Capítulo 31

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N a r r a d o r    o m n i s c i e n t e

El fuerte llanto del niño hizo eco dentro de la estancia. No sabía dónde estaba, ni tampoco conocía al musculoso hombre moreno que lo sujetaba en brazos, solo berreaba exigiendo volver al cálido pecho de su padre.

Podía sentir el frío y la humedad del ambiente acariciarle sus mejillas con sutileza, y no le reconfortaba en absoluto, además, había un olor a metal en el aire que lo mareaba.

- Cállate, cállate...- Ni siquiera se sentía protegido en las manos de ese sujeto vestido de negro que lo contemplaba atentamente. Deseaba con todas sus fuerzas regresar a donde estaba antes, pero solo era capaz de pedirlo a balbuceos y chillidos incomprensibles- ¿Qué diablos hago con él?- preguntó el más alto esbozando una mueca de confusión

- Dámelo, Tyler- respondió el otro acercándose ansioso. Sus largos mechones dorados sobresalían de la capucha negra que llevaba puesta 

- No, no, ni hablar- el moreno dio un paso atrás- Tienes las manos empapadas de sangre. Vas a ensuciarle

Los cuerpos mutilados y ensangrentados que habían quedado esparcidos por el abandonado almacén le dieron la razón.

- Da igual, dámelo, venga, que lo quiero ver- insistió acercándose aun más y buscando los ojos del pequeño desesperadamente

- Te he dicho que no- volvió a apartarse- Primero espera a que lleguemos al hotel, y después de que te duches, te lo daré

Ambos se miraron fijamente como queriendo convencer al otro de que su idea era la mejor. Uno de ellos con las cejas fruncidas y el otro con una sonrisa de oreja a oreja que espantaría a cualquiera.

- Supongo que mi querido sobrino podrá esperar unas horas antes de que su tío lo tenga en brazos- cedió finalmente el rubio encapuchado

- No te preocupes, estoy seguro de que no se siente impaciente por ello

Al oír sus palabras, una fina y perturbadora carcajada se escapó de los labios del más bajito. Su espalda encorvada se estiró para hacer crujir sus huesos y comenzó a caminar hacia la puerta de salida. Solo Tyler era consciente del putrefacto olor a sangre que emana de su ropa según iba andando.

- Hoy conduces tú- murmuró el más joven frotándose un ojo con el nudillo

- Siempre conduzco yo- refutó Tyler meciendo al bebé en un intento en vano de que se calmase. Los grandes y profundos ojos brillantes con los que lo observa desde abajo le hicieron pensar en lo ocurrido- Eres consciente de que lo que acabamos de hacer pondrá a toda una organización de sicarios y mafiosos sanguinarios en nuestra contra ¿verdad?- dijo levantando la vista- Si no es nuestra sentencia de muerte lo que acabamos de firmar al robar a este bebé, no sé lo que será, pero desde luego que no tiene pinta de ir a traernos nada bueno

El rubio se detuvo al momento, dejó de caminar sobre el lodo y pareció pensar meticulosamente las siguientes palabras que iba a pronunciar. Tyler sabía demasiado bien que cuando ese loco se quedaba callado, era porque lo que iba a decir le pondría los pelos de punta. Y odiaba la sensación de escalofríos que luego se le queda por la espalda.

- Llevándonos a ese bastardo, no hemos firmado ninguna sentencia de muerte, mi querido amigo- antes de que pudiese verlo venir, Tyler ya tenía al encapuchado prácticamente encima, con su navaja acariciando lentamente una mejilla del bebé- ¿Sabes por qué?- Sonrió excitado, y el moreno extendió los ojos estupefacto- Porque mi querido hermano sabe que si la muerte nos arrastrara a nosotros dos- descendió el arma hasta el cuello del infante- También se llevaría con ella a esta preciosa oportunidad que le queda para arreglar los que estropeó hace tantos años atrás.

Alma Oscura ⇝ (GAY +18)Where stories live. Discover now