Capítulo 29.

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Y si no me amas ahora, tu no me amarás de nuevo, 

Aún puedo oírte decir que la cadena nunca se romperá — Fleetwood Mac.


Llamé a la estación para reportar mi nuevo viaje, me comunicaron inmediatamente con el jefe de policía y luego con el otro detective a cargo de mi caso. No recordaba su nombre y a esta altura se me hacía que nunca me iba a acordar de él. Parecía, además, que cierta persona se negaba a saber algo más de mí.

Me importaba, no lo iba a negar, pero iba a actuar como que no, hasta que se pasará.

Me dijeron que un oficial me seria asignado, para acompañarme en mi viaje y que se avisaría del sospechoso a la policía de la ciudad de México, eso era todo.

No me malinterpreten, no le tengo miedo a Leonardo, pero tampoco despreciare al oficial de policía o detective que me asignen para cuidarme en mi viaje.

Al contrario, debo admitir que me sentí como toda una celebridad el tener que viajar con tanta protección a mi lado.

Los de la editorial cumplieron con todo, nos dieron pasajes a los tres de primera clase, ellos sí que sabían cómo tratar a sus autores, uno para Rocío, otro para el detective (él cual aún no sabía quién sería) y otro para mí.

Llegaron por correo al día siguiente de que hable con Rocío y al día siguiente en la mañana muy temprano estaría viajando a la Ciudad de México.

Había que trasladarnos a otra ciudad primero para tomar un vuelo haya, pero todo valdría la pena. Nos habían dicho, además, que tendría un itinerario que cumplir, por lo que estaría demasiada ocupada en lo que duraría el viaje. Que sería de cuatro días.

Por la noche me puse a hacer mis maletas, estaba más que contenta. Hasta que tocaron la puerta de mi habitación y cuando abrí, estaba el detective Kieran del otro lado.

Sentí que mi corazón se me quería salir del pecho, con solo verlo, tuve una revolución completa. Una melodía resonaba a lo lejos, de la computadora de mi habitación.

—Hola, solo quería decirte que yo te acompañaré en tu viaje, quería decírtelo porque no quería que te llevarás una sorpresa desagradable mañana al verme, afuera.

—¿Porque sería desagradable? ¿Porque tú me gustas y yo no? —El hombre palideció ante esas palabras, pero no dijo nada más, así que yo lo diría entonces—. Ya te lo dije antes, no me voy a morir, soy adulta.

—Yo también soy adulto.

—¡Genial! Me alegra que digas eso, porque si los dos lo somos, entonces nos podremos comportar como tal.

—Claro que sí, antes que nada, soy un profesional en mi trabajo.

—Bien entonces te espero mañana, aquí, para irnos los cuatro, mañana.

—¿Los cuatro? Tenía entendido, que solo seríamos tres personas las que viajaríamos.

—Sí, seremos Roció, tú, yo y Raúl.

—¿Raúl?

Bien, quizás no debería de haber dicho eso, era un juego de celos que no me gustaba, pero una vez que lo dije ya no lo pude regresar, así que ahora tendría que ver cómo le haría para que realmente pasara.

Pero es que, al ver la expresión en su cara al decir el nombre de Raúl, no pude evitar pensar que quizás Kieran no estuviera siendo cien por ciento sincero en cuanto a sus sentimientos por mí.

De Regreso a Ti. Trilogía: "Viva la Vida I".Onde histórias criam vida. Descubra agora