequear unas tomas— dijo uno de los productores mientras bajábamos al departamento, de paso yo necesitaba cambiarme de ropa y juntar mis cosas

Media hora después me encontraba esperando el ascensor, no había visto a Mike para despedirme. Las puertas estaban por cerrar y el entro corriendo.
— Pense que ya te habías ido— dijo agitado

— Llegaste justo boludo, quería despedirme y no te encontraba.— El río y paso su brazo por mi hombro abrazándome.

— Te llevo a tu casa — dijo mientras salíamos del ascensor.

— No Mike, ya llame a mamá para que me busque. No vas a ir hasta alla boludo, queda lejos—

— No es una pregunta mugrosa, te llevo y punto, así que llámala para que no venga para acá — dijo riéndose y agarrándome por los hombros llevándome para su auto.

  — Sos un tarado y cabeza dura eh. Bueno voy a llamar a mamá, te aviso que va a insistir en que te quedes a comer así que prepárate para aguantarme unas horas más.— reímos los dos

— Bueno entonces paremos a comprar postre primero— dijo el, y como me conoce sabe que no insistí, pero terminamos discutiendo porque él quería pagar todo y no lo deje, obviamente que en la pastelería se nos rieron y nos miraban con ternura, parecíamos una pareja en una cita discutiendo. 

Al llegar a casa, entramos y mis papás lo recibieron como si fuera un hijo más, entre abrazos y risas. —Ay mamá sos una intensa, lo viste hace cuatro horas—dije riéndome por como abrazaba a Mike, se notaba a kilómetros el aprecio que le tenia.

  — No le hagas caso Nadia, se pone celosa— dijo él riendo y envolviendo a mi mamá en un gran abrazo. — a no ustedes son unos tarados, mejor me voy a bañar— dije riéndome y marchándome a mi habitación.

Mientras me duchaba no podía parar de pensar en todo lo que había sucedido, las grabaciones habían sido tan lindas, emocionantes e intensas a la vez, y por más que trataba de no maquinarme pensando en los besos dados, me era imposible no hacerlo, mi mente me traicionaba y volvía una y otra vez a ellos. Siempre era así, después de un beso con él me pasaba toda la noche pensando en esa sensación de mariposas en la panza, de esa picazón en la piel cuando necesitas más y más de algo. — Basta Valentina—  me rete mentalmente, apague la ducha y salí de allí.  

Salí al quincho, donde papá estaba cocinando un asado y mamá y Mike tomaban vino conversando entre risas.  —Ah bueno, ustedes la pasan mal eh — dije haciendo mi entrada triunfal en pijama, obviamente que se me rieron en la cara.  
  — Pero mírala a ella y su pissshama— djio Mike haciéndose el argentino, provocando que todos riéramos. 

— Cállate vos argentino trucho— reí mientras me servia vino en una copa. 

— Bueno bueno, cuéntenme  que hicieron hoy, tu mamá estaba tan emocionada que cuanto intentaba contarme no sabia por donde empezar— dijo papá riendose. Mike empezo a contarle todo lo sucedido y papá lo miraba con tanta admiración, él también lo quería mucho, siempre que se veían se quedaban conversando. 

Después de una linda cena, prácticamente en familia, comimos el postre y mis papás se despidieron porque se iban a la casa de unos amigos a celebrar un cumpleaños.