Capítulo 25

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- ¿Harry?- todo el aire que tenía dentro de mis pulmones desapareció, ni siquiera me atreví a respirar de nuevo

- ¿Dónde estás?

Apagué el móvil y me moví tan rápido que temí que se me escurrirá de las manos, pero gracias al cielo, logré dejarlo dónde lo había encontrado antes de que su alta figura apareciese por la entrada.

Solamente cuando lo vi acercarse hacia mi lado, frotándose un ojo y medio vestido, pude coger aire de nuevo.

La punzada que sentí en el pecho en el momento que su voz llegó a mis oídos fue indescriptible. Sin duda alguna, la sensación más sofocante y angustiosa que jamas había experimentado en mi cuerpo. Era como si perdiera el equilibrio, el sentido y el control de todas mis acciones a la vez. Como si lo único que me guiara fuera el miedo. El miedo de saber que al darme la vuelta, me encontraría con unos gélidos orbes verdosos recriminándome haberlo traicionado. Haberlo utilizado. Haberlo engañado.

Incluso mis manos habían empezado a sudar y a escocer.

- ¿Por qué no estás en la cama?- preguntó con cansancio, acercándose hasta quedar a unos centímetros de mí- ¿Y por qué sólo llevas tus bóxers puestos? Vas a coger frio- me regañó a la vez que me envolvía en sus fuertes brazos

- Tenía sed, y en la habitación no había agua... así que... pensé que aquí igual sí- traté de no tartamudear

Sus atentos ojos no paraban de mirarme.

- Tengo una botella de agua en mi cuarto, si me hubieras preguntado, no habrías tenido que venir hasta aquí

- No quería despertarte

- Ven, vamos

Me llevó de nuevo a su habitación y me dio la botella para que bebiera.

- ¿Mejor?- dijo mientras me veía tragando, asentí dándosela- Ahora metete dentro- añadió al levantarse de la cama para dejarla donde estaba- Mañana tendrás que volver al instituto, y ya has trasnochado suficiente- una maliciosa sonrisa se le escapó de la comisura de los labios mientras se acostaba a mi lado

- Harry- lo llamé en un susurro cuando ya estuvimos los dos debajo de las mantas. No podía dormir

- ¿Hm?

- ¿Cómo te hiciste esta?

Se percató de a qué me refería cuando le indiqué con la mirada donde tenía posados los dedos de mi mano. Estos estaban encima de una de las muchas cicatrices que cubrían la piel de su ancha y musculosa espalda.

- Esa... Me la hice cuando caí encima de un cristal puntiagudo que había en el suelo. Estuve en el hospital unas semanas porque me perforó un pulmón, y finalmente me quedó esa marca por la operación que tuvieron que hacerme para que no me muriera

- Tuvo que dolerte mucho...

- En realidad no lo hizo, en cuanto me clavé el cristal empecé a perder mucha sangre, y a los pocos segundos perdí el conocimiento

- Entonces... eso de cierta forma... ¿Fue bueno?

- Se puede decir que sí, al menos me ahorró sufrimiento

Moví mis yemas un poco más a la derecha, hacia el centro.

- ¿Y esta?- la que estaba tocando ahora era más corta, pero también más profunda

Inesperadamente, apartó la mirada de la mía y con un brazo me rodeó la cintura para acercarme más a su cuerpo. Quedé pegado a su pecho.

- Cuando era pequeño... Me parecía a ti, Nicholas...

Alma Oscura ⇝ (GAY +18)Where stories live. Discover now