DOCE (parte uno)

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Su pelo estaba mojado y solo traía los pantalones puestos, el timbre sonó y con la camisa a medio abotonar salió a ver quien era

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Su pelo estaba mojado y solo traía los pantalones puestos, el timbre sonó y con la camisa a medio abotonar salió a ver quien era.


Los grandes ojos de Serena lo recibieron del otro lado de la puerta, se veía nerviosa y abochornada tal y como la recordaba. Pero no se esperó ver todas sus cosas, se maldijo al no haber sido especifico con la muchacha y hacerle saber que prefería que vivieran separados hasta la boda.

—Serena ¿qué haces aquí a estas horas? —indagó a pesar de deducirlo.

—Buenas noches, Darien. Ésta mañana me habías dicho que… que te buscara a penas me decidiera —respondió con una sonrisa inocente— he decidido, volver contigo.

El hombre la invitó a pasar, sin más remedio, y metió sus maletas a su departamento. Una vez más, su espacio era invadido por su impaciente novia.

Lo cierto era que había ganado una vez más y Serena había regresado junto a él, justo como había dicho antes.

Una vez más, todas sus cosas estaban junto a las de Darien y, aunque por varias semanas deseó que llegara ese día, extrañamente no se sentía contenta

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Una vez más, todas sus cosas estaban junto a las de Darien y, aunque por varias semanas deseó que llegara ese día, extrañamente no se sentía contenta.

Tomó sus cosas para asearse y se metió al baño, agradecida por que Darien ya se hubiera bañado antes de su llegada, no estaba lista para intimar con él. Aún le dolía su traición y no quería sentirse usada.

—Ésto no es como lo esperaba, tal vez tomé una decisión apresurada —se lamentó mientras el agua corría por su cuerpo.

Suspiró y salió de la ducha para secarse y vestirse. Con su pijama con estampado de conejitos y su larga cabellera trenzada, se dispuso a acostarse en la cama.

Darien estaba allí, leyendo uno de sus libros, como cada noche antes de dormir. Oteó la habitación, todo estaba como siempre,  en orden y en perfecta armonía; todo lo contrario a lo que podría ser la habitación de ella.

Mi chica predilecta ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora