DIECISIETE

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"La ves cuando cierras los ojos,tal vez un día entenderás por quétodo lo que tocas, es seguro que se muere

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"La ves cuando cierras los ojos,
tal vez un día entenderás por qué
todo lo que tocas, es seguro que se muere."

"Let her go - Passenger"


Su almuerzo era insípido, nada comparado con las comidas; que aunque a la vista no eran apetecibles; Serena le preparaba con tanto amor, dejó el plato a medio comer y lo botó todo a la basura.

Serena... aún no podía creer que lo había humillado de aquella forma, frente a todos los invitados. Le parecía increíble, que su relación haya terminado de tal manera.

En el hospital de lo único que hablaban, era de cómo su prometida le había lanzado el anillo a la cara y como; su apuesto acompañante, le había propinado un puñetazo.

Las tardes pasaban lentas y la estadía en sus prácticas en el hospital, eran eternas. Para su mala suerte, aquel era de esos extraños días en los que casi no tenía pacientes, estaba demasiado aburrido. Cuando llegó la hora de marcharse, una vez más no encontró a Michiru esperándolo en el estacionamiento.

Desde la noche en que Serena terminó con él, Michiru no había vuelto a buscarlo. Estaba preocupado por ella, nunca desaprovechaba la oportunidad de estar con él, pero ahora ni siquiera respondía sus llamadas.

Decidió, a última hora, ir a verla a su departamento y así salir de las dudas. De esa manera, dejaría de pensar en Serena de una buena vez, por lo menos en esos momentos. Necesitaba una distracción y la mejor para eso era Michiru.

Apenas llegó al edificio, luego de estacionar su auto, se dirigió con premura al departamento de la mujer, siguió llamándola pero ella continuó ignorándolo.

Desesperado y enfadado por aquel desplante, atravesó el pasillo con premura para aporrear la puerta sin ninguna compasión y presionar el timbre con insistencia.

-¡Ya voy! -vociferó Michiru desde el interior bien arreglada, se preparaba para salir con unos amigos, observó a través de la mirilla de la puerta y divisó a Darien- ¿Qué demonios sucede contigo? ¿Estás demente?

Él se adentró a su departamento hecho una furia, la mujer sabía el porqué de su visita aunque no lo esperaba tan pronto.

-¿Porqué no respondes los mensajes, ni contestas mis llamadas? ¿Me has estado ignorando a propósito? -exigió oteando la sala exasperado- creí que te había pasado algo, y tú, tan tranquila arreglándote para ir, quien sabe a donde.

Estaba hecho un manojo de nervios y caminaba de un lado al otro, como un animal enjaulado mientras hablaba y observaba a la mujer de manera feroz.

Michiru comenzó a reír a carcajada suelta; Darien era tan predecible, sabía que no resistiría ser ignorado, que la buscaría desesperado y tan necesitado de ella... de su atención.

Mi chica predilecta ©Where stories live. Discover now