—¿Es su novio? Supongo que es el padre del bebé —continuó el doctor con una amigable sonrisa.
—¿Qué...? —apremió Haruka enfadada— Oh... —resolvió entendiendo al fin.
—¿Qué... qué bebé...? —interrogó alarmada Serena.
—Usted está embarazada, señorita.
PUM PUM
Está embarazada...
Resonó en su cabeza, una fuerte punzada hizo que cerrara los ojos con fuerza, una migraña le impidió seguir escuchando.
Los ojos le escocían, los oídos le zumbaban, las náuseas la golpearon con fuerza, sus párpados se volvieron pesados. Sin darse cuenta se levantó y al intentar salir del consultorio, su cuerpo sucumbió.
Terminó desmayándose asustando a Haruka y al médico, gracias a la agilidad de la chica no terminó en el suelo.
Haruka la tomó en sus brazos y la subió a la camilla, el doctor revisó su pulso que era muy débil.
—¿Ha estado comiendo bien? —interrogó el pequeño doctor mirando a Haruka— ¿qué tan fuertes han sido sus jaquecas?
—Todo lo que come lo devuelve enseguida —respondió automáticamente sin dudar— sus dolores de cabeza han sido demasiado fuertes, tanto que la luz y los ruidos le han causado náuseas y mareos.
—Es mejor que quede en observación por unas horas, luego podrá llevarse a su novia joven. —informó el doctor terminando de oír sus latidos y los dejó solos.
—Mi novia... —susurró Haruka para sí misma sonriendo, no se molestó en explicarle nada al doctor— ojalá algún día se cumpla.
Abrió lentamente sus ojos, aún le pesaban un poco los párpados y la luz le molestaba. Trató de incorporarse y la habitación comenzó a dar vueltas. Puso sus manos en su frente en un inútil intento por menguar el mareo.
—Despertaste... —se regocijó y la tomó en sus brazos envolviéndola en un afectuoso abrazo— ¿te encuentras bien, cabeza de bombón? —indagó tomándola del mentón para inspeccionarla.
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Mi chica predilecta ©
FanfictionA Serena la habían engañado con la absurda mentira de las almas gemelas y el destino. Demasiado ingenua para no caer ante esos hermosos ojos, demasiado torpe para mantener su atención. A Haruka le cegaron los desvaríos de un amor prohibido. Se entre...