Capítulo 6.

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Puedes romper mi corazón en dos, pero cuando sane latera por ti — Selena Gómez.


Los días siguientes pasaron aún más rápido de lo normal, y digo los días siguientes a las cuatro semanas siguientes.

Seguí con mi rutina de siempre, con mi vida aburrida de siempre, el verano llegó con aun más fuerza y ahora nada me podía levantar en las mañanas más que un buen baño con agua fría, lo cual hacía todos los días sin excepción.

Además, había agregado a mi lista de actividades, el retomar viejos hábitos como regresar al kickboxing y el dar clases de karate a niños jóvenes de entre 12 a 15 años, lo cual me encantaba, me había certificado como maestra en artes marciales hace unos dos años atrás y era uno de mis muchos diplomas que figuraba en la sala de mi abuela, ahí colgado como la mujer más orgullosa del mundo al tenerme.

Además de eso, me alegraba contar con más tiempo, ya que cuando el verano llegaba la mayoría de las escuelas cerraban o se tomaban un descanso y en la escuela que yo estaba en línea, nos daban la opción de decidir si querías o no tomarte ese tiempo para descansar. No lo pensé demasiado, tomé la decisión y pedí unas vacaciones en al menos de una cosa que me absorbía demasiado.

Todos mis amigos y familiares, incluyendo algunas personas del trabajo estaban más que agradecidas, ya que, en palabras de ellos, me encontraba algo más cansada de lo normal y más sensible a todo. Sabía perfectamente a que se referían, y aunque me querían, sabía que sí me decían algo así a mi cara era solo porque en realidad estaba mal, aun así, me preocupo un poco que el único que nunca se quejo fue mi propio jefe.

Aunque cuando decidí tomarme mis muy merecidas vacaciones, decidí que iba a olvidar todo, hice borrón y cuenta nueva y comencé por agradecer a todos con lo que mejor se me daba. Así cuando regresé a la oficina pensé en una manera de agradecer a todas las personas de aquí que hacen de mi vida, algo más soportable.

Así que primero tenía que pedir permiso. Esperaba que no fuera difícil.

Di un toque en el marco de la puerta, en cuanto levantó la cabeza y me miró, y me sonrió.

No solo mi actitud había cambiado en los pasados días, sino también mi relación con el jefe. Quien había pasado de ser un "idiota integral" a un "colega que me caía mejor conforme no iba por ahí tratando de conquistarme".

Pero bueno ninguna vida es fácil, ¿o sí?

La música de mi computadora cambio y pude escuchar Ever Fallen In Love de Pete Yorn por los altavoces.

Ignore la canción hasta que escuche la línea, ¿alguna vez te has enamorado de alguien que no se enamorado de ti? y fue entonces cuando sentí un gran nudo instalarse en mi garganta y corazón.

Fue entonces cuando ya no quise hablar.

—¿Necesitabas algo? —Me dijo él hombre viendo desde su escritorio.

No supe que decir, sentía que hasta que la canción no terminará y yo no podía hablar, era como si las palabras no pudieran salir hasta que no se terminara esta.

Se acabó y retomé mis agallas.

—Necesito pedirle un favor.

—¿Más frappes?

Me mentalice, yo podía hacerlo, yo podía hacerlo. Era una sobreviviente, puse en mi memoria imágenes del suceso que más me aterraba de mi vida y tomé fuerza. Los secretos también son monstruos. Algunos más fuertes que otros, pero si los usas correctamente, pueden ser tu único medio para sobrevivir en este mundo.

De Regreso a Ti. Trilogía: "Viva la Vida I".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora