Capítulo 14.

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Eres mucho más que el hijo de tu padre,

Eres mucho más de lo que me he convertido.

— Sleeping at Last.


Aún recuerdo como sí hubiera sido ayer, el día en que mi padre se fue y nos dejó.

Yo tenía diez años. Estábamos en casa, era un día normal de verano.

Era junio, yo nací en junio trece y por lo tanto era mi época favorita del año, mamá siempre estaba planeando alguna sorpresa para cada uno de mis cumpleaños.

Quizás era porque cuando tenía cinco años, un payaso me aterrorizo y me traumó un poco. Y todo eso era su culpa.

Faltaban casi dos semanas para mi cumple años y aunque esta vez no había ningún payaso incluido en la lista de fiesta, yo sabía que mi madre debía de haberse seguramente equivocado en algo, era algo propio de ella, no era una mala madre, solo que algunas veces era demasiado distraída y eso tendía a arruinar muchas situaciones.

No puedo decir que toda la culpa fue suya, no era una mala madre como dije antes, pero tampoco era una excelente, solo era humana.

No sobresalía mucho en casa o en su trabajo, era una simple secretaria que trabajaba todos los días por administrar el dinero, cuidar a sus hijas y a su matrimonio. Una típica ama de casa, que a menudo se equivocaba al meter la ropa delicada y olvidaba a sus hijas en la escuela hasta altas horas de la tarde. Solo una mujer normal, no la odio, pero tampoco puedo decir que la ame más o menos. Solo le guardo respeto desde ese día.

En fin, el día corrió como siempre, mamá preparó el desayuno, nos levantó para la escuela y nos llevó.

Luego cuando la escuela término paso por nosotros, nos dio de comer y cuando llega la hora de la cena y después de hacer la tarea, papa salió por la puerta con sus cosas en maletas y cajas.

Dos años después descubrí la verdadera razón de ese suceso. Papá nos había dejado porque tenía otra mujer y ella estaba embarazada.

Supongo que debió darme una pista el que mi madre fuera a dejarnos aún en pijama a la escuela o que cuando pasó por nosotros llegó puntual por primera vez en nuestra corta vida o que llevaba poco maquillaje y los ojos rojos. No lo sé, pero a veces pienso que, sí hubiera puesto más atención a los detalles, a las señales, quizás él no se hubiera ido.

Quizás ella no se hubiera muerto de tristeza, cuando le dio el infarto en la cocina un día más tarde, o quizás no hubiera sido tan fulminante este.

Pero pasó, papá nos dejó porque no fuimos importantes para él, porque no fuimos lo suficiente para él.

Eligió a su otra familia.

Y nos dejó solas, mi abuela me lo dijo y yo lo comprobé unos años más tarde.

Cuando estaba en la preparatoria me fugué y fui a buscarlo, lo vi muy feliz con su nueva familia, ahora tenía tres hijos y era muy feliz con su flamante esposa de modelo de revista.

Lo sé, porque los investigué.

Pero eso no me sorprendió tanto como cuando fui al médico dos años más tarde de la muerte de mi madre por un leve adormecimiento del brazo derecho, que el médico me dijera que tenía la misma enfermedad congénita de mi madre.

De Regreso a Ti. Trilogía: "Viva la Vida I".Where stories live. Discover now