Capítulo 16.

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No puedo evitar amarte, aunque lo trate

No puedo evitar quererte, sé que moriría sin ti — Ruelle.


Nadia volvió por la noche, ese mismo día, mi familia estuvo un rato en la tarde, pero como me vieron algo cansada se retiraron temprano gracias a la política del hospital de dejar descansar bien al paciente y mientras yo estaba secretamente muy agradecida con el hospital por decidir eso.

—Escuché por ahí, que no te sentías muy bien el día de hoy. —Dijo Nadia sentándose a mi lado en la cama, como ya era habitual.

—Estoy un poco cansada, eso es todo, hoy me dejaron caminar un poco y creo que me fatigue más de lo que pensaba.

—Así que caminaste un poco hoy, ¿a dónde fuiste?

—El doctor me llevó a ver un poco del hospital, recorrimos mucho hasta que me canse.

—¿Y él te trajo de regreso?

—No, regrese sola.

—Eso es raro.

—¿Porque?

—Porque no suele tener tantas atenciones con sus pacientes.

—No son atenciones, estoy seguro de que el solo quería asegurarse de que este todo bien.

—No lo creo, he visto la manera en que él se comporta contigo, no lo hace con nadie más.

—Seguro que no es lo que piensas.

—¿Y qué es lo que pienso?

—Si dices que él se comporta diferente conmigo tal vez deba pedir un nuevo doctor.

—No hay otro Cardiólogo en el hospital, él es el único especialista.

—Pues entonces quizás será mejor que me vaya a casa y haya continúe mi recuperación.

—No puedes irte, créeme nadie te atenderá mejor en el mundo que él.

—Es solo que ya no lo quiero cerca de mí.

—Paso algo entre ustedes hoy, ¿qué yo no sepa?

—No por supuesto que no, solo soy una paciente más.

—Créeme, no lo eres. —Dijo ella muy segura de lo que decía. A mí no me vale eso, tengo mucho más que perder ahora que antes, si me volvieran a romper el corazón no creo que pudiera con ello. Así que lo mejor era no tener esperanzas, no hacerse ilusiones y no tener sentimientos por nadie.

Después de todo yo me iría en unos días del hospital, de la ciudad y de su vida para no volver jamás.

—Sí, lo soy, ahora déjame por favor quiero dormir.

—Está bien, pero estaré no muy lejos por si me necesitas.

—Gracias. —Dije dándole la espalda. No quiero saber nada más del tema.


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Al día siguiente hice mi mejor intento por sentirme mejor, pero la verdad estaba hecha una mierda, y como si el universo me hubiera oído y decidiera hacer algo para mejorarlo envió a un ángel por mí. Para mejorarlo todo.

Con sus sabios consejos y ayuda emocional que saca de baches con solo hablarlo.

Rocío entro por la puerta y me saludo con una gran sonrisa de oreja a oreja.

De Regreso a Ti. Trilogía: &quot;Viva la Vida I&quot;.Where stories live. Discover now