"Si las miradas matasen, Harry sería el mayor asesino en serie de la historia"
Nicholas Blake es un chico normal y bastante alegre, con una personalidad fuerte pero realmente bondadosa. Todo lo contrario a Harry; él es todo lo que nadie quiere enco...
Tenía delante mío un foco apuntándome directamente a la cara, a mi alrededor estaban varios hombres encapuchados y uno de ellos con una navaja en la mano.
- Es curioso como un golfo adolescente se atreve a meterse en nuestros asuntos- dijo una voz- Vas a tener tres oportunidades para responder a una pregunta ¿ok?. Si nos mientes, te haremos daño, si vuelves a mentirnos, te haremos daño, y si sigues igual, te mataremos. Seguro que lo has entendido ¿verdad?
Estaba tan dominando por el pánico que ni siquiera pude hablar.
- Nos tomaremos tu silencio como un sí- alguien se acercó varios pasos y tomó mi mentón con fuerza- ¿Qué es lo que has visto en las afueras?- preguntó con voz grave e intimidante, acercando la navaja a mi cuello
No pude evitarlo; mis ojos empezaron a ponerse brillantes y algunas lágrimas se escurrieron por ellos, sollocé varias veces sin dejar de mirarle a los ojos.
- ¿Te vas a poner a llorar? No me jodas, eso es de crías
Daba igual lo que me dijese, no podía parar de sollozar, estaba tan asustado que incluso las piernas empezaron a temblarme, a pesar de mantenerse atadas. Los demás hombres estaban totalmente callados, cosa que solo me incomodaba más, me miraban con el ceño fruncido, como si quisieran intimidarme.
Algo en lo que me fijé fue en todos que llevaban la misma sudadera negra con una marca en común y unos pasamontañas de diferentes colores.
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A pesar de morirme de miedo, sentía algo extraño en el pecho, me daba la impresión de que el verdadero peligro estaba a punto de aparecer, de que ellos solo eran la lluvia de la tormenta, que los truenos y rayos no tardarían en aparecer. Mi corazón estaba acelerado, como si se preparase para un susto o algún impacto inesperado.
- Te repetiré la pregunta, ¿qué es lo que viste en las afueras de la ciudad?- esta vez apretó más la punta, justo en el lado donde está la yugular
- So-Solo sé que había una f-furgoneta, ni siquiera he visto la matrícula- balbuceé- Lo juro
- Oh, conque solo estabas de mirón- al instante, el tipo me dio un fuerte puñetazo en la tripa que me hizo retorcerme de dolor- Odio los intrusos como tú
Tosí desesperado varias veces e intenté recuperar la respiración, casi no me había recuperado de lo del ladrón y ya me venían con más golpes.
- Segunda oportunidad, niñato- colocó la hoja del arma en mi garganta- ¿Qué fue lo que viste?- preguntó deteniéndose un corto periodo de tiempo entre palabra y palabra
- Yo... Y-Yo...- Ya empezaba a llorar de nuevo
Me odio por ser tan sentimental, y siempre en los peores momentos. Mierda.
- N-No me mates, por favor, no sé n-nada, solo escuché uno ruidos y me acerqué
- Ya, y te agachaste y te escondiste entre unos arbustos para ver mejor, ¿a que sí?
